Una revoltosa Misión

06

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El llanto de ambos niños no lo dejaban dormir, maldigo mentalmente y en su último intento por calmar sus alaridos llamó a su amigo y jefe, los tímpanos le dolían y se sentía exhausto, pese a que su cuerpo estaba acostumbrado situaciones extenuantes, esos pequeños acompañados de Chloe drenaron su energía en pocas horas.

El celular timbró apenas dos veces y este le respondió de inmediato. Se veía destruido, con los párpados hinchados, su cabello despeinado y parte de sus prendas arrugadas.

—¿Le sucedió algo a mis sobrinos? —preguntó de inmediato.

—No, se encuentran bien dentro de lo que cabe, puesto que no han dejado de llorar, piden desesperadamente ver a su madre. —Dijo sin irse por atajos, fue directo, su mal humor se encontraba por las nubes y tener a Chloe allí no le agradaba, no lo había superado. ¿Pero cuándo le ofreció más?

Clark liberó sus pulmones al soltar aire con pesadez. ¡Todo era una mierda! Mentirle a sus sobrinos fue un error garrafal, pero en su lugar fue la única solución momentánea que se le ocurrió. Ellos estaban el radar y lo menos que deseaba es que fuesen dañados.

—Maddy nunca los ha dejado, se separó de Vicent apenas cuando fue ascendida. Es una excelente madre, una mujer aguerrida y una profesional intachable.

El corazón de Dorian resonó con fuerza dentro de su caja torácica.

—Leí un poco de eso. —Mintió, no sólo leyó la información, buscó en su pasado, husmeó año tras año, pero curiosamente hubo una temporada que estaba en blanco, fue después de que se dejaran.

Ese fue el mejor año para escalar en su carrera y al mismo tiempo el peor año de su vida. Dorian había dejado libre a Maddy y, aunque la buscó nuevamente, esta no se dejó ver; fue todo lo contrario, desapareció.

Addy cambió de residencia, de juzgado e incluso de ciudad y se maldijo al ver la gran boda, la celebración y sintió las entrañas arder al comprender que ella no había perdido su tiempo y sanó sus heridas con rapidez.

—¿Conseguiste algo? No he tenido tiempo de entrar a mi computador, estoy con ella, tiene fracturadas cuatro costillas, su clavícula y una hemorragia interna, por eso está en coma, aunque la protegieron, no fue suficiente. El desvío no tiene cámaras de vigilancia, pero pediré las tomas satelitales.

—No conseguí nada, me causa ruido la ausencia de su esposo. — sintió el paladar amargo al decirlo. No le agradaba la idea de que aún estuviera casada, es totalmente hipócrita de su parte sentirse de ese modo, así que se enfocó nuevamente.

—Sí, es un posible sospechoso. Déjame ver a los niños… —Pidió fingiendo estar más sereno. Dorian se encontraba a pocos metros de los pequeños y abrió la puerta. Madison se encontraba aferrada a la cama, mientras Chloe sostenía a Vicent. Hubiera sido mejor llevar a su nana con ellos, pero no confiaría en nadie.

—Madison, tu tío desea hablarles. —Se giró y se cubrió por completo.

—Nos abandonó —Acusó a su tío. —Nos dejó aquí con personas que no conocemos… —Dijo elevando la voz. —Dile que no quiero hablar con él, quiero ver a mamá. —Hipeo dentro de la sabana.

—Princesa, no odies a tu tío. —Dijo Clark con dolor en el pecho y un nudo doloroso en su garganta, le dolía que su hermana se encontrara en un hospital inconsciente. Le carcomía la conciencia no haberse hecho cargo de sus sobrinos, puesto que debía tener todo en orden y sus padres eran otro asunto. —Lo lamento, Dorian te cuidará muy bien, al igual que Chloe. Duerme, por favor, mañana iré contigo a primera hora.

Esto llamó su atención, sacó la cabeza de la sabana, sus pestañas lucían brillantes y húmedas, sus ojos hinchados por el llanto y sus cabellos desordenados.

—No llores más, mi princesa, ¿Sí? —Pidió el hombre a voz baja y con sentimientos encontrados. —Te recompensaré con helado.

La mirada de Madison se iluminó.

—Bien, dormiré. —No dijo más, se volvió a cubrir y Vicent terminó dormido en brazos de Chloe.

—Gracias mi princesa, los amo. —Se despidió cuando notó que Chloe dejó a Vicent en la cama. Dorian enfocó la mirada en el celular y salió de la habitación.

—Debo acondicionar el lugar para que se diviertan, no sabemos cuánto tiempo estarán conmigo, además necesito una cuna para el pequeño.

—Hablas como un padre preocupado. —Bromeo al verlo tan entregado, si no fueran los hijos de Maddy, ya les hubiese cubierto la boca con cinta adhesiva.

Rodó los ojos.

—Y tú, como un tonto, me voy. —Colgó la llamada, pegó la espalda de la pared. Su cabeza punzaba de dolor y escuchó sutilmente las risas de Madison. Unos segundos después, la puerta se abrió, dejando ver a Chloe.

—Ser madre es agotador. —Dijo sonriente. —Más con un padre que no sabe cómo calmar el llanto de su hija. —Sintió un escalofrío, recorrer su piel por completo, su mandíbula se tensó y la fulminó con la mirada.

Eso le pasaba por meterse con mujeres inmaduras.

—Era una broma, no me mires así. Iré a mi habitación designada. —escapó antes que su superior dijera algo, sin embargo, Dorian no dejaría esto pasar, tendría una reunión y no sería agradable para ella.



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En el texto hay: humor, agente, niños traviesos

Editado: 13.01.2025

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