Una vida entre la oscuridad y el amor

Capítulo 25

-Hola familia, qué bueno que estén todos acá.

-Hola hermano, cómo está mi amiga?

-Tranquila hermanita. Vine a avisarles que todo salió bien. Pudimos llevar adelante la intervención y en un momento ya la traen a Ana.

-Que alegría que haya salido todo bien. Ahora cómo seguimos con el tratamiento de mi nieta.

-Abuelo ella va a tener una venda por unos siete días, le colocaremos unas gotitas y luego de ese tiempo sabremos si el tratamiento funcionó.

-Entonces en una semana sabremos si Annie puede recuperar la vista.

-Es así abuela. Lo que yo pensé que ese tiempo se quedará acá para poder controlarla mejor. Las gotas hay que aplicarlas de una manera muy especial.

-Nosotros en casa no podemos hacer lo mismo.

-Si pueden hacerlo. El problema está en que hay que aplicarlas cada cuatro horas y en un ambiente oscuro, por lo menos hasta que le retiramos las vendas.

-Visto de esa manera lo comprendo, se que no sólo cuidas a nuestra nieta si no que también nos cuidas a nosotros. Podemos venir a visitarla en cualquier momento?

-Claro que si. Como no los voy a cuidar si ustedes también son mis abuelos. Ustedes pueden venir cuando quieran, yo voy a dejar asentado para que les permitan entrar.

Christian

Mientras hablamos la traen a Ana, salimos hasta que la acomodan en la cama para que todos podamos verla, eso sí entramos de a dos para no agotarla porque recién sale de la intervención. Primero pasan sus abuelos, que son su familia directa, luego pasan mi mamá y mi hermana. Por último pasó un momento yo porque quiero saber cómo se está reponiendo de la intervención, igual no me pienso mover de acá hasta que le den el alta.

-Hola mi amor, cómo te sientes?

-Hola Christian, un poco dolorida y desorientada.

-Eso es porque todo es muy reciente, después que descanses un rato te vas a sentir mejor.

-La verdad tengo mucho sueño. Cómo salió la cirugía?

-Todo salió muy bien, como lo habíamos planeado con Sergio. Ahora te dejo que duermas un poco y vuelvo más tarde. Te amo hermosa.

-Yo también te amo precioso.

Dijo eso y se quedó dormida. Me quedé un ratito mirándola descansar, tengo la esperanza que cuando le saquemos la venda pueda ver en mi todo el amor que yo siento por ella.

Christian pasó los días cuidando de Ana, se encargaba de las curaciones y de las gotitas, descansaba en el sillón que estaba junto a la cama de ella. Los abuelos y su familia iban a diario a visitar a Ana, más de una vez le dijeron que fuera a su casa a descansar un poco y él se negaba a separarse de ella. Así pasaron los días, hasta llegar a ese tan esperado para todos y en especial para Ana.

-Hola Ana, soy el profesor Sergio. Vine hoy para estar presente en este momento tan especial para vos.

-Hola profesor. Me alegra que haya podido venir. Estoy un poco ansiosa.

-Tranquila que todo va a ir muy bien. Dónde está Christian?

-Salió un momento, estuvo todo el tiempo cuidándome y no dejaba que nadie me pusiera las gotas. Incluso se quedó a dormir todas las noches conmigo.

-No me extraña lo que me dices, porque mientras estuvo estudiando se pasaba el tiempo hablando de vos. Ahora que te conozco entiendo porque se enamoró tanto de vos, eres una mujer muy dulce y tierna que se merece toda la felicidad.

-Le agradezco mucho sus palabras profesor, se que al lado de Christian lograré ser muy feliz sin importar como salga todo hoy.

-Acá regrese amor. Hola profesor, qué suerte que pudo venir.

-Christian no quiero perderme este momento tan importante para ustedes.

-Entonces estás lista para que te saque la venda, ya tengo todo listo para comenzar.

-No se si estoy lista, pero por favor comienza.

 

Llegó el momento que ambos esperaban, le sacara la venda a Ana y sabremos que pasó. Podrá por fin conocer el rostro de su amado? 

 




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