Una Reina Para El Principe

Capítulo 20

Sus ojos se abrieron cuando de mis labios salieron esas palabras. El no dijo nada, se quedó varios segundos ahí sentado mirándome como si tuviera algo horrible en la cara, ¿Será que no salió del clóset?, Pero si estaba besándose con Jeffrey en un pasillo es casi imposible creer eso.

—¿Katherine te lo dijo?—Pregunto luego de un tiempo.

Su mirada era sería y parecía que todavía estaba intentado digerir mis palabras.

—No—Respondi—, vi como lo besaba en el pasillo y luego lo metias a una habitación.

En ese momento el sonrió y se pasó su lengua por su labio inferior, «¿Estaba recordando?», debía ser muy seguro, porque su cara había cambiado drásticamente, pasó de estar asombrado a tener una gran sonrisa.

—¿Alguien estaba contigo y vio lo sucedido? —Pregunto recuperando.

—No, solo yo los vi—Comente.

En su cara se puso una leve sonrisa, no sabía que estaba pensando, pero se veía relajado, bastante distraído.

—No le digas nada, ni a mí madre, ni a Jena, ni mucho menos lo comentes con Nicholas.

—¿Conmigo que?—Ambos nos teníamos y giramos en dirección de la puerta.

Ahí estaba Nicholas parado con su ceño fruncido y un poco desconcertado.

—Que cuando Tania se divorcie de ti, ella se casará conmigo, porque me ama, ¿Verdad?

«Espera ¿Que»

Estaba confundida, Harry me guiño su ojo antes de pararse y salir sin decir nada. Yo tenía al garganta aún más seca, me había quedado sin palabras al escuchar eso, ni loca pensaba casarme con Harry, aunque podía ser una broma de su parte «Ni mucho menos lo comentes con Nicholas», se repitió mientras Nicholas cerraba la puerta detrás de él, sin quitarme la mirada de encima.

—¿Eso es verdad? —Pregunto pero yo no podía articular palabra, —Tania, contesta, ¿Es eso verdad o mi hermano me está tomado el pelo?

El comenzó a acercarse hasta sentarse frente mío y mirarme serio, no sabía que me pasaba, pero no podía articular palabra, me parecía que había escuchado mal lo que su hermano me dijo, no lo sabía a ciencia cierta.

—¡Joder!—Lo escuché decir mientras se levantaba del sillón y caminaba hasta un escrito—El silencio otorga, así que si es verdad, ¿No?

«Contesta maldita sea»

—No—Dije cuando por fin pude reaccionar—, no es verdad lo que tú hermano dijo, solo, te estaba intentando joder.

Añadí y el dirigió su otra vez a mi y se quedó ahí, sin decir ninguna palabra, solo mirándome fijamente, como si intentará encontrar algo detrás de lo que le acaba de decir.

—¿Ah, si?, El quiere jugar sucio...

Lo último no lo alcance a escuchar porque lo dijo en un susurro y estaba lo suficientemente lejos como para no entender susurros, así que solo me levanté del sofá y lo miré.

—Sera mejor que me vaya, me imagino que tienes trabajo que hacer—Comente.

—Si, no imaginas mal, pero...—Hizo una pausa—... Si sales por esa puerta y alguno de tus profesores te ve, créeme que desearás haberte quedado aquí haciéndome compañía en ves de salir y dejarme solo.

Comentó mientras se acercaba a mi lentamente—¿No es así?—Dijo cuando estaba cerca mío.

—Es algo que tengo que sufrir, los golpes en mis nalgas si me muevo más de lo debido y cual mecanismo exagerado y oxidado que se encuentre en ese castillo, ¿Es mi obligación, no?—Comente dando unos pasos para atrás cuando sentí que tal vez estaba muy cerca.

—Puede ser... Pero, yo sé de una obligación que tienes más que prohibido hacer, no hay nada de malo que yo le prohíba a mi esposa recibir sus dolorosas y oxidadas clases de protocolo bien antiguas—Deje de respirar cuando se volvió acercar a mi.

—¿Porque harías eso? —Pregunte pasado saliva.

—Pues... No lo sé... Puede que sí... ¿De verdad quieres saberlo?—Pregunto y sentí su mano rozar la mía.

—Si

«Maldicion, dime ridícula»

Me debería golpear por hablar con un tono de voz muy débil.

—No se si estás preparada para escuchar lo que pienso—Comento y se alejo de mi.

—Si lo estoy, claro que sí, cuéntame el motivo—Respondi rapidamente y el se giro.

En ese momento me mordi el labio un poco nerviosa y el se acercó a mí rápidamente, yo retrocedí pero solo me choque con la pared y luego el pego su cuerpo al suyo dejándome atrapada.

Sus labios bajaron y no demoraron en hacer contacto con los míos, sentí como su cuerpo se pegaba al mio, mientras sus labios me deboraban la boca con mucha intensidad, el se separó un poco de mi y paso su lengua por mi labio inferior, para luego morderlo suavemente.

—Porque te deseo, porque creo que me he enamorado de ti, Tania Jones, cuando estoy cerca tuyo mi corazón se acelera y llámame ridículo, pero tampoco te estoy obligando a nada, pero no me quiero divorciar de ti, no me gusta la idea que te vayas, pero desde que te vi quede hechizado por completo, eres tan diferente y esa diferencia me tiene rendido a tus pies.

Lo miré desconcertada, ¡Dios!, No sé qué me pasaba pero quería sonreír, gritar de emoción, es normal que ya esté enganchada con este hombre, pero nunca pensé que este hombre me dijera algo así, es simplemente asombroso.

«Si antes estabas enganchada, ahora estás atrapada» Susurro mi mente y antes de que fuera concientes de mis acciones me tiré encima de él y lo beso.

 Me separé de el rápidamente cuando fui consciente de lo que acaba de hacer, le había besado, me había dejado llevar por la ducha de saber que el sentía algo por mí y lo había hecho, simplemente había tenido un impulso.

El me miró y luego se separó un poco de miro, para luego soltar un suspiro pesado.

—Bueno, será mejor que nos sentemos, mientras yo trabajo hablamos, ¿Te parece?—Yo asentí.

El se separó de mí y se sentó en su escritorio, yo le seguí y me senté del otro lado, mientras me deleitaba mirándolo.

Estaba un poco emocionada, todavía queria dar un salto de alegría por lo que me dijo, estaba feliz, simplemente feliz.



#52 en Otros
#24 en Humor
#63 en Novela contemporánea

En el texto hay: comedia, romance, plebeyos

Editado: 19.05.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.