Jack había pasado los últimos dos meses en el hospital, ya con 80 años y una vida hecha, lo único que quería hacer era descansar.
Caminaba a paso lento, veía más adelante la estación del tren, los rayos del sol comenzaban a iluminar el lugar, tonos azulados comenzaban a mostrarse en el cielo, era muy temprano y los puestos cercanos a la estación aún estaban con las cortinas abajo; no había nadie mas en el lugar al parecer.
Miro el boleto en su mano, la fecha era la de hoy, pero no veía la hora anotada en ningún lado, solo decía el numero del tren al que debía abordar. Solo llevaba una maleta pequeña llena de recuerdos personales, la mayoría recuerdos y dibujos que sus nietos le hicieron.
La estación era amplia y limpia, algunas fuentes y jardines estaban más al interior, un enorme reloj colgado del techo señalaba la hora; aun era temprano al parecer, ya que ni maquinistas ni empleados parecían estar cerca; quizás él había llegado demasiado temprano.
Tomo asiento en una banca que estaba cerca, tenia una buena vista de las vías del tren, esperaría a ver a algún empleado para preguntarle si tardaría mucho su tren, ya que no había ningún letrero con horarios a la vista; era un día apacible, el clima se sentía cálido. Estaba metido en sus pensamientos cuando el sonido de una cortina levantándose lo sorprendió, una joven acomodaba la puerta de metal y limpiaba las ventanas, cerca de él.
Se levanto de la banca y miro el letrero arriba de el que decía “Café”
- Buenos días – sonrió la chica amablemente
- Buenos días – respondió el con prisa
- ¿Gusta de un café? – pregunto la joven abriendo la puerta de cristal que daba acceso a el local
- No gracias, solo espero mi tren – tomo su maleta y se dispuso a marcharse para no incomodar ya que la banca pertenecía al local
- Si es viajero, la primera taza es gratis – dijo de inmediato
- No gracias, hace años que no tomo café – no quería ser grosero, pero había perdido el gusto por el café hace muchos años
-¿Que tal un baso de agua?, también es gratis, además aún es muy temprano, los trenes aún no llegan – una sonrisa enorme
Jack le incomodaba un poco la insistencia de la joven, pero al tratarse seguramente de su primer cliente, querría comenzar lo antes posible las ganancias del día. Jack acepto el vaso con agua, la joven corrió dentro del local a buscar lo que se le pidió. Jack veía como la chica corrió de un lado a otro buscando el bazo, el agua y servilletas, para poder entregárselas.
- Sin hielo por favor – dijo Jack al ver como la chica sacaba la hielera – lo tomare aquí afuera – nuevamente se sentó en el banco fuera del ventanal del establecimiento.
La chica le acerco una pequeña mesa y coloco el baso en un porta vasos junto a una servilleta. Jack lo tomo y dio un pequeño sorbo al agua, estiro el brazo para dejarlo en la mesa, cuando noto a la chica mirándolo fijamente con una sonrisa; Jack pensó que seguramente querría una propina, hizo una pequeña mueca, a el le desagradaban ese tipo de personas que solo son amables porque esperan algo a cambio.
- No llevo cambio – dijo con un tono serio
- No no no, discúlpeme … solo quería saber si podía hacer algo más por usted, por favor tómese su tiempo – dio una reverencia y se retiro.
La joven continuo arreglando y limpiando las mesas, pero de vez en cuando le daba un vistazo al viejo para saber si necesitaba algo mas. Jack por su parte se encontraba meditando, sentía una extraña corazonada con la chica, como si la hubiera visto antes o la conociera de algún lado; pero por más que indagara en sus pensamientos no lograba recordarlo.
Fue sacado de sus pensamientos cuando la joven llego con un plato con galletas y frutos secos.
- Cortesía de la casa – le regalo una sonrisa y se estiro un poco– es un hermoso día ¿no le parece?
- Si es clima es bueno – respondió mirando el cielo
- En días así, se antoja una taza de café y galletas – lo miro de reojo
- Estoy bien con mi agua, pero gracias – dio otro sorbo al agua
- Solo intento conversar …. ¿Qué edad tiene? – se giro para verlo directamente
- 80 – soltó con cierta molestia – soy demasiado viejo para ti
- Jajajajaja – rio sinceramente, tras una pausa continuo – con que 80 años, bastante tiempo
- Si, toda una vida… ¿Qué edad tienes tu?, no te ves de más de 25 – pregunto con una media sonrisa