Doce años atrás...
—¡Mamá!, ¡mamá!.—la llamo tirando de su vestido suavemente.
—Dime Ava.—esta me sonríe tiernamente.
—Mamá, los zapatos me aprietan.
—Lo siento cariño pero tendrás que aguantar un poco mas.—me dice dulcemente.
Enojada me voy de su lado y me dirijo al jardín. Mientras me dirigía hacia allí pensaba en muchas cosas.
Era la primera vez que venía a un castillo, era precioso. Según decía mi mamá aquí viven príncipes y princesas, reyes y reinas como en las películas. Quisiera vivir en un lugar así algún día .
Iba caminando cuando sin querer me tropiezo con una piedra y al mirar hacia adelante me encuentro con Dinah, una niña a la cual le caigo mal sin razón.
—Miren a quien tenemos aquí, a la queridita niña de mami.—dice acercándose lentamente .
Agacho mi mirada, la verdad le tenía mucho miedo, pero mamá siempre me dice que tengo que ser fuerte. Al pensar en aquello me lleno de valor y la enfrento.
—Déjame ya, por favor.—luego de decir esas palabras me empuja hacia el barro y se va. Dejándome sola y llena de barro.
(...)
Luego de cambiarme por una ropa limpia. Alguien entra a la habitación.
—¿Porque no les has dicho que esa niña te empujó?.—me pregunta un niño desconocido para mí —¿por qué has dejado que te regañen?.
Rápidamente me paro y pongo la frente en alto.
—Porque mamá me dijo que tenía que ser fuerte.—el niño suspira y me extiende su mano—soy Harry—se presenta.
—Me llamo Ava—.digo devolviéndole el saludo.
—Bueno, Ava ¿qué edad tienes?—me pregunta.—tengo cinco años, ¿y tú?—siete.—responde.
—¿Quieres ser mi amiga?—.me pregunta expectante.—¡Si!—le digo entusiasmada.
Desde ese día no nos volvimos a separar, ni mucho menos cuando al llegar el día siguiente descubrí que era el príncipe. Lástima que nada dura para siempre ya que tiempo después acabé en enamorándome de el. Pero el destino nos quiso lejos ya que resulta que me tuve que ir y alejar de el para siempre o al menos eso yo pensaba.