Una intensa navidad con mi jefa

Capítulo 5

19 de diciembre de 2024 y se había desvelado creando el informe del nuevo platillo de WorldFood que constaba de cuarenta paginas bien redactadas sobre los vegetales y su contribución al sabor, los condimentos utilizados y su contribución al sabor, prácticamente era una descripción detallada de todos los ingredientes utilizados y el nombre del chef a cargo del platillo.

Su cabeza dolía y el cuerpo le pesaba, sus ojos estaban rojos y su cabello era un asco, porque ni siquiera tuvo tiempo de tomar un baño antes de viajar a la oficina.

¡Maldita!

Gritó maldiciendo internamente a su jefa, en momentos como este es que recordaba porque la odiaba tanto, si algún día le diera un derrame o cualquier enfermedad, demandaría a Karly Stel Newman por ser una mala jefa y explotación laboral.

—Muy buenos días, Harper —escuchó la suave voz de Karly Newman a su espalda —. Creo que ayer te dejé una tarea muy importante.

¡Genial!

Ella estaba de mal humor.

—Sí —tartamudeo su respuesta y se dio la vuelta para encarar al demonio enmascarado de mujer hermosa, frente a él —. ¿Lo quiere digital o impreso?

Josh le sonrió con tanta amabilidad como fuera posible, así se molestaban desde que entró a trabajar y Karly en cambio, colocó en su rostro una mueca inexpresiva, obviamente molesta por no recibir quejas o una carta de renuncia de su parte.

Y obviamente nunca renunciaría a quien tenía un aroma humano tan apetecible como ella.

—Digital, mándalo a mi mail.

Por su forma de hablar, podía intuir que algo malo había pasado, era su forma de contestar tan pasiva agresiva, que parecía más lo primero que lo último pero al final podía interpretarse como un gesto de molestia bien disimulado.

—Señorita Newman.

Llamó sin querer y darse cuenta, no sabia que decir cuando sus pequeños ojos negros lo miraban con seriedad y a la vez algún brillo de expectación por lo que diría.

—¿Sí? —Su voz ahora parecía aterciopelada, tan linda, algo que no debería remover los sentimientos de su lobo interno, pero que lo hacía.

Ella era humana, no debería desear a nadie de esa especie, pero su lobo la deseaba más que a nada en el mundo y eso era suficiente motivo para no renunciar a su extenuante trabajo, y aunque lo confundía, estaba completamente seguro de que está navidad cambiaría muchas cosas y comenzaría por el punzante dolor de cabeza que lo tenía demasiado mareado y tambaleante en este momento.

—Me siento mal.

Cuando menos lo pensó, el colorido mundo que el siempre veía se fue convirtiendo en una vorágine de colores grises, hasta que el negro fue el que comenzó a reinar, y ya no fue capaz de ver nada.

—¡Harper!

El grito de Karly Newman se sentía lejano y por muy contradictorio que sonara, era angelical, pero realmente ya no tenía conciencia como para analizar por más tiempo la dulce preocupación de la mujer hacia él.

Con el pasar de los minutos, escuchaba el sonido de las sirenas de la ambulancia y cuando entreabrio los ojos por lo que parecieron un par de segundos, Karly estaba a su lado, tomando su mano que hacía contraste con la de ella que era más grande y blanca a comparación con la suya de color canela.

—Harper, debes despertar —le decía y aunque él quisiera hacerlo, no podía, su cuerpo le pedía descanso eterno o para no exagerar tanto, dormir por lo menos una semana completa —. Si no despiertas, juro que te pondré trabajo extra esta semana y la otra.

Y solo esa sentencia bastó para que abriera los ojos por completo y asustado preguntara:

—¿Qué?

—Estúpido —le dijo ella, pero aunque lo estaba insultando, no sentía que fuera como tal, era más bien un mote cariñoso de su jefa y eso le calentó el alma —. ¿Por qué viniste a trabajar si estas enfermo?

¡Demonios!

¿Quién diablos entiende a las mujeres humanas?

Como Omega hombre, sabía que en la jerarquía humana vendría siendo como del género femenino, pero no era una mujer y Josh ya estaba demasiado acostumbrado a la sociedad humana que se contaba como hombre aunque su lado lobuno fuera femenino.

Al principio hubo un choque cultural y jerárquico tan complicado y algunas veces lo seguía siendo, pero había notado que los humanos eran libres de actuar como mejor les pareciera en este mundo.

Pero lo que si, jamás de los nunca podría comprender era a las mujeres, ellas pasaban por tantos cambios dolorosos, él como omega también los tenía, pero debía aceptar que ellas eran peores en sus días aunque claro, cada especie tiene sus complicaciones.

—Usted quería ese informe para primera hora, señorita Newman —contestó finalmente y la vio enrojecer por un momento y apartar su mirada felina con arrepentimiento.

—Cosas que pasan, Harper.

Le dio tanta furia escucharla decir eso, que pronto se sento en la camilla de hospital, ahora mismo se estaba dando cuenta de que precisamente estaba en uno y con poca delicadeza, tomo entre sus dedos índice y pulgar, el delicado mentón de Karly y la obligó a mirarlo fijamente.

—¿Cosas que pasan? —preguntó guiado más que todo por su espíritu animal, que ronroneaba por finalmente tocar a la chica frente a él —. Le enseñaré algo de las cosas que pueden pasar y por favor sea consciente de que esto es una de las consecuencias de esas... cosas que pasan.

Y las últimas palabras las susurró en el oído de la mujer, quien gimió por sentir su tacto en la piel y sus palabras alojarse en su cerebro, entonces, con su mano desocupada la llevó directo al delgado cuello donde acarició un poco antes de situarla en su mejilla izquierda, rozando su oreja y enviando miles de descargas eléctricas por el cuerpo de Karly sin siquiera saberlo, todo sin apartar la vista de esos pequeños, hermosos y felinos ojos negros qué ella tenía en su rostro.

—¿Qué me enseñaras, Harper? —preguntó ella en tono nervioso y tartamudeante. Lo estaba retando, y Josh sabía que podía arrepentirse de su decisión, pero al menos quería darle rienda suelta a su lobo interno de buscar a quien amar.




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