-¿No volverás a intentar alejarme?¿No me volverás a ocultar nada más?-esas habían sido mis dos únicas preguntas. Las que definirían todo para mí en aquellos momentos fuera para bien o para mal.
Harry solo me observó con seriedad. Sus ojos color bosque se posaron en los míos y podía ver la decisión en él. Se notaba que estaba trabajando duro en ello y me di cuenta en ese entonces que no podría ser así. No podía aceptar a nadie a medias o me dabas todo o me olvidabas ya que siempre odiaría los secretos, ellos podrían separar hasta la relación más fuerte del mundo.
Comencé a levantarme dispuesta a irme pero él no me lo permitió, me detuvo y se levantó posicionándose justo a mi lado.
Volvió a mirar hacia mis ojos y sus palabras se sentían tan reales. Los ojos eran las ventanas del alma y su alma me confirmaba que me decía la verdad.
-No volveré a ocultarte nada nunca más. Lo juro.-susurró y me abrazó fuertemente.
Era completamente feliz. Al fin todo estaba saliendo bien y poco a poco había comenzado a aceptar mi nueva realidad.
(...)
-Entonces príncipe, ¿no niega que en un principio todo fue una selección?-preguntó aquella reportera que ya llevaba media hora entrevistándonos a Harry y a mí como habíamos previsto el día anterior.
Harry solo sonrió desde su lugar a mi lado y me observó con esa misma sonrisa de calidez que portaba desde que hacía unas horas todo entre nosotros se había resuelto.
Observé al público que nos miraba espectante aquí en el Centro Nacional de Noticias más conocido como CNN. Todos se veían emocionados por conocer más acerca de la realidad, de la historia de la persona que según una mitad quería el oro real y según la otra, había cambiado la vida del príncipe. Lo cierto es que todos solo buscaban algo nuevo acerca de lo que especular pero eliminaríamos todas las dudas obviando tan solo el pequeño detalle de nuestro matrimonio a causa de una borrachera, eso definitivamente no podía salir a la luz.
-No, debíamos asegurarnos de que a pesar del antiguo pacto entre nuestras familias Ava fuera realmente la indicada para el puesto de princesa, sin importar que mi corazón ya la aceptara como tal.
Justo en ese momento todo el público suspiró con emoción y yo solo le tomé de la mano mientras él me observaba con esa mirada que solo denotaba lo mucho que me quería y aprovechando su mirada le dije un te quiero sin pronunciar palabras.
-Es cierto qué se casaron borrachos?-siguió cuestionando con una indiscreción sorprendente.
Era asombro como todos aquí esperaban un buen chisme.
-Aunque todo nuestro casamiento fue secreto para todos excepto para la familia nunca pasó tal cosa. Es muy descabellado lo que se inventan por allí. El público tiene mucha imaginación-bromeó mi candelabro favorito y yo solo podía maravillarme por el arte que demostraba para las cámaras, parecía hecho para esto.
-Entonces, ¿No hubo embarazo que forzara la unión como indican algunas fuentes?
Al momento comienzo a estornudar, me había atragantado con mi propia saliva y los ojos se me querían salir de las cuencas. Sinceramente no había esperado por esta pregunta.
-Absolutamente no. Aunque algún día quiero tener hijos, esta vez solamente habían dos personas que esperaron mucho tiempo y quisieron unirse.-mentí con rapidez mientras Harry me daba palmaditas en la espalda y yo me preguntaba el por qué estas preguntas tan horribles estaban permitidas.
La reportera sonrió con esa sonrisa de dientes blancos cual anuncio de pasta dental, agitó su cabellera rubia de largos rizos y nos miró como diciendo que era hora de ir a los asuntos serios. Se entrelazó las manos que puso encima de la rodilla y ahí fue cuando comenzó con el cuestionario que según nos había dicho le había hecho llegar el pueblo y las otras cadenas de noticias.
-¿Cómo conoció y se enamoró de la princesa Ava de Grecia?-preguntó a Harry sosteniendo uno de los papeles que contenía las preguntas y abrió los ojos desorbitados cuando leyó la palabra princesa.
Sabía que pocos se lo podían creer. Hasta hace poco no era nadie más que una plebeya, que aunque famosa no dejaba de serlo, Ava Tracey, la chica de Tracey 's Empire.
Nunca me creí a la altura por mi falta de sangre real y sin saberlo siempre la tuve, siempre estuvo ahí.
-Un día iba caminando sin rumbo por el palacio y digamos que vi una injusticia y yo siempre he odiado las injusticias-se pausó un instante- Le pregunté a Ava el por qué había dejado que eso sucediera y desde aquel día nos volvimos amigos y me juré protegerla. Mi misión de por vida .
-Se convirtió en mi mejor amigo y con el tiempo yo fui sintiendo algo más fuerte que traté de retener porque él era mi mejor amigo.-le sonreí y él me devolvió el gesto. Realmente me estaba enamorando nuevamente o tal vez nunca había dejado de amarle y quería ocultármelo a mi misma.-Pensé que él no sentiría lo mismo y pues, me tocó irme al extranjero.
Miré hacia otro lado que no fuera el público ni la entrevistadora, me sentía incómoda. Abrí el pomo de agua que llevaba en mi mano izquierda desde que había llegado al lugar y tomé un largo trago. Esto estaba siendo algo duro para mí ya que no acostumbraba abrirme tanto con personas desconocidas.
Odiaba estar en boca de todos por culpa de mis errores ya que aunque ahora estuviera bien con Harry no soportaba el hecho de que todo esto hubiera sucedido de aquella manera.
-Entonces, lo que ella no sabía era que siempre estuve enamorado de ella y cuando regresó me dije que esta vez todo tenía que ser diferente. Si ella me enamoró la primera vez sin saberlo esta vez me tocaba hacer las cosas bien a mi porque cuando amas a alguien quieres ser lo mejor por esa persona y no paras hasta ver que sonríe genuinamente por primera vez en mucho tiempo.
Luego de ello siguieron preguntas sin mucha importancia pero jamás olvidaría como mis manos temblaron ante sus palabras. No sabía si eran ciertas pero aquella forma en que lo dijo, la convicción en sus ojos, todo aquello había hecho que mi corazón latiera aún más rápido y fuerte. Entonces no me importó nada más.