Una Reina Para El Principe

Capítulo 11

Ahí venía su majestad el rey con Harry a su lado, la madre de mi principito volteo a verlo y yo luego dirigí la mirada hasta la cara de mi príncipe, que para mi sorpresa me estaba bien, sonreí un poco tímida y llena de muchos nervios, para mi agrado el me devolvió la sonrisa con naturalidad haciéndome sonrojar un poco.

—No quiero a estar mujer aquí—Menciono la reina señalándome.

Yo me volví a esconder, aunque no me servía de a mucho, yo le llegaba por los hombros al príncipe, si me ponía de puntas podía ver por encima de su hombro,  pero igual el me había escondido detrás de él para protegerme de su madre.

—Mujer, ya hablamos de eso, la señorita Jones se quedará aquí—Comento el rey.

—No me importa, voy a decirle al abogado real que comience con los trámites de ese absurdo divorcio, no pienso permitirlo—Mascullo la reina.

Se notaba muy molesta

—Madre, el que tiene que comenzar con los trámites de divorcio es Nicholas y eso sí, solo si de verdad se quiere divorciar—Cometo Harry.

¿Si de verdad se quiere divorciar?, Por mí que no lo hiciera, pero igual es decisión de el, yo no me puedo hacer ilusiones con ese hombre, yo no lo conozco y solo sé que es tremendamente encantador y yo estoy encantada con el, muy encantada.

«Si sigues a este paso, será enamorada», mi mente tenia razón, no podía ilusionarme mucho con el, en algún momento esto se acabará y pues... Cada quien continuará con su vida.

—Mi hermano tiene razón, madre—Comento Nicholas—, creo que estoy lo suficientemente grande para solucionar las cosas yo solo.

—Yo también pensé que eras lo suficientemente sensato hijo, pero te dejaste engatusar por...

—¡Olimpia, basta!—La interrumpió el rey—, Nicholas, llévate a Tania de aquí.

—No es necesario que me lo digas, padre, igual pensaba hacerlo—Comento mi principito.

El volteo a verme y me sonrió, me agarró de la mano y empezó a caminar en dirección al palacio, yo lo seguía con la cara un poco sonrojada.

—¡Nicholas!, ¡Nicholas!...

La voz de la reina se escuchaba desde lejos, intente voltear a ver qué estabas pasando detrás de nosotros.

—No voltees.

La voz del príncipe llamó mi atención y le hice caso, seguí mirando para adelante ignorando lo que estaba pasando atrás, cuando entramos al palacio nos detuvimos.

—Lamento lo que mi madre dijo—Dijo y yo negué.

—Tú ya me advertiste que le caía mal...—Articule con una sonrisa—... Aunque no pensé que tan mal le cayeran, para pensar que soy una cazafortunas, pero te prometo que yo no planee nada de esto, apenas ayer empezaba a ser desempleada y ahora miré por ponerme a tomar en la situación en la que estoy metida... Debimos tomar con cuidado, así tu madre no pensaría mal y creyera que soy una oportunista, ni tampoco tendrías problemas con ella...

«Y no estuviéramos casados», complete mentalmente.

Aunque no me arrepentía de nada, no podía agradecer por lo que había pasado, pero si podía disfrutarlo al máximo, claro estaba si la oportunidad se presentaba.

La cena había sido una tortura, para mi desagrado, mi príncipe hermoso me había quedado bien lejos, que bien lejos, puramente lejos, en la mesa se sentó su padre en la cabeza, la reina al otro lado, Nicholas y Harry al lado de él y yo, al lado de Harry, por una parte, podía ver al príncipe, pero había tenido a Harry hablándome toda la bendita cena.

Había sido más que difícil llegar a mi habitación, afortunadamente Harry me trajo, porque mi príncipe tenía unos asuntos que arreglar, con su padre, así que no tuve la oportunidad de verle más, ahora tenía a su hermano metido en mi habitación, mirando todo.

—¿Qué hacía mi hermano esta tarde aquí adentro?

Tal vez debería decir, preguntando de todo, porque lleva diez minutos dándole vueltas al asunto y yo no pensaba decirle que nos habíamos besado y casi, solo casi consigo una tarde de placer con el, pero como el señor tuvo que interrumpir, pues, simplemente me tocó conformarme con cambiarme y listo.

—Ayudándome a escoger el vestido—Respondí.

No era de todo mentira, el me había escogido el vestido y déjenme decir que tenía muy buen gusto, sencillamente lo secuestraria para que me escogiera el vestido todos los días.

—Qué raro, el me dijo otra cosa—Comento.

En ese momento no supe donde quede, estaba completamente en shock, no tenía ni idea que le había dicho su hermano, pero creo que no fue lo que yo acabo de responder—La cagas—, pero bien cagadas, diría yo.

—¿En serio?—Dije indecisa.

—Sí—Artículo—, mi querida, cuñada, porque eso eres, este hombre partirá pasado mañana a un viaje, déjame decirte dos cosas muy simples.

Yo asentí esperando que continuará, porque no sabía qué diría o, pero si tenía que ver con su partida, esperaba que me dijera que el príncipe se quedaría conmigo, que esta no es mi habitación, sino la de el, que dormiremos juntos, muchas cosas.

—Primero: Mi hermano es gay—Cuando escuché eso, mis ojos se abrieron por la sorpresa.

 



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En el texto hay: comedia, romance, plebeyos

Editado: 21.05.2024

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