Una Reina Para El Principe

Capítulo 9

—Está bien—Dije en un susurro.

—Sígueme—Comento.

El comenzó a caminar y yo no podia seguirle el paso, me estaba quedando atrás y eso no me gustaba, en un momento el se dio la vuelta y se paró enfrente mío, yo solo cumplí con mirarlo e iba a decirle que me costaba caminar con estos zapatos que tenían algo que me estaba maltratando, pero no tuve tiempo porque el me agacho y me levanto entre sus brazos fuertes.

No era capaz de pronunciar palabra, solo veía el perfil de su cara por debajo y se veía muy encantador noté como daba la vuelta en un gran arbusto y había muchos mas, parecía un camino, cada arbusto tenia flores y miraba detalladamente las vueltas y giros que daba, una y otra vez, de derecha a izquierda, esto si parecía un verdadero laberinto, pero se detuvo un momento y me deposito lentamente en el suelo.

—Creo que aquí estás lejos de la visión de mi madre—Comento empujando un arbusto y dejando ver una fuente.

Abrí la boca y me adentre a ese lugar, había una hermosa fuente y muchas flores, seguí mirando hasta que me tope con mi príncipe sentado en una banca mirándome fijamente.

—Ven siéntate—Menciono.

Yo me acerco y me senté a su lado, respire hondo y lo mire a los ojos.

—¿Por qué dijiste que aquí podría estar lejos de la visión de tu madre? —Pregunte.

Si pensaba que no preguntaría, estaba muy equivocado, tenida demasiadas preguntas por hacerle y una de esas era saber por cuanto tiempo me quedaría aquí, necesitaba prepararme psicológicamente cuando me tenga que ir.

—Porque… Mi madre es un poquito especial y digamos que… No le caes muy bien—Comento.

No podia creer que no le cayera bien a la reina de Inglaterra sin ni siguiera conocerla, pero la comprendo yo si tuviera un hijo y me saliera que se caso con una desconocida, yo también estaría muy molesta con solo pensar que tal vez la otra persona lo provocó.

—¿Cuánto tiempo estaré aquí? —Seguí preguntando.

—No lo sé, estábamos pensando en dejarte ir unos días después de que llegaras, pero todo se arruino cuando se filtro fotos tuyas y mías muy comprometedoras—Artículo y yo abrí los ojos.

No puede ser, no quería imaginar que fotos habían sido las que se filtraron y esperaba que no salieran en las noticias, porque si no todos mis familiares se enterarían.

—Salió en las noticias—Comente.

—Sí, eres la chica desconocida, junto a un príncipe en una pista de baile en un bar y no precisamente bailando, también en otra te llamaron la chica misteriosa y algunos otros nombres pusieron—Comento.

¿No precisamente bailando?, estábamos haciendo algo en la pista de baile aparte de bailar.

—¿Entonces? —Pregunte.

—Para evitar rumores, se dirá que tú eres mi prometida y que nos vamos a casar—Comento el.

¿Casarnos?, ya no estábamos casados, yo para qué quería casarme otra vez, ya me conformaba con estar casada con el una vez, para que dos veces, aunque me moría de ganas porque eso pasara, yo sabía que no iba a ser verdad.

—Ya veo…

—Tranquila, haré que tu estadía sea grata en el palacio los meses que estés, aunque a veces tenga que viajar, me aseguraré de dejarte con la mejor compañía…—Hizo una pausa—… para que no te pase nada, pero te pido que seas fuerte, Tania, que yo estaré a tu lado para cuidarte.

Mi corazón comenzó a latir fuertemente por sus palabras, no podia creer lo que acabo de escuchar, es simplemente encantador y perfecto, por razón me tiene tan loca, el es un príncipe divino con voz moja, bragas que me quiere cuidar, pero que yo quiero besar, violar y cualquier otra cosa posible.

—Gracias, pero, ¿con quién me dejarás cuando te vayas? —Tenia que preguntarlo, no podía quedarme con la duda, note como el río un poco ante mis palabras.

—Con mis hermanas, sé que se llevaran muy bien, ademas… sé que cuando te conozcan no te querrán dejar sola—Comento.

No podia creer que el estuviera seguro de que les caería bien, si su mamá no me conoce y ya le caigo muy mal.

—¿Por qué piensas que les caeré bien? —Pregunte sería.

—Porque a mi me caes muy bien, Tania, y con eso basta tanto para ellas, como para mi.

En ese momento le iba a preguntar algo, pero no pude porque sus labios se abalanzaron sobre los míos, comenzando un delicioso beso, mis manos fueron a su cuello y jugué con su pelo, senti como sus manos se posaron en mis caderas levantándome con un movimiento fuerte poniéndome a horcajadas sobre el, su lengua entro en mi boca profundizando cada vez mas el beso, un gemido se ahogo con sus labios cuando senti sus dos manos que me apretaron mi culo con fuerza.

—Eso es trampa, yo quería apretarte el tuyo

Apenas me di cuenta de lo que había dicho, me tape la boca con ambas manos, no podia creer lo que había dicho.

 



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En el texto hay: comedia, romance, plebeyos

Editado: 19.05.2024

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