Una navidad diferente

Capítulo 1: El pato Duck

Benjamín

¿Por qué la mayoría de las personas relacionan la navidad con la nieve y esperan todo el año con ansiedad para gastar dinero en tonterías que se pueden comprar en cualquier parte del año? Algunos hasta se endeudan para comprar regalos, y otros reciben sin ser agradecidos.

Para mi amigo Pablo, la navidad se trata de amigos, familia y celebración.

Bueno, yo no tuve mucho de eso mientras crecía y me parece estúpido que la familia espere hasta esas fechas para reunirse en vez de hacerlo en otras épocas del año, como Halloween.

Yo vivo en Argentina, ahí Halloween no se festeja como en otros países, es casi un día normal, en cambio, la navidad es todo un acontecimiento.

Las personas enloquecen por comprar regalos para navidad, vestirse con buena ropa y preparar mucha comida, no hacen un gran drama como en Estados Unidos que comienzan a decorar y a prepararse desde noviembre, pero se acercan.

Algunos hasta se endeudan para comprarles juguetes caros a sus hijos, los cuales no duraran más que un par de meses con suerte.

Este año, decidí huir a la playa, a Brasil para ser más preciso, con la idea de escapar de mi país y evitar a mis padres.

Mi madre me invitó a pasar navidad con ella, con su nuevo esposo y los hijos de este, y le dije que ya tenía planes. Quería evitar asistir y escucharla criticar a todos y lidiar con los dos hijos malcriados de su esposo. Dos veinteañeros mantenidos por el padre que no quieren trabajar. Ambos se creen el centro del Universo y a quienes me gustaría ahogar en el mar, por eso es mejor quedarme apartado de todo ese drama. Lo último que deseo es convertirme en asesino serial y ser recordado como el asesino serial navideño. ¡Qué horror!  

Mi padre ni se molestó en mencionar navidad. Desde que se divorció de mi madre anda con sus amantes de turno y ahogado en trabajo. Como médico cirujano, de seguro, estará de guardia. No tiene nada mejor que hacer que acostarse con las enfermeras. Tiene debilidad por estas y por eso tuvo problemas con mi madre hasta su divorcio cuando yo tenía diez años.

Mi madre nunca celebró la navidad, prefería quedarse llorando en su habitación mientras papá se la pasaba trabajando y siéndole infiel.

Cuando cumplí diecisiete conoció a su nuevo esposo y decidió que era hora de celebrar la navidad porque él la celebraba con sus hijos. Para ese entonces ya había perdido interés en la navidad y estaba enfadado que no quisiera hacerlo antes por mí.

Sacudo la cabeza alejando esos recuerdos.

Ya no importa, ahora tengo mi vida, el control de esta y yo decido si celebro o no.

Observo la vista que tengo desde el balcón de la Pousada Byblos en Buzios, Brasil, miro a los barcos anclados en el océano y a otros navegando con el objetivo de regresar al muelle y dar por finalizada las excursiones.

Hay un barco crucero que asumo que esperan a los viajeros que bajaron del barco para disfrutar de las hermosas playas de Buzios.

Exhalo un suspiro y me debato entre sentarme en el balcón de mi habitación rodeado de vegetación y con el sonido del mar de fondo o caminar por la playa hasta encontrar un lugar agradable donde comer algo.

Me decido por la segunda opción.

Entro de nuevo en la habitación, guardo mi billetera en el bolsillo trasero y agarro mi celular. Salgo de la habitación, bajo las escaleras, saludo a Mateo, el chico de la recepción, que me detiene a mitad de camino. Me pregunta si participaré de la cena navideña que se realizará en el hotel, será un buffet libre con música y los huéspedes del hotel.

Genial, lo último que deseo es socializar con personas desconocidas que aman la navidad.

—No, gracias, estaré bien por mi cuenta.

Él me pide que le avise si cambio de opinión y le digo que lo haré antes de salir del hotel.

Claro que no lo haré.

Pediré servicio al cuarto y trabajaré desde el balcón de mi habitación sin prestar demasiada atención en lo que sucede en la posada.

Comienzo a caminar por el sendero que bordea las playas, hay bastantes personas, muchos argentinos y no me extraña, pues Buzios está habitado por muchos argentinos que pasaron por aquí y se quedaron.

A la distancia veo el sol esconderse detrás de las montañas. No me sorprende que sean las seis de la tarde y ya esté ocurriendo. Aquí amanece temprano y el atardecer es temprano.

Hay gente aun disfrutando del agua o sentadas tomando algo en los bares de las playas.

Es bueno ver un lugar diferente para celebrar la navidad. Aquí la mayoría celebra en la playa utilizando traje de baño y eso me parece bien.

En las películas suele haber nieve, dado que en muchos países la navidad es en invierno, pero se debería tener en cuenta los lugares donde la navidad es en verano y la nieve está en las últimas de las preocupaciones de la lista.

Rua da pedras, el centro y la calle principal de Buzios, está decorada con adornos y luces navideñas. Hay adornos en forma de árboles, campanas y renos navideños.




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