Una Reina Para El Principe

Capítulo 12

Tenía que ser mentira, eso no podía ser verdad, simplemente el no podía ser gay, si besaba muy bueno para serlo, le creería que tal vez tirará para ambos lados, pero hay, no.

—¿Y por eso mismo termine teniendo sexo con el?—Comente con ironía.

Mis mejillas se tornaron un poco rojas cuando había dicho eso, ¿Cómo lo hice?, No sé, ni yo sé cómo había dicho eso, no soy mujer de ser... Tan expresiva con mi boca.

—Tienes razón, pero...—Dudo un momento—... Te mantendré vigilada querida cuñada, espero que te lleves muy bien con mi hermano y se conozcan muy a fondo, también espero que mantengas tu posición de esposa y prometida de mi hermano, por ninguna razón dejes que ese puesto.

No tenía ni puñetera idea a lo que se refería, parecía una invitación a que fuera la esposa de su hermano e hiciera reclamo de mis derechos maritales, pero bueno, no podía saber cuáles eran sus intereses al decirme todo esto.

—¿Disculpa? —Pregunte confundida.

—No te lo diré, eres la esposa de mi hermano y solo te puedo felicitar por como le respondiste a mi madre, sigue así, querida mía, me haces sentir orgulloso de que fueras tú—Comento.

—Tendrás una agenda, aprenderás muchas cosas, te convertirás en la re... Princesa perfecta y espero que sepas aprovechar las oportunidades.

Cada vez estaba más confundida, no estaba entendiendo ni pío a lo que esté hombre, quería decirme, me parecía muy extraño.

—Cuídate, recuerda esto—Se acercó hasta donde yo estaba y acercó sus labios hasta mi oído—, tú eres la esposa del segundo príncipe de Londres, eso te convierte en princesa, tienes el derecho de estar aquí y no te dejes pisotear por nadie, no tengas miedo, mi herma...

Un carraspeo de garganta hizo que Harry se alejara de mi con una sonrisa satisfactoria, yo estaba aturdida, completamente aturdida y más cuando encontré mi mirada con el príncipe moja bragas parado en la puerta con semblante serio.

—Ya sabes, querida—Se volvió acerca—, este es nuestro secretito, nada de contárselo a mi hermano.

Se separó y camino hasta donde estaba Nicholas.

—Viniste a visitar a tu esposa—Comento Harry con burla

—No, viene a buscarte a ti, imbécil—Artículo entre dientes.

Mis ojos se abrieron, ¿había escuchado un insulto de ese hombre?, por favor, díganme qué estaba en lo correcto, porque no lo podía creer, era simplemente algo que no sé vida y escuchaba todos los días salir de su boca.

—Calma, relájate, solo vine a decirle a Tania que tanto tu número como el mío están guardados en su teléfono y que lo puede usar sin problema.

¿Cuando me dijiste eso?, Estaba tan metida en mis pensamientos que no le había escuchado, aunque claramente eso era imposible porque había escuchado cada palabra que había salido de su boca.

—Esta noche va a llover, abrígate bien.

—¿Qué?—No alcance a preguntar por qué ambos hombres habían salido, no lo podía creer, mi principito me acaba de decir que me abrigaba bien... ¡Un momento!, El dijo lluvia, esta bendita noche va a llover, «Olivia», pensé mientras buscaba una de las pijamas de seda, había varias y esta noche una me llamo mucho la atención y fue esa pijama rosa pálido que parecía brillar.

Luego de cambiarme me acosté en la cama mientras miraba mi teléfono, tenía muchos mensajes de mis amigas, tenían que estar preocupadas o bueno eso parecía cuando note que el último mensaje fue hace algunas horas, sin olvidar que en las llamadas había una que fue aceptada, ¿Quién fue?, Tal vez Harry o mi príncipe, puede ser alguien más, pero simplemente eso no importaba por el momento. Me di la vuelta y escuché un ruido extraño, en ese instante percaté que había sido mi estómago que empezaba a rugir, la cena no había sido mi favorita, casi ni probé bocado, ahora en este momento me pasaba factura la comida.

«No pasaba nada si me aventuraba por los pasillos», puede que encuentre la cocina y pueda comer algo, ya sea una manzana que esté por ahí esperando ser devorado por mí, no me importaría que fuera verde, ya que ese sabor entre dulce y amargo es delicioso.

Estoy bien, perdón por lo que pasó, hablamos luego, tengo sueño y estoy muy cansada.

Le envié un mensaje a Tania antes de poner el teléfono en la mesa y salir de esa habitación, miré por todos lados y estaba muy oscuro, tenía que tener cuidado de no salir pérdida de aquí, así que comencé a caminar en la dirección que creía que quedaba la cocina, empecé a caminar  dando vueltas, por un lado, y el otro, definitivamente estaba más que pérdida, ahora no sabía donde quedaba mis benditos aposentos, así que me detuve frente a un ventana.

 



#53 en Otros
#24 en Humor
#63 en Novela contemporánea

En el texto hay: comedia, romance, plebeyos

Editado: 19.05.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.