Una sonrisa ausente

Recuerdos

Había estado trabajando como loca toda la semana, antes de la llegada de Nochebuena; practicamente quedándome horas extras que sabía que no me reconocerían. No tenía problema con ello, porque mi mayor problema me esperaba en casa. Mi linda abuela, había decidido que yo había tomado de buen talante el asistir a la dichosa reunión que ella me había mencionado y asegurado iría sin consultarme.

No contenta con eso, estaba desesperada con el hecho que yo tuviera un acompañante; si ... un chico. Odio incluso el recuerdo.

Flash Back

Era la hora de la cena, y las tres estaban sentadas en la mesa. Abuela y las dos hermanas. Había un silencio un tanto brumoso, pues dos de las personas podían notar a la tercera un tanto incómoda. 

- Hija - Dijo mi abuela - Mira ya que has aceptado debo decirte lo siguiente, me dijo y sentí en su mirada que, quizá; debí haber rechazado su propuesta a asistir a esa reunión de la que me había hablado tan entusiasmada - Me olvidé comentarte algo importante, a la reunión debemos asistir acompañadas por caballeros, porque la temática será recibir la navidad en parejas - Me dijo y quedé perpleja. ¿Había oído bien? ¿Ir con un joven? No, esto no podía ser cierto. Esperé unos segundos a enfriar mis ideas para hablar sin lastimar, y finalmente dije:

- Abuela... ¿Tú quieres que alguien muera pronto verdad? - Expresé un tanto dramática y ella me miró con algo parecido a la burla. Si era su payaso lo pondría mejor - Pero abuela es algo fácil, tú puedes ir con el señor Cardich, y yo voy con mi hermana, claro, yo vestida de varón - Dije con una sonrisa divertida. El gesto de su rostro nunca lo iba a olvidar.

. ¡Pero no puedes hacer eso! - Dijo algo molesta - ¡Debes ir con un joven!, Así jamás tendré bisnietos - Me dijo tristemente. Fue en ese instante que dejé ver algo más en mi mirada. Eso me dolió, me dolió que no entendiera mi sentir, y que me quisiera obligar a hacer algo que no quería. Pero, en ese momento; un ángel fue en mi rescate.

- Abuela, déjala; si no quiere ir acompañada, pues que vaya así - Dijo mi hermana con una sonrisa - Además, ¿no recuerdas lo que sucedió con el joven nieto del señor Cardich? - dijo conteniendo la risa - ¿Quieres que termine dejando mal parado a algún otro joven? ¿Que esté a punto de ser denunciada por su agresividad? Además, creo algo abuena aunque ella no nos lo haya dicho - Dijo mirándome con diversión - Yo creo que ella... pues no gusta de los chicos - Terminó de decir maliciosamente.

En flash back

Pese que a veces se pasaba de la raya, esta ocasión fue bastante oportuna, pues yo estaba a punto de reaccionar de mala manera. Y ahora... me encontraba a sólo unas horas de asistir al dichoso compartir. Lancé un suspiro.

- Hermanita - Dije a mi diablilla de 18 años - ¿Dónde está la abuela? - Pregunté algo cansada. Ella nos dijo que iriamos a la fista, pero primero quería que preparáramos un almuerzo juntos, pues era Navidad.

- Creo que fue a hacer las compras - Me dijo ella - Pero podemos ir avanzando, ¿No crees? - Me dijo mi pequeña diablilla sonriendo.

Comenzamos a hacer la comida, y en ese momento llegó mi abuela. Compartimos un poco y reímos entre nosotras de algunos malos chistes de mi hermana. Al llegar la noche nos alistamos, y a mí me regañaron hasta 3 veces por el atuendo que usaba, el cual me hicieron cambiar, y yo suplicaba y me aguantaba de rodar los ojos.

La hora del reto llegó, y mientras esperaba a que ellas me acompañaran a la sala (Me alisté primera); sentí que tocaban la puerta. Cuando la abrí un sólo pensamiento llegó a mi mente "Abuela, ¡Por qué me has hecho esto!"



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En el texto hay: navidad, magia, recuerdos del pasado

Editado: 21.11.2018

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