Capítulo 4

18 de diciembre de 2024 y Josh sentía que se lo estaban carcomiendo los nervios, su casa no era tan pequeña, pero no es que fuera una simple caja de cartón en la que habitar, estaba completamente orgulloso de lo que construyó junto a su familia.

No era una cabañita como en la que solían vivir antes, ahora era más como una casa moderna de las que construyen los humanos y aunque no le gustaba tanto como su cabaña en el bosque, aprendió a verla como un hogar, por el simple hecho de que podía vivir tranquilo junto a su familia.

—¡Mamá! —dijo a través de la línea telefónica con alegría, ya que, tenían tiempo de no hablar con él por el trabajo.

—¡Pero si es mi pequeño Josh! —casi podía escuchar las lágrimas caer de los ojos de su madre al suelo, tenía el mismo tiempo que estar trabajando en WorldFood de no hablar con él ni con nadie de su familia —. Te he extrañado tanto, mi lobato.

—Y yo a ti —le dijo con sinceridad en su voz —. Pero no puedo hablar por mucho tiempo, mamá.

Un silencio incómodo se hizo presente y su madre no dijo nada por lo que parecieron horas, pronto su respiración se hizo presente como si las lágrimas ahora no se detuvieran de caer, podía sentir el dolor de su madre como propio.

Luego de dos meses de empezar a trabajar el lazo familiar estaba tangente, pero dolía mucho no estar con ellos, con el pasar del tiempo, comenzó a acostumbrarse al dolor ya que tristemente no podía comunicarse con su familia como antes.

Ahora recordó porque solía odiar a Karly Newman como lo hacía, hasta que comenzó a notar el suave aroma a tristeza que un humano puede tener.

—¡Odio a tu jefa! —escuchó como murmuraba y sollozaba al mismo tiempo.

—No, no digas eso mamá —le dijo rápidamente antes de que pasara algo irreparable —. Mi jefa no es tan mala como tu crees.

—¡Claro que lo es! Gracias a ella no te he visto en meses, mi niño —Josh se sintió mal porque su madre odiara a Karly, y es que aún recuerda aquella llamada que le hizo cuando no soportaba más el trabajo y le contó lo mucho que ella lo ponía a trabajar, ciertamente era un poco culpa suya que su madre odiara a la chica —. ¡Es una explotadora!

Estaba feliz de que aunque el lazo familiar se sintiera como si se cortaría en cualquier segundo, para su madre aún era su niño y se preocupaba por él.

—Te amo, mamá —le dijo con todo el cariño del mundo —. Estaré en casa pronto.

El silencio volvió a sentirse pesado, pero había algo diferente al de antes, ahora cierta emoción estaba presente.

—¡¿Renunciaste?! Vendrás a vivir de nuevo con nosotros, ¿verdad?

La emoción en la voz de su madre era demasiada, pero no podía renunciar, no ahora que quería explicar para sí mismo esa extraña sensación que tenía cada vez que su jefa estaba cerca.

—No, pero iré para navidad —le dijo con una pequeña sonrisa que aunque sabía que su madre no podía ver, debía de estarla imaginando.

—Prepararé todo, para que cuando vengas descanses como te lo mereces por tantos meses de arduo trabajo.

—Muchas gracias, mamá —agradeció desde el fondo de su corazón, realmente deseaba descansar, en los meses que llevaba trabajando, nunca había pedido días libres por enfermedad o vacaciones.

—Nos vemos pronto, hijo.

Eso sonaba a una despedida, entonces finalmente lo recordó.

—¡Ah, mamá! Acabo de recordar decirte algo.

—¿Qué cosa?

—Mi jefa pasara navidad y fin de año con nosotros.

—¡¿Qué?!

Luego de ese estruendoso grito, por el cual tuvo que alejar el teléfono de su oído, su madre cortó la llamada antes de que fuese capaz de despedirse, dejándolo tan sorprendido por ello.

—Tu madre realmente me odia, ¿cierto?

Escuchó la voz de Karly Newman y sintió verdadero temor.

¿Ella había estado escuchando la llamada que tuvo con su madre?

¡Demonios!

—No, no creo que lo haga.

Sí, lo hace.

Pensó, pero de ninguna forma le diría eso a su jefa, eso sería por muy contradictorio que sonara... sería como complacerla.

—Bueno, después de todo estoy destinada a recibir odio de todas las personas que conozco.

Y aunque ella murmuró esas palabras, Josh pudo escucharlas gracias a su oído superdesarrollado de lobo omega y se sintió muy triste por ella.

Su jefa a pesar de ahora estarle dando una sonrisa de autosuficiencia, luego de llamarlo "Pobretón", comenzó a despedir un aroma agrio que delataba su obvia tristeza y aunque no podía sentir algo completamente por un ser humano común, sintió como su alma se hacía trizas por el dolor qué ella pudiera sentir en ese momento.

—Yo nunca podría odiarla, señorita Newman —dijo y justo cuando ella iba a pasar por la puerta, se detuvo y dio la vuelta para observarlo directamente a los ojos con una expresión inmutable, pero con unas pequeñas chapitas de color rosa suave sobre sus mejillas —. Así que deje de pensar que esta hecha para recibir odio, todos nacimos para encontrar el amor en este mundo.

Los ojos de Karly se abrieron y las chapitas rosa suaves qué enmarcaban sus delicadas facciones, se convirtieron en un imponente sonrojo qué comenzó a reinar en ese rostro de piel color nieve.

—Eres —tartamudeo ella, y justo cuando veía venir un insulto, dijo —... Un buen hombre, Josh Harper—Y finalmente salió por la puerta, no sin antes decirle—: Quiero el informe del nuevo platillo que se sirve en el restaurante de WorldFood para mañana a primera hora.