7."No te enamores de Dalton Valmont".

Lena juega con Dalton y Chloe les avisa que se irá a comprar algo para su fiesta de despedida. Cuando están solos Alena se dedica a escribir y él aparece envuelto en una toalla y le muestra todo. Juntos van al bar donde está Chloe y traman algo para convencerla de quedarse.

Dalton camino hacia nosotras mientras que la mirada incesante y confundida de Chloe aún estaba sobre mí y conociéndola como lo hacía estaba casi segura de que en su cabeza estaba intentando comprender en que momento había dejado de pasar de estar apesadumbrada por el hecho de vivir junto a él a querer sacar provecho de esto.

—Quédate ahí— le ordenó a su amigo— Necesito decirle una cosa más a mi querida prima, que parece que acaba de perder la cabeza— murmuró entre dientes en mi dirección.

—Como ustedes quieran, pero ya saben si están planeando hacer cosas sucias...

Dejo la idea en el aire y volvió por dónde había venido.

—Ya lo sabemos, cualquier idea sexy que tengamos te incluiremos en ella—le sonreí— No sé porque yo espero tener la razón en esto, destilas esa energía de los hombres que aman pasarla bien en compañía de dos hermosas chicas—cruce el brazo por sobre los hombros de Chloe y apoye mi cabeza en su hombro— ¿No es así?

Ella no tardó en apartarse.

—Estas sugiriendo que te gustaría tener un trío conmigo y tú... ¿Tu prima?— preguntó y fue incapaz de ocultar el asombro en su voz— ¿Acaso eso no sería cometer incesto?

Mi prima y yo compartimos una mirada fugaz, una me dejó ver lo molesta que estaba ella con mi comportamiento.

—Por suerte para ti soy un gran fan de todas esas cosas raras y obscuras, que rozan el límite de lo inmoral y lo prohibido. Estoy dentro— gritó levantando una mano por sobre su cabeza.

—Eres muy gracioso— respondí Chlo ante el entusiasmo de Dalton— ¿Lena, puedo hablarte de algo? ¿En privado? ¿Cómo realmente en privado?— abrió grande sus ojos— ¿Como en mi habitación?— preguntó con semblante serio.

Ella rara vez se comportaba así, usualmente lo hacía cuando yo metía la pata y abría demás mi boca. Supongo que lo de recién había sido una combinación de las dos cosas.

— ¿Debo ponerme mis tapones para oídos?— exclamó desde el sofá él.

—No te pases— lo señaló con su dedo— También tengo algo que decirte a ti también— agregó Chloe tomándome del brazo y arrastrándome a su dormitorio.

—No puedo esperar a estar a solas contigo— fue lo último que le escuché decir a Dalton antes de que ella aporreara la puerta.

Cuando al fin estuvimos solas le puso pasador a la puerta y la trabó con una silla, imposibilitándole el acceso de cualquier manera.

—Siéntate en la cama — me ordenó y caminó hacia su ventana para asegurarla y correr sus cortinas.

— ¿No crees que estás exagerando un poco?— pregunté burlonamente.

Chloe se sentó ai lado y tomó mis manos entre las suyas.

—Mírame, Alena— pidió casi en un susurro— ¿Tu sabes lo mucho que te quiero, verdad? Que eres como mi hermana pequeña y que siempre querré lo mejor para ti y velare por tu seguridad, ¿no es así?

—Lo sé — asentí— ¿De qué se trata todo esto, Chlo? Me estás asustando.

—Deberías de estarlo— contestó y bajo la cabeza a pesar de haber sido ella quien me pidió que la mirase— ¿Tú sabes que tengo que viajar a conocer a la familia de Ben a Las Bahamas, verdad?

Ben era la nueva pareja de Chloe, se habían conocido hace casi dos años atrás en un bar de karaoke y según ellos fue amor a primera vista, mantuvieron una relación a larga distancia por un tiempo y ahora  él quería que fuese a su ciudad para presentarla a sus padres. Según ella, hacía eso porque al fin le pediría que se casara con ella.

—Lo recuerdo— murmuré y por un segundo me sentí molesta al pensar en que debería estar todo ese tiempo solo con Dalton.

—Bien, entonces necesito pedirte un favor enorme— extendió sus brazos en el aire para darle énfasis a lo que decía.

—Si lo que me quieres pedir es que cuide de tus plantas, lamento decirte que no soy la persona indicada para eso.

—No— rió— No es eso lo que te quería pedir.

— ¿Entonces qué es?

—Necesito que te mantengas lo más alejada posible de Dalton, evítalo lo más que puedas. Él aprovechará cada oportunidad que tenga para conquistarte y enamorarte con palabras estúpidas y clichés pero tú no puedes caer en su trampa. Hagas lo que hagas no puedes enamorarte de Dalton—me advirtió.

La expresión en su cara me decía que estaba hablando en serio.

—No tienes de que preocuparte—le asegure— Si hay algo en lo que no estoy interesada es en volver a cometer el mismo error. Estoy harta de los hombres, ya acabe con ellos, al menos por un tiempo—tire un mechón de cabello detrás de mi hombro— Solo quiero sacarlo de quicio y nada más.

—Esa es mi perra— exclamó arrojándose sobre mí y tumbándome de un abrazo.

Nos quedamos así por unos segundos, disfrutando del cariño que sentía la una por la otra.

—Wow, había olvidado lo fan que eras de las demostraciones de amor— dije separándome de ella y sentándome en la cama— ¿Ahora puedo preguntar algo?

— ¿Algo como qué?

—Tus advertencias, ya sabes, respecto a Dalton son porque si o son por algo en particular.

Sus pálidas mejillas se pusieron rojas y ella intentó esconder su cara detrás de su cabello húmedo.

—Chloe Marie, abre la boca— ordene despejando su rostro.

—Pu...Puede que entre Dalton y yo haya pasado algo. Y no terminaron bien. Digamos que yo malinterprete sus señales y los dos queríamos distintas cosas. Dejémoslo ahí.

Mi boca se abrió al todo y juro que si en ese momento hubiese habido una mosca en el aire posiblemente me la hubiese tragado.

—No entiendo— confesé— ¿Si no lo soportabas entonces porque le permitiste vivir aquí?

—Me lo encontré luego de un tiempo, ya había conocido a Ben y creí haber superado lo que sentía por él, aunque no estoy muy segura. Intenté con lo de "fuera de vista, fuera de la mente" y no funcionó y por eso creí que si lo tenía cerca podría conocerlo mejor y a medida que pasara el tiempo le encontraría más y más defectos y acabaría por odiarlo.