Una vida a tu lado

Capítulo 3

Iba sentada en el asiento trasero del lujoso auto que envió a por mí el señor Ethan ,mientras veía como el sujeto que conducía ,que creo se llamaba Marcos me echaba ligeras miradas por el espejo retrovisor del auto.

Me removí algo nerviosa en el asiento, mientras secaba mis sudadas manos frotándolas con la saya de flores que traía puesta.La verdad es que aunque el señor Ethan habló conmigo ayer por teléfono,no fue hasta esta mañana que lo llame aceptando su propuesta.Así que ahora me dirijo al que sería a partir de hoy mi nuevo lugar de trabajo,la casa del pequeño príncipe.

–Ya llegamos–mencionó Marcos mientras se abría un enorme portón frente a nosotros dándonos acceso a la entrada.Mis ojos se abrieron de asombro mientras veía la inmensa casa que se encontraba frente a nosotros.El apodo de príncipe no le venía nada mal a Alan porque su casa parecía un palacio.

–Ya puede bajar señorita,los señores la deben estar esperando adentro–dijo Marcos interrumpiendo mis pensamientos ,así que despabilándome un poco y colgando el bolso de mi hombro me dispuse a bajar del auto. Caminé hacia la enorme puerta de madera de color blanco y cuando me disponía a tocar, las mismas se abrieron dejándome ver a una señora de mediana edad algo sonriente.

–Buenas ,¿supongo que usted debe ser Samantha?–Asentí en respuesta a su pregunta .–El señor Ethan la espera en su despacho,venga conmigo–Camine detrás de ella y mi boca formó una O al ver cuánto lujo y elegancia había en cada espacio de la casa.Es simplemente impresionante.

Al entrar, te recibía una sala amplia y luminosa que irradiaba lujo y sofisticación sin perder la calidez y el encanto de un hogar acogedor.El espacio estaba dominado por un hermoso piano blanco de cola, cuya superficie brillante refleja suavemente la luz natural que entra a través de grandes ventanales con cortinas de lino blanco translúcido. Frente al piano, una elegante alfombra en tonos crema y dorados cubría el suelo de mármol pulido.Un candelabro de cristal colgaba del alto techo,mientras que las paredes estaban adornadas con cuadros de arte contemporáneo enmarcados en una madera oscura.A un lado de la sala, se encontraba una escalera que conectaba con el segundo piso. Sus peldaños estaban hechos de madera noble de tono oscuro pulida hasta alcanzar un brillo elegante, y a su lado,una barandilla de hierro forjado con detalles artísticos,pintados en un negro mate.Todo aquí gritaba soy extremadamente caro.

Subimos por las escaleras hasta llegar al segundo piso y caminamos casi hasta el final del pasillo.– Llegamos– dijo segundos después, deteniéndose frente a una puerta,por lo que yo también detuve mi andar.–Mi nombre es Ana y soy el ama de llaves de la casa,cualquier cosa que necesites ,me puedes encontrar en la cocina–dijo para seguir su camino dejándome allí sola echa un mar de nervios.Así que suspirando y armándome de valor di pequeños toques en la puerta.

–Adelante–,se escuchó del otro lado,por lo que me dispuse a abrir la puerta para finalmente adentrarme en el lugar.El señor Ethan estaba sentado en su escritorio enfrascado en unos documentos que tenía entre sus manos,por lo que aproveche su distracción para echar un pequeño vistazo a mi alrededor.

El escritorio que ocupaba el señor Ethan era una mesa robusta de madera oscura cuya superficie sostenía una computadora de pantalla amplia,que demás está decir era súper moderna.Frente al escritorio se encontraba una lámpara de metal negro perfecta para largas jornadas de trabajo. A un lado, un pequeño soporte de cuero sostenía un cuaderno artesanal y una pluma estilográfica.En la pared detrás del escritorio, un gran reloj de pared con números romanos en metal envejecido.Había también una estantería de madera a juego donde se podía ver algunos libros de liderazgo, diseño,economía y hasta de medicina.Y finalmente había colocado sobre el piso, una alfombra de tonos neutros y textura gruesa ,y una silla ergonómica de cuero marrón oscuro que se encontraba justo frente al escritorio.

–¿Ya terminó de inspeccionar el lugar?–dijo provocando que apartara la mirada de la silla y la colocara en él –

–Eh...–

–Veo que es usted muy curiosa señorita Samantha–dijo quitándose los espejuelos que tenía puestos para colocarlos a un lado del escritorio,sin en ningún momento apartar la mirada de mi .–Me alegro que haya venido tome asiento por favor–mencionó señalando la silla frente a mí por lo que me dispuse a sentarme.

–Aquí está su contrato de trabajo,revíselo y dígame qué le parece–,dijo entregándome un documento,al que yo rápidamente me apresure a leer. Abrí grandemente los ojos cuando ví el monto de dinero que iba a ganar.

–¿Le parece bien?–preguntó segundos después a lo que yo asentí en respuesta–Alan estudia en casa, una profesora viene a darle clases de 8:00 a 11:00 a.m así que durante ese horario puede descansar,aún así le pido que se mantenga cerca de él por si la necesita, ya que Alan suele ser bastante retraído.Mi hijo debe comer verduras y la dieta que la nutrióloga preparo especialmente para él ,te pido que por favor trates de hacer que la coma,suele ser un poco terco cuando se lo propone–Trate de hacer una nota mental de lo que él me decía,mientras asentía con la cabeza.

–Van a ver días en los que le voy a pedir de favor que se quede a dormir aquí,ya que por cuestiones de trabajo suelo viajar con frecuencia y no quisiera dejar a Alan solo.–¿Tiene algún incoveniente con eso?– Negué con la cabeza.–Bien creo que eso es todo, sus días de descanso serían los fines de semana,y por ningún motivo Alan debe salir de la casa sin mi permiso.

–Puedo hacerle una pregunta – dije viendo cómo él se arremangaba las mangas de la camisa,mientras asentía en respuesta –¿Por qué me contrato?, he estado dándole vueltas al asunto y no lo entiendo,ya que en nuestro último encuentro tuvimos, por así decirlo un ligero percance–

–Le diré algo señorita Samantha, Alan es lo único que me queda en este mundo, después de que su madre falleció hace algunos años–pude notar como el timbre de su voz cambio en ese momento– Y sería capaz de mover cielo y tierra contar de verlo feliz. Así que cuando vi la ilusión plasmada en su mirada al pedirme que tú fueras su niñera, me fue totalmente imposible negarme a su petición.Es por eso que la llame, y es por eso que usted está aquí,aún cuando yo no esté de acuerdo con ciertas cosas, lo hago únicamente por mi hijo.–




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