Una Pequeña Promesa

Capítulo 13

Los rayos de sol iluminando el rostro de April la sacaron de su estado de ensoñación. Había dormido como nunca, cómoda y profundamente. Parpadeando poco a poco, extendió su brazo hacia el lado contrario de la cama y, para su decepción, lo encontró vacío. Dean le había prometido que iba a estar a su lado cuando despertara, pero por lo visto no cumplió su promesa.

Una sensación agridulce se apoderó de ella mientras entró al baño a asearse. Se sentía eufórica por todo lo que sucedió la noche anterior. Todavía podía sentir los besos y caricias de Dean en sus labios y su piel. Sin embargo, no podía evitar sentirse triste por no haber despertado y tenerlo a su lado, hacía que todo o que había pasado se sintiera demasiado irreal, como si hubiera sido un sueño lúcido del cual no sabía si había despertado o no.

Al salir del baño, se fijó en la hora y al ver que se le hacía tarde para preparar a Hannah para la escuela salió corriendo de su habitación y dirigirse al de su hija, pero al entrar vio la cama hecha u ninguna señal de la niña. Con el corazón en la garganta, fue hasta la sala de la casa y al mirar por la ventana su alivio fue instantáneo al ver a Dean despidiendo a Hannah con un abrazo justo enfrente de las puertas del autobús que la iba a llevar a la escuela. La niña se separó de él después de darle un beso en la mejilla y al entrar y tomar su asiento, se despidió de su papá con la mano. Dean repitió la acción y se quedó en la acera hasta que el autobús dobló la esquina y desapareció de su vista.

April no pudo evitar que sus ojos se humedecieran. Hacía ya un tiempo que Dean había vuelto, pero cada vez que veía esos pequeños momentos entre padre e hija se emocionaba. Al ver que Dean se dirigía hacia la casa de vuelta, ella se limpió las lágrimas y fue hasta la cocina. Unos minutos después, Dean entró y al verla colocó una amplia sonrisa en su rostro, pero se quedó en el lugar al verla frunciendo el ceño.

—Estoy enojada contigo —dijo April mirándolo a los ojos.

—¿Qué hice? —preguntó él a la defensiva.

—Dijiste que ibas a estar a mi lado cuando me despertara y no estabas —respondió ella con una expresión demasiado parecida a la que ponía Hannah cuando se enojaba. A Dean le resultaba gracioso, pero hizo su mayor esfuerzo para no dejarlo notar.

—April —comenzó a decir Dean mientras caminaba hacia ella. La agarró entre sus brazos y continuó—, Hannah tenía que ir para la escuela y lucías tan adorable dormida que no pude encontrar las fuerzas para despertarte. De hecho, iba a hacerlo ahora mismo. Quería que descansaras un poco más porque sé que seguro estás cansada después de la salida de anoche.

Poco a poco la mirada enojada de April se desvaneció y Dean sabía que ya la había tranquilizado. Una de sus mayores habilidades era decir las palabras correctas para hacer sonreír a April.

—Está bien, lo dejaré pasar solo por esta vez —enfatizó ella. Él le sonrió y le dio un beso en la frente.

Él se separó de April para agarrar su maletín de trabajo y fue cuando ella se percató de que estaba vestido con su uniforme de médico.

—Pensaba que no ibas a trabajar hoy —comentó ella.

—Me llamaron del trabajo hace unos minutos y me dijeron que adelantaron la operación de uno de mis pacientes para hoy a las 10 de la mañana y tengo que estar ahí para supervisarlo todo.

—Supongo que tendremos que posponer nuestra conversación pendiente —murmuró ella con un deje de tristeza.

—Solo unas horas —replicó él—. Además, es una conversación demasiado importante como para tenerla en cualquier lugar.

—¿Y dónde se supone que tengamos nuestra importante conversación? —preguntó ella con una sonrisa.

—Paciencia, lo mejor le llega a aquellos que esperan —respondió él con un aire de misterio. Giró su cuerpo hacia April y comenzó a caminar hacia ella—. Se me olvidaba algo antes de irme.

Sin dejarla pensar, pasó su mano por la cintura de April y la atrajo hacia él, depositando un sensual beso en sus labios. Ella se aferró a sus hombros para no perder el balance y le devolvió el beso con la misma pasión. La piel le ardía justo en el lugar por donde él la estaba agarrando y todo tipo de sensaciones le recorrieron el cuerpo, tanto por dentro como por fuera. Dean rompió el beso y le dedicó una de sus sonrisas devastadoras.

—Nos vemos esta noche —Con un guiño, salió de la cocina y dejó a April en el medio, sin palabras y con una sonrisa igual de grande que la de él.

En todo el día, el buen humor de April no desapareció. Entregó la orden de magdalenas que habían hecho entre todos el día anterior y la clienta estuvo más que satisfecha. Hannah llegó de la escuela y tuvo un día fantástico, incluso su maestra le entregó una estrella dorada por su buen desenvolvimiento y April y ella la colgaron en el refrigerador a la vista de todos.

A medida que pasaba el día, el nerviosismo y la incertidumbre de April crecieron exponencialmente. No tenía ni idea de lo que estaba planeando Dean, y el mensaje que le envió a las cinco de la tarde no hizo más que aumentar sus nervios.

Te paso a buscar a las 7 ;)

¿Y quién va a cuidar de Hannah?

Los refuerzos van en camino

A las seis y media, April observó el vestido color pastel y sus sandalias de tacón del mismo color y dudaba si estaba demasiado formal o por el contrario, demasiado casual. Dean no le dijo ni siquiera a dónde iban y por lo tanto, lo que estaba usando iba a tener que ser suficiente. Se dejó el cabello rojo suelto y se aplicó muy poco maquillaje, usando solo un labial y máscara de pestañas.

El sonido del timbre la sobresaltó y corrió hacia la puerta a abrirla. Para su sorpresa, Landon estaba en su portal y la recibió con una sonrisa.

—Tío Landon reportándose para el servicio —dijo haciendo un saludo militar, arrancándole una carcajada a April.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.