Una Reina Para El Principe

Capítulo 7

Me sentía un poco incómoda, no sabía cuanto tenía que esperar, pero, era difícil tenerlo al frente y callado, aunque era seguro para mis bragas, porque así no terminarían más mojadas. Lo miro un poco apenada y el comenzó a caminar en dirección al armario, lo seguí con la mirada, observe como lo abrió y miro lo que había dentro. De mi posición no podía ver mucho, su cuerpo tapaba casi toda la puerta del armario, pero por lo que podía observar a duras penas, note que estaba mirando la ropa.

—Colócate esto—Menciono en su idioma y yo parpadeé tres veces.

Él se retiró del armario cerrando la puerta y me estiro una vestimenta muy extraña, parecía un vestido, pero era de dos piezas.

—¿Qué es eso? —Pregunte confundida

—Se supone que un vestido, soy malísimo escogiendo ropa para mujer—Susurro y yo reí levemente—Te llevaré a dar un paseo por el lugar y si alguien nos ve, es mejor que no te vea en pijama.

Acabo de escuchar que me llevaría a dar un paseo, ese principito con mirada hermosa y voz caliente me llevara, a mí Tania Jones, de paseo, díganme donde me debo montar y yo lo hago.

—Está bien—Dije.

Intente ocultar una sonrisa, pero fue imposible, apenas escuche lo que me dijo, eso fue lo primero en salir.

—Bueno, ten, te espero afuera—Comento estirándome el vestido.

Yo lo tomo entre y nuestros dedos se rozaron, lo miré con mis mejillas sonrojadas y el me dedico una sonrisa. Si no salía en estos momentos de la habitación era capaz de saltar de la emoción frente a el, pero quedaría como una chica muy rara y ahí puede que se aleje de mí. Como si me hubiera leído la mente el salió de la habitación dejándome sola en ella, ahora si podía saltar de felicidad, pero no gritar, aunque si me ponía a hacer eso, significaba que lo dejaría esperando un rato y puede que cambie de opinión.

Agarre el vestido y lo extendí en la cama, para luego quitarme el pijama, no sabía si el vestido que quedaría, pero ya estaba en ropa interior mirando como debería ponerme el vestido cuando.

—Esto en…

Cuando escuche la voz del principito voltee a mirar y lo vi en la puerta con la boca abierta mirándome fijamente. Mis ojos se abrieron al recordar que estaba en ropa interior y bajo la mirada de sus perfectos ojos azul marino, no sabía si taparme o que hacer, está completamente petrificada bajo la esencia de su mirada, mis mejillas comenzaron a arder levemente, mientras lo miraba fijamente a los ojos. 

Mi cuerpo estaba quieto, mi mirada estaba en el y su mirada en mí, no podía moverme, era simplemente como si esos ojos de color gris me cautivaran demasiado, me quisieran dejar expuesta ante su mirada metálica, yo no hacía intención de moverme y el no hacía nada para quitar su mirada de mi cuerpo.

—¿Qué haces…?

La voz que reconocía como la de Harry altero a Nicholas, logrando que el cerrara la puerta de un momento a otro, pero el quedándose adentro de la habitación conmigo dentro.

En ese momento agarré el pijama que tenía hace un rato y me cubrí mi casi desnudes con ella. Estaba completamente avergonzada por no haberme tapado antes, ahora lo tenía a el, aquí en esta habitación de marfil.

—Lo… lo lamento tanto—Comento mi príncipe con esa voz que me mojaba hasta el alma.

Me mordí el labio por sus palabras, el solo se dio la vuelta y empezó a mirar para la pared, me estaba dando la espalda, seguro era para que me cambiara o tal vez porque sentia vergüenza por mí.

—Cámbiate, prometo no mirar—Artículo.

Solté un suspiro. Tal vez había visto en mi cuerpo varios defectos que no le gustaban o tal vez no lo había hecho, puede que solo le de vergüenza mi cuerpo y le parezca feo, que no sienta ningún deseo de tocarlo, porque si yo lo miraba a el, me daban ganas de tocarle hasta la cola, bien grande y redondita. Tome aire y me empecé acercar a donde estaba, no estaba muy segura de lo que hacía, pero si sabía lo que quería, aunque puede que el tenga novia, pero si la tiene lo averiguaré en este momento, ademas no estoy haciendo nada malo, solo quiero exigir mis derechos de esposa, nada más.

Cuando estaba detrás de el, le toque su hombro haciéndolo girar hasta mi, mis ojos se encontraron el matiz de los suyos, eran altamente hipnotizantes.

—¿Qué paso?—Comento en un susurro ronco—Te moles…

No le deje terminar porque me puse de puntas pegando sus labios contra los míos, no fui capaz de iniciar un beso, me había arrepentido antes de hacerlo, si tenía novia, yo quedaría como una zorra completa, no podia darme el lujo que pensara eso de mi. Cuando estaba a punto de separarme para pedir disculpas, sentí como sus manos pasaban por mi cintura apegándome a el, mis ojos estaban entre cerrados y los cerré por completo cuando sentí su boca besar la mía con mucha intensidad, solté el pijama que tenia agarrada con las manos y las pase por su cuello respondiéndole el beso. Sentí como sus manos, pasaron de mi cintura hasta levantarme de mis muslos, yo enrollé mis piernas a su alrededor y me pude dar cuenta que estaba mega húmeda y también sentir la dureza de su miembro dentro del pantalón.

El comenzó a caminar en dirección de la cama y me deposito lentamente en ella sin separar su boca de la mía, me sentía en el paraíso completo, sus labios sabian delicioso. Cuando nos vimos obligados a separarnos fue por falta de aire, el me miro a los ojos y se le veían más oscuros que antes.

Cuando pensé que se iba a ir o a disculpar por lo que había pasado, fue todo lo contrario, sus labios volvieron a buscar los míos para volverlos a besar, solté un gemido cuando su lengua entro en mi boca, senti como su mano acariciaba mi cuerpo encendiéndolo por donde pasaba, provocándome pequeños calambres. Su mano pasó por mi espalda hasta llevar a mi sujetador y sentó como cada broche cedía poco a poco, mi sostén desapareció de mi cuerpo, dejando mis pechos al aire.

—Hermano, ¿Qué haces? —La voz de Harry nos obligó a separarnos.



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En el texto hay: comedia, romance, plebeyos

Editado: 31.05.2024

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