—Mamá, vuelvo más tarde...—se despide Paul mientras sale de casa.
—Adiós cielo, cuídate y recuerda que hoy iremos a visitar a tu abuela, te amo—le dice su madre desde la ventana mientras ve como su hijo se retira a tomar el transporte.
Paul camina hacia la parada donde espera el transporte, después de unos minutos este pasa y sube rápidamente, al primero que ve es a Justin su mejor amigo.
—¡Buenas!—se pronuncia con alegría y se sienta junto a él.
—Ayer me dejaste solo en la partida, de repente mire que ya no estabas en línea y yo solo tuve que terminar la partida, traidor—dice Justin un poco indignado y a la vez bromeando.
Durante el trayecto ambos charlan sobre las partidas que jugando anoche en Call Of Duty, la tarea que dejó la maestra de artes y español y sobre la prueba de fútbol Americano que tendrán el día de hoy.
Después de 30 minutos llegan a la escuela, Ericka, la novia de Paul le espera en la entrada.
Paul corre para abrazarla. —Está noche fue eterna, cuando no te veo cuentos las horas para volver a ti—dice Paul mientras sus rostros están unidos.
—Ay por favor, solo pasaron unas horas desde que se llamaron por teléfono. Exagerados—dice Justin mientras caminan hacia la escuela.
La mañana transcurre normal, las clases son usuales, es un lunes común y corriente, aburrido como casi todos los lunes.
A la hora de salir de clases, Paul y Ericka caminan juntos hacia el campo, Paul entrenará como ya es usual y Ericka se retirará a su clase.
—Amor, recuerda que hoy iremos a cenar a la pizzería que te dije, tengo muchas ganas de probarla—dice Ericka mientras ambos caminan.
Justin pasa por un lado de Paul golpeándolo con el casco.
—Lo aplastare...—ríe mientras Justin se va corriendo al campo.
—Nos vemos al rato, bebé—dice Ericka mientras le da un beso.
Paul se coloca su casco y se dirige al campo para comenzar a entrenar.
Mientras entrenan Paul intenta correr con el balón pero es detenido por dos chicos, cayendo fuertemente en el suelo, inconsciente.
Paul logra sentir dolor y ve solo oscuridad.
El primero en correr a ayudarlo es Justin, quien le quita el casco y nota que está sangrando.
—El golpe no pudo ser tan fuerte...—dice un compañero.
—¡No se mueve!—grita Justin al mismo tiempo que el entrenador llega corriendo par auxiliar.
Paul se encuentra en el suelo con una pierna doblada y sus brazos extendidos, mientras el entrenador y Justin lo intentan levantar.
—¡Paul!—Paul logra escuchar a lo lejos la voz de Justin, para después perderse por completo.
Después de unos minutos despierta de golpe y con respiración agitada, lo primero que percibe es un sonido que emite una máquina... logra ver que está en una habitación de hospital, se levanta un poco y puede notar que Justin se levanta con asombro.
—Justin... ¿qué pasó?—dice una voz afeminada.
"Paul" lo nota y al mismo tiempo Justin se acerca.
—¡Paola! ¡Despertaste!—Justin se emociona al ver a su mejor amiga despierta de nuevo, sale corriendo de la habitación y avisa que despertó.
—¿Qué?...—se ve sus manos y puede notar que no son diferentes, son más delgadas y afeminadas, su piel se volvió más pálida y se siente diferente.
—No, no, no... ¿que está pasando?—se dice a sí misma agitada y entre lágrimas de desesperación.
Una enfermera entra y rápidamente intenta tranquilizarla, Justin sale de la habitación e ingresan mas doctores.
La enfermera intenta controlar a Paola. —Mi niña, cálmate por favor...—voltea y ve los doctores entran a la habitación. —Doctor, por fin despertó pero parece estar en un estado de shock, está muy confundida y un poco alterada—dice mientras la sujeta fuertemente.
—Paola, por favor cálmate...—le pide un doctor mientras se sienta a un lado de ella.
—¡¿Qué está pasando?! Yo estaba jugando fútbol...—grita Paola mientras el doctor se sienta a un lado de ella.
—Estuviste mucho tiempo en coma, bueno, fueron 8 meses, aquí te hemos tenido, así que quizás por eso estás confundida... te mostrare unas fotos tuyas—el doctor abre el cajon que está a un lado de la cama, toma unas fotos y se las muestra a Paola.
Paola niega con la cabeza y comienza a sentir un fuerte dolor de cabeza. Sostiene las fotografías donde está con sus amigas, amigos y familia.
—Es que no puedo ser... no sé qué está pasado, yo soy Paul... no pude haberlo imaginado—dice Paola entre lágrimas mientras sostiene las fotos.
El doctor la toma de los hombros. —Escúchame... estuviste mucho tiempo en coma, eso te hace imaginarte algo que no existe... entiéndelo, eres Paola Mitsue, ese es tu nombre... tal ves te cueste adaptarte de nuevo a esta vida, pero lo harás...—le dice mientras la inclina y recuesta sobre la cama.
Paola confundida pide unas pastillas para el dolor de cabeza. Una enfermera le entrega rápidamente unas pastillas.
—Gracias... ¿que día es hoy?—pregunta.
—Miércoles 19 de marzo del año 2019...—contesta el doctor.
"Es la misma fecha que recuerdo..." piensa.