Una Reina Para El Principe

Capítulo 3

Mi cabeza me dolía, me costaba ver claro a mi alrededor. No lograba recordar que había pasado la noche anterior. Intente levantarme, pero algo fuerte me tenia amarrada. Cerré los ojos por unos segundos antes de abrirlos otra vez. Repetí el proceso varias veces hasta que por fin veía mejor el desconocido lugar.

¿Un hotel? Mi habitación no es.

Observe lo que me tenia y, todo el sueño y pesadez desapareció de mi cuerpo sin ropa. Mi corazón se acelero al punto de querer salir corriendo. Seguí la mano que me agarraba y recuerdo al chico de ayer.

Oh mierda.

Ambos pasamos la noche.

El golpeteó se intensifico y una fuerte ofreció se apodero de mi por completo. Había despertado en la cama con una persona que no conocía y ambos habíamos hecho cosas que no debía.

—¡Ahhh!—Grite presa del pánico, sin detenerme a pensar en que no deseaba que el tipo despertara.

Oh, no.

—¡Ya desperté!—El hombre grito asustado mientras se iba de lado en la cama cayendo al suelo.

Ahora debía enfrentar al tipo con el que pase la noche, en vez de quedarme callada y huir lejos esta habitación. Unos pasos se aproximaron de forma rápida, hasta que la puerta se abrió y me cubrí con la sabana que había en la cama.

Dime que no me metí con ambos.

No pude hacerlo ¿Verdad?

—¿Qué pasó?—La tranquilidad del otro hombre me sorprendió.

El hombre que hace unos instantes estaba conmigo en la cama, se sentó en el suelo mientras se sobaba la cabeza. Apenas noto mi presencia su rostro mostró el mismo desconcierto que yo presente segundos antes. Estaba tan confundida, al encontrarme con Harry y Nicholas involucrados en esta situación.

Dios yo necesitaba un trabajo, no envolverme con desconocidos.

Apreté las sabanas contra mi cuerpo. Estaba demasiado conmocionada para saber que debía decir o hacer.

—¿Qué sucedió anoche?—Escucho la voz de Nicholas y reacciono.

Quería salir corriendo de la habitación, parecía que nadie recordaba lo que sucedió y mientras pudiera omitir ese detalle de mi vida podría seguirla sin problema. Estaba en vuelta en problemas y unos bastante graves.

—Necesito irme de acá.

Busque por todos mi ropa, pero no lograba verla. No pensaba salir corriendo en toalla hasta mi casa.

—No sean santurrones—Observo a Harry sorprendida—. Vístanse, nadie saldrá corriendo de este lugar.

La situación parecía divertirle, pero no encontraba nada bueno en todo esto.

—Necesito volver a casa—Me levanto de la cama, aún enrollada en toda la sabana.

—No vas a poder—No me estaba gustando su actitud.

—¿Por qué no se puede ir? Es libre de hacerlo

No podia obligarme a quedarme en ese sitio, solo porque así quería. Tenia amigas a las cuales estaba preocupando y seguro estarían llamando a la policía para que me busquen. Si me negaban mi libertad, estarían cometiendo secuestro y podia denunciarlos, sin importar si eran extranjeros.

—Estamos en un avión de camino a Inglaterra.

En ese momento no me importo la migraña. Me acerco a la pequeña ventana de una de las paredes y miré hacia afuera. Los cielos eran claros y las nubes demasiado reales para involucrar esto como parte de mi imaginación.

¿Dónde me metí ayer?

Intente recordar algo de la noche anterior, pero solo logre maximizar el dolor punzante que presentaba. Agarre mi cabeza con una mano, mientras que con la otra seguía sosteniendo la sabana alrededor de mi cuerpo.

—Pónganse algo de ropa—Coloca una bolsa en la mesa—. Hablaremos con más calma afuera, les contaré todo lo que pasó anoche.

Recuerda.

Agarre la bolsa y saque un vestido y ropa interior. Mire a todos lados y abrí una puerta dentro de la habitación. Suerte se trataba del baño y podia cambiarme en el. No dude en entrar y cerré la puerta.

Observó mi cuerpo en el espejo del baño. Analice cada centímetro de mi piel para saber si me encontraba completa, al menos no me faltaba ni una parte de mi cuerpo. Si quisieras picarme en pedazos seguro debieron hacerlo anoche. Lo que sí encontré fueron los pequeños hematomas y marcas de diente por mi cuerpo y piernas. Cada marca era bastante visible y eso hacía que la vergüenza llegara hasta mi rostro. 

¿Como veré la cara de ambos? Ni siquiera podia entender como pude estar hace segundos cubierta por una sabana que era más transparente que estar sin nada. Debía ser valiente y enfrentarlo a ambos. Buscaría la forma de viajar de regreso o al menos que ellos me colaboraran con el viaje de regreso a mi país.

Tenia evidencias claras de que hice algo con el bizcocho de hombre ¿No podia al menos recordarlo? Solté un suspiro y me vestí resignada. Volví a acercarme a la ventana y gemí de frustración ¿Dónde me metí? No pensaba bien las cosas sobria, ahora demostraba que causaba muchos problemas borracha. 

Escuche la puerta de la habitación, así que decidí salir de esta. Estaba sola en el cuarto, así que me dispuse a salir, pero antes me acerque a la cama y pase los dedos por el lado de la cama donde durmió Nicholas.



#53 en Otros
#24 en Humor
#63 en Novela contemporánea

En el texto hay: comedia, romance, plebeyos

Editado: 19.05.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.