CAPÍTULO DOS
ALICIA RAMÍREZ
Es domingo y eso significa que los últimos preparativos en el evento comunitario “Haz reír a alguien más” ya está por finalizar, corro hacia la pequeña tienda de alquileres de la señora Gloria, Tim al último momento dijo que se había olvidado de los trajes y era yo quien lo podía salvar de su problema… así que aquí estoy con el corazón palpitando a mil por hora para conseguir veinte trajes.
Me detengo en la puerta respirando muy fuerte, veo a la señora y hago mis esfuerzos para hablar de una vez.
—Necesito los veinte trajes que pidió Tim, me dijo que era urgente —digo con el corazón en el pecho.
—Ah sí, un momento —dice metiéndose en su cabina de ropa, —El resplandor, me llama la atención, tal vez vaya hoy para verte actuar
—Sería un honor —digo con una sonrisa nerviosa, —Yo seré la madre que se encierra en el baño… icónico ¿no?
—Si… ¿Y quién será el que haga de Jack Torrance?
—Emmanuel… —digo bajando la voz
¿Cuántas veces he actuado con Emmanuel? ¿Cuántos besos nos hemos dado al actuar? ¿Cuántas lloraderas que vivimos cada vez que algo nos pasa en nuestra vida?. Nuestra vida es una simple realidad, hay días malos y días felices, Emmanuel fue mi complice en todo como yo lo fui para él.
Emmanuel es mayor que yo por unos dos años, él se graduó primero en la universidad, él consiguió tener una novia por tres años seguidos, él aprendió a cocinar comida gourmet y aprender idiomas más rápido que yo. De familia muy respetada, con alta novedad en hablar un tema serio y dejarte en claro, que por más que le digas tu comentario, él sigue creyendo en el suyo.
Él es intocable pero por un motivo me siento que yo con él no es mucho la diferencia, tuvimos nuestros momentos juntos pero no somos nada. Y aunque a veces me pregunto cuánto tiempo él tiene que estar preparado para confesar sus sentimientos hacia mí… o tal vez soy yo quien siento algo por él. Emmanuel es mi persona ideal, mi persona favorita en esta vida y mi amor secreto.
—Listo —dice la señora Gloria, —Las veinte trajes para el evento de hoy. Que disfrutes.
—Gracias.
★★★★★
—Soplaré y Soplaré y la casa derribaré —dice Emmanuel al otro lado de la puerta falsa blanca mientras yo grito de miedo como la película, —¡Y aquí está Johnny!
—¡AAAAAAAHHHHHHHH!
La actuación termina cuando él mete su cabeza en la puerta y pone su rostro mirándome, los aplausos comienzan a sonar mientras que las luces se encienden.
Emmanuel me da su mano para levantarme y en el oído me susurra, —Espero no haberte asustado, cariño.
El famoso “Cariño” que siempre lo lleva diciendo desde que nos conocimos y que el día de hoy es lo más normal para nosotros… bueno, eso ignorando mis sentimientos por él.
Saludo al público y río al ver a la señora Gloria aplaudiendo en unos de los asientos, otros siguen con la mirada de miedo hacia el chico de mi costado. Cuando bajamos del escenario, veo que me detiene él al ver a alguien acercándose al camerino.
—Te tengo que decir algo muy muy serio
Mi mente me dice que es algo normal que le ha pasado a su vida pero otra, que es mi corazón, me dice que de verdad el momento ya llegó y… ¡no estoy preparada! ¡Tengo miedo!
—Si, dime…
—Yo… tú… debemos ser… pareja
¿Acaso escuché bien? ¿Me está diciendo ser su novia? ¿Su pareja?. Lo miro a los ojos, estamos tan cerca y la tensión se acorta entre nosotros, no sé qué decir por lo que hago algo que llevo queriendo fuera de escenario: Lo beso.
Al sentir que se ha quedado quito, me arrepiento. Fue un error besarlo, no debí hacerlo. Mil insultos me lo digo mentalmente pero se desvanece cuando él responde siguiendo el beso. ¡Oh por dios! ¿Acaso estoy soñando?.
Pasan minutos cuando terminamos de besarnos por falta de aire, lo miro y él está sorprendido como yo lo estoy de él. No sé qué decir, así que me tapo el labio con la mano derecha.
—No esperaba esto… yo… creo que la gente nos cree cuando actuamos así. Se siente como si tuviéramos algo
Fallé, caí horrible de mi nube de fantasías. ¿Acaso pensé que me iba a decir que desde ese momento empezaría nuestra historia juntos, fuera de la actuación? Claro, siempre el corazón engaña. Piensa, piensa, piensa.
—Si, tienes razón. Mejor no hay que darnos besos así, Hay que hacer más profesional —digo, ocultando mi corazón en un cofre de bronce.
—A eso me refiero. Los besos como nos hemos dado no debe pasar, van a pensar que estamos juntos y eso es mentira
Mi mente me falla una vez más con una vocecilla maligna diciéndome el famoso: ¿Y que tiene de malo que seamos pareja? ¿Soy horrible? ¿Acaso no te gusto ni un poco? ¿Por qué tienes que gastar mi sentimientos?. Y la otra aún peor que le responde a la otra: Él nunca se fijara en ella. Mirala, ilusa. No eres el tipo de chica que gusta. ¿Por qué insistes? Pierdes el tiempo atrás de un hombre que ni caso te hace.
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Editado: 09.02.2023