Hoy sales temprano?- pregunta mi compañera de trabajo.
-Si. Debo llevar a mi hijo al control pediátrico - respondo con una sonrisa.
-Nadie hubiera pensado que tenías un hijo. Yo siempre creí que eras una mujer sin obligaciones.- me comenta ella. Y aunque sus palabras me molestan, se que tiene razón. Nunca demostré que clase de mujer soy.
Pero es algo que estoy cambiando, aunque me cuesta un poco romper con toda una vida de ideas impuesta por mi misma.
Salgo a la calle y tomo un taxi. Desde que tengo a mi hijo, ya no manejo, no lo siento seguro con ese auto viejo que tengo. Quizás en algún momento pueda cambiarlo.
Al llegar a casa, saludo a la niñera que está sentada en la sala mirando televisión.
-¿Cómo se portó el rey de la casa ?- indagó.
-Bien. El es un bebé muy tranquilo. Comió y ahora duerme su siesta.- me informa.
-Gracias Lorena, no sé que haría sin ti.- agradezco con una sonrisa sincera.
-En el microondas te deje la comida para que la calientes- me dice y yo no sé cómo agradecerle. Ella es un amor de persona.
-Te dije que no es necesario que cocines para mí. Solo haz tu comida y la de mi hijo. Yo me arreglo- contesto.
-No es problema. Me gusta cocinar. Es mi sueño, por eso lo hago así pruebo recetas.- me cuenta con ilusión.
-Pues tengo que decirte que no lo haces nada mal. Ten fe y verás cómo en unos años serás una chef magnifica. Y tendrás tu propio restaurante.- comento.
-¡Gracias por tus palabras,me hacen mucho bien! Bueno me voy. Hasta mañana- se despide y me quedo sola en la casa, todo está en silencio. Me gusta el silencio. Pero ahora prefiero el bullicio de mi amado bebé.
Me voy a la cocina y caliento mi comida. Hoy Lorena cocino lasaña, están riquísimas. Tiene buena mano para la comida. Abro el cajón de los cubierto y busco un destapador para abrir un vino que me regaló mi hermana en navidad.
Me siento a la mesa y mi mente se remonta a hace unos meses atrás.
Mi padre se pone de pie y da vueltas por la habitación. En la mañana me llamó para hablar conmigo. No entiendo que más tiene que decirme.
-Cuando me separé de tu madre, no fue porque yo quisiera. Ella se encontraba clandestinamente con su amor de juventud,yo lo descubrí una tarde que llegue temprano a casa y ella no estaba. Había olvidado su celular. Cuando lo tomé, este estaba abierto en una conversación con este tipo y hablaban de encuentros anteriores.
Cuando esa noche llegó a casa la confronté.
Mencionó que solo se habían visto por casualidad una vez, que no pasaba nada. Pero no podía ocultar lo que leí en su teléfono.
Así que le dije que debía elegir.
Peleamos y fue cuando se le escapó que no eras mi hija, que si quería separarme no tendría derechos sobre ti. Pero no podía seguir con una mujer que nunca me amo y respeto como yo lo hice.
Pero me quedé por ustedes. Tu y tu hermana eran mi mundo, lo único que me quedaba. También le dije que como tenías mi apellido, yo tenía derechos sobre ti.
-¿Por qué nunca hablaste? ¿ por qué esperaste tanto tiempo para contarme la verdad? Y ella tampoco pudo? Es que no era lo suficientemente importante para los dos. Merecía la verdad. ¿Quién es mi padre?- las preguntas salen de mi boca sin procesar. Mi mente está en estado de shock. No puedo creer lo que me cuenta mi padre. Viví sola con ella porque no me lo dio?.
-Quizás para ella no fue fácil. Después que nos separamos,el la dejó sola. Ella entró en depresión. El solo la quería porque ella estaba casada. Cuando la dejé,lo busco y el le dijo que había perdido todo el encanto y volvió con su esposa.-Oh Dios!!¿El también era casado?
¿Que clase de madre tuve? Me doy cuenta que jamás la conocí. Yo pensé que estaba así por ti. Pero no, ni siquiera sufrió por mí, cómo pudo hacerlo por un hombre como ese. Cómo pudo engañarte de esa manera y por tanto tiempo.
No fue así como se sucedieron las cosas.
Ella estaba embarazada cuando nos casamos y yo creí que eras mía. El la había abandonado cuando le dijo que esperaba un hijo. No quiso saber más nada con ella. Y yo sospeche, pero la amaba tanto que deje mis sospechas de lado y le creí cuando me aseguro que eras mía.
¿ y cuando nací? No me parezco a ti y tampoco a ella.
-Ya para entonces estaba loco por ella. Y cuando te tuve en mis brazos por primera vez,me enamoré de ti. Tus primeras sonrisas y tus primeras palabras fueron para mí. Después de unos años todo cambió. Te aferraste a tu madre y jamás pude llegar a ti. Cuando esa mañana abandoné el que fue nuestro hogar,te vi tan entera y tan madura que supe que no me elegirás y por eso me fui con tu hermana. Pero después de eso estuve muy enfermo. Y la depresión me ganó. Ame tanto a tu madre que no podía estar sin ella. La buscaba,le hablaba por teléfono cada día y preguntaba por ti. Pero me respondía que no querías nada conmigo y yo le creí.
Y así me fui alejando poco a poco por qué tú indiferencia me hacía daño.
¿Mi indiferencia? Papá era una niña de once años…yo..pensé que no me querías. Solo te llevaste a mi hermana y no me preguntó nadie que quería hacer yo. Pero igualmente no hubiera podido elegir. Los amaba a ambos. Eran mis padres.¿Cómo carajos eliges a uno y abandonas al otro?
El día que me llamaron del colegio y me informaron que hacía tres meses que no asistias,sentí que era mi oportunidad de congraciarse con ambas,pero ya era tarde. Tu madre se convirtió en adicta a las pastillas y tú te cerraste ante todos. Ya nada fue igual.
Y así deje pasar el tiempo.
Pero estoy viejo y ahora me da miedo morir sin tu perdón..
¡No te atrevas a dejarme tu también! Digo con énfasis.
No puedo culparte. Y no puedo juzgar a mamá. Ella nada puede decirme, pero me hubiera gustado saber esto antes. Tantas cosas serían distintas ahora.