- ¿No correrás?- preguntó a un palmo de mis labios luego de que estos se separaran buscando el tan anhelado oxígeno.
-Esta vez no, ya me cansé de correr.
Me dedicó una sonrisa genuina y aunque no entendiera que estaba sucediendo realmente, ahora mismo era plenamente feliz. Tan feliz que por primera vez en mucho tiempo pude quedarme dormida a su lado en aquel césped lleno de recuerdos.
Harry y yo nos encontrábamos bien, acurrucados uno al lado del otro y a su vez el velaba por mi sueño, todo esto hasta que sentí unas femeninas manos que me sacudían, hasta que me tocó despertar.
Dexa se encontraba agachada frente a nosotros, sarandeándome y mostró un semblante de alivio al observar mis ojos ya abiertos.
Se le notaba sofocada, como si hubiera corrido una maratón para alcanzarme.
-Sabía que estarías aquí. ¿Estás bien?
-Todo bien, solo necesitaba soledad unos minutos.- expliqué aunque, no tenía mucho sentido ya que en realidad, estaba muy bien acompañada.
Ella me miraba con una expresión pícara y observaba hacia Harry como pidiendo contexto así que decidí que lo mejor sería despertarle.
-Pues los acompañaré en su "soledad".-anunció Dexa poniéndole comillas a la palabra soledad, sería difícil explicarle ahora-pensé para mi.
Harry ya se había despertado de su letargo y entre mi amiga y él me observaban.
No sabía que decir pero sí lo que hacer. Hasta hace unos minutos había estado algo turbada sin embargo, ahora, a pesar de toda la situación me sentía apoyada por lo que había decidido que necesitaba comprender toda la situación y estaba segura de que mis amigos me ayudarían.
-¿Mamá decidió adelantar la coronación?-fue mi primera pregunta.
-Fue necesario, el pueblo ya lo estaba exigiendo.-me explicó Dexa.
Entendía, aunque, odiaba que esto repercutiera en mi estilo de vida y más ahora que parecía que el karma me había puesto a pagar con creces cada error que había cometido.
El casamiento, el hecho de que este se hubiese hecho público a la prensa y ya no pudiera ocultarme más, la coronación, las noticias falsas como esas en las que hablaban de mi supuesto embarazo.
Todo se nos estaba yendo de las manos y cada día nos caía más encima de nuestras cabezas pero había tomado una decisión. Tenía que salir a dar la cara y pronto lo haría, ya estaba harta de que todos hablaran como si tuvieran el derecho, esta vez no lo permitiría.
-Dejaré mi falsa identidad en la escuela y me presentaré como Ava.
-Eso está muy bien, no necesitas esconderte. Tú eres fuerte.-me apoyó Harry.
-¿Cuándo podremos hacer una conferencia de prensa? Deben empezar a dejar de hablar como si no estuviéramos presentes.
-Hemos visto para que sea mañana a las 8:00pm. Eres muy valiente Ava.-me animó mi amiga a la vez que me daba un apretón en la mano y en ese momento pensé en que si hiciera falta que me convirtiera en un fénix, lo haría, renacería de mis cenizas y me volvería más fuerte.
Todo estaría bien, traté de animarme a mi misma. Ahora necesitaba toda la fortaleza posible y si mis amigos estaban dispuestos a ser mi roca aceptaría aferrarme a ellos, a aquellos seres tan especiales que me habían enseñado que no estaba sola y se empecinaban en no dejarme caer.
Dexa se había despedido hacía unos minutos, se encontraba atareada tratando de ayudarnos a su primo y a mi a salir de todo este embrollo.
Mientras, Harry solo me observaba, aún no entendía por qué no se había ido pero le agradecía su presencia, me ayudaba mucho e incluso me reconfortó casi tanto como el hablar con mis padres unos minutos después, ellos me habían reconfortado y asegurado que todo saldría bien aunque me habían anunciado unas verdades de la que no podría escapar.
Uno, me tendría que presentar al pueblo de Grecia y dos, por lo pronto no podría deshacerme de este matrimonio, de hecho, deberíamos hacer una ceremonia formal que a más tardar debía hacerse en tres semanas.
¡Genial!
Harry había escuchado todo ya que había puesto el altavoz y ahora mismo se encontraba mirándome muy fijamente, estaba segura de que ahora que había colgado tendría algo que decirme.
¡Al parecer no!
Solo me sonrió, acercó su mano a mi mejilla y la tuvo allí durante un tiempo, acarició mis labios suavemente con sus dedos y yo lo dejé hacer. Me había perdido en el hechizo de su mirada color bosque, otra vez, él siempre tendría ese poder, el de hacer que me perdiera en su mirada y a pesar de que me preocupara en parte, no podía negar que eso también me encantaba porque nadie en el mundo podría hacer lo que su mirada hacía conmigo, me desarmaba de esa forma en que por un momento podía olvidar todo lo que había pasado, todo lo malo se iba de mi cabeza cuando le miraba y el me sonreía, me sentía plena y su felicidad me llenaba.
Por un momento se detuvo más cerca de mi y unió sus labios con los míos, con suavidad, con cariño, era algo a lo que me podría acostumbrar. Aunque, todo se detuvo cuando recibió un mensaje. Lo observó por un minuto y sonrió nuevamente, no sabía que le había provocado esto pero me encantaba que sonriera a pesar de que me daba miedo lo que pudiera contener ese mensaje.
Harry se levantó y me extendió su mano para que yo hiciera lo mismo. Era tiempo de irnos.
Él se detuvo a medio camino y aún con una sonrisa en los labios me dejó un beso en la mejilla y me dijo:
-¿Me dejarías enmendar todo el error, comenzar de nuevo?
Estaba anonadada, nunca me esperé que me dijera esas palabras, al menos no ahora, pero, sabía que estaba dispuesta. Era hora de cerrar viejas heridas, reencontrarme y reconciliarme con la vieja Ava, algo que nunca había hecho.
Porque había aceptado una nueva personalidad de sopetón sin preocuparme por ello, traté de olvidarme de la persona que había sido como si no hubiese sido nunca una parte importante de mi. No había valorado la niña que un día fui y por eso a veces me sentía rota, no por mis errores, sino por haberme perdido a mi misma, pero estaba dispuesta a iniciar desde cero y hacer las pases tanto conmigo misma como con Harry, ya era el tiempo del perdón y a pesar de todo, nunca había querido perder a mi mejor amigo y ya estaba lista para recuperarlo. Era una mujer nueva, más segura y fuerte por lo que ahora sí estaba lista.