Una princesa para el príncipe

Capítulo 3

Mi nuevo comienzo. ¿Quién lo iba a decir no?. Pues mírenme aquí. Aveces el mundo daba mil vueltas una y otra vez. Pero siempre regresaba hasta el mismo lugar. El lugar donde comenzó todo. En todo caso, donde comenzó mi vida.

A veces se dice que una mirada vale mas que mil palabras y que el silencio es donde más palabras se pronuncian. Solo que estas palabras no han sido escuchadas. Pero en mi caso no es que no las escuchara. Es que no lograba descifrar el significado de todo esto. El significado del silencio de la persona que durante diez años había sido mi mejor amigo, Harry.

Muchas veces me pregunté esto. ¿Cuándo comenzó todo?¿Cuándo fue que una amistad como la de nosotros se desfragmentó?. Fue como aquellas rocas que un día fueron las más fuertes y se convirtieron más adelante en, solo polvo. Pero por lo menos ellas seguían siendo necesarias, ellas podían haberse resquebrajado hasta convertirse en polvo pero aun se podían utilizar para un fin mayor. Se podían utilizar para crear recuerdos. ¿Por qué, qué persona no conserva recuerdos de sus casas, recuerdos de las calles por donde pasaron o las paredes que les vieron crecer?.

Sin duda aunque un día haya sido una fuerte piedra y luego se haya convertido en polvo.Ese polvo sirvió para un fin mayor. Sirvió para construir cosas que muchas veces fueron testigos y aun guardan recuerdos, de los momentos más felices y alegres de muchas personas.

Yo podría decir cuando fue que comenzó nuestra historia. Cuando comenzó nuestra hermosa amistad. Si me lo preguntaran sin duda diría que desde el primer momento en que le conocí.

Aun me acordaba con cariño de ese día. Ese día en que fui con mis padres de visita al palacio Iasi. Uno de los tantos palacios de la familia real pero por casualidad en ese día en específico toda la familia real se encontraba reunida allí.

Ese día fue espectacular. Hasta que llegó Dina y arruinó todo.O por lo menos eso yo pensaba porque minutos después gracias a ella y sus travesuras le pude conocer y aunque nuestras extrañesas de niños y nuestras posiciones sociales eran muy distintas. Eso nunca fue impedimento para lo que surgió desde ese primer día. La amistad inigualable entre Harry y Ava.

En cambio así mismo con la facilidad que podría decir que recuerdo cuando comenzó todo. Podría decir que no tenía idea y no sabía cuando fue que culminó.

¿Acaso fue aquel día cuando fui a mi primera fiesta y borracha le confesé mis sentimientos?

¿O fue aquella tarde cuando le confesé la triste y dura realidad de nuestra inminente despedida?.

En todo caso no lo sabía. Pero estaba segura de que tarde o temprano encontraría las respuestas que desde hace tiempo muy desesperadamente había estado buscando.   

(...)
Bajo a la cocina tranquilamente con ganas de contribuir a que mi pobre pansa dejara el hambre.

Camino con toda la pereza del mundo y luego de saludar a todos me siento a la mesa.

—¿Qué hay de comer ?.—le pregunto a Marina a la vez que froto mi estómago en señal de que tenía hambre.

—Desde pequeña has sido una niña con mucho apetito.—me dice sonriente.—Pues tenemos crepes.—me dice sabiéndose ya, que ese era mi desayuno favorito.

—Yupiii,mi favorito.—sonrío tal cual niña del kinder emocionada por su chuche favorito.

—Desde pequeña te encantan.—me dice con una sonrisa.—Aquí los tienes.—avisa sirviéndome un gran plato.

—Gracias,¡yupi dupi!.—digo para luego sonreír y disponerme a devorar mis deliciosos y hermosos crepes.

La verdad que si me encantaban, no podía encontrar mejor desayuno. Los famosos crepes de Marina eran los que más extrañaba cuando sentía hambre.

Por más que quisiese nunca jamás había podido hacer unos que me quedaran igual de deliciosos y en ningún restaurante por muy fino que fuera hacían los crepes como los hacía Marina.

Ella los hacía diferentes. Era ese sentir de calidez y el sentir que tu alma se llenaba de alegría y satisfacción cuando tan solo los probabas.

Evidentemente los crepes de Marina eran diferentes pero, ¿cuál era la magia?,¿cuál era su gran secreto?, ¿qué era lo que hacia que estos crepes fueran distintos a los otros?. Según Marina solo había un ingrediente mágico y especial, el más poderoso del mundo, el amor.

Para que sus platos triunfaran solo los hacía con mucho amor ¿Extraño verdad?, lo sé. Pero por más que costara aceptarlo era la pura verdad porque jamás de los jamaces había encontrado comida igual a la de ella.

—Mmm, te quedaron espectaculares. —digo a la vez que termino el delicioso desayuno y me limpio con una servilleta.

—¿Si?.—me pregunta con un halo de ilusión a la vez que yo en mi interior me preguntaba cuando esta mujer entendería que sus manos son mágicas y que sus platillos son obras de arte y un placer para el paladar.

—Claro que sí, tu comida es la mejor.—le digo para luego darle una sonrisa y cogerle las manos en señal de ánimo.

—Gracias mi niña.—me dice muy alegre.

—Adios mamá, adiós papá.—digo despidiendome de todos a la vez que les doy un beso en la frente.

—Adios Ava, te queremos.—me gritan al unísono cuando ya estoy a punto de salir por la puerta.

—Yo también les quiero.—les grito de vuelta.

Salgo por la puerta y me dirijo al carro donde Thomas se encontraba y esperaba pacientemente a que le dijera la dirección del lugar al que me dirigía.

—Hola Thomas, ¿cómo estás?.—le pregunto alegremente.

—Estoy bien señorita, muchas gracias por preguntar.

—No me digas así.—le reprendo. —Tu sabes que me llamo Ava por dios si eres como un segundo padre para mi.

—Esta bien se.. digo Ava. Mm, ¿a donde iremos hoy?.— pregunta el hombre algo sonrojado por la vergüenza.

—Iremos al AFI Cotroceni,ahí quedé en reunirme con Dexa.—le explico.

—Nunca te has separado de esa niña ni del príncipe. Me alegra que todavía sigan siendo amigos.—me dice sonriéndome con una cálida sonrisa a la que yo se la trato de devolver sin parecer algo incómoda.




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