Ana
Siento que descanse muy bien, me siento tan relajada que me olvido que estoy en el hospital y que todo salió mal. Hay mucho silencio en este momento, ahora que estoy sola y aunque me de mucho temor voy a intentar abrir los ojos para probar si algo cambio. Abro los ojos despacio, puedo distinguir la tenue luz que entra por las rendijas de la ventana, lentamente puedo ver como es la habitación donde estoy, veo muchas flores. Cuando miro mi cama lo veo, tiene su cabeza apoyada en mis piernas y puedo ver su rostro. No puedo creer que por fin estoy viendo y gracias a él se produjo el milagro. Me quedo un momento mirando sus facciones, estiró la mano para acariciar suavemente su cabello. En ese instante se despierta y me mira con sus ojos muy abiertos.
-Hola, eres Christian verdad.
-Mi Ana, si soy yo. Estás viéndome!!
-Si, veo tus hermosos ojos azules y las lágrimas que asoman en ellos. Tu pelo cobrizo y tu rostro bello.
Christian
No puedo creer que se haya producido el milagro, sin pensarlo la abrazo y lloro de felicidad.
-Gracias a Dios, el me escucho y obró el milagro para que ya puedas ver. Me sentí mal cuando pensé que todo había salido mal y le pedí que te ayudará para que fueras feliz.
-Soy muy feliz estando a tu lado con vista o sin, aunque ahora que te puedo ver a los ojos lo soy más. Porque en ti veo el reflejo de mi amor y me hace amarte mucho más.
-Todos tienen que saber esta buena noticia, quiero que compartamos nuestra felicidad.
-Estoy de acuerdo con vos, pero hay tiempo para eso. Ahora sólo quiero compartir este gran momento solo contigo.
Christian
Nos quedamos así un largo rato, charlamos mucho de todo. No podía dejar de mirarla y ver el brillo de sus ojos celestes que me hacían pensar en un cielo despejado.
Unas horas más tarde llegaron sus abuelos a visitarla.
-Hola Annie, cómo te encuentras?
-Hola abuela, mejor. Me gusta mucho la blusa azul que estas usando.
Ana
Mi abuela se queda mirándome y luego mira a mi abuelo que no puede disimular la emoción del momento.
-Sí abuela puedo ver, hoy cuando me desperté comencé a ver luz y luego lo que había en la habitación.
Nos fundidos los tres en un gran abrazo, somos muy felices en este momento.
-Mi nieta hermosa que felicidad que hayas recuperado la vista. Emilia nuestra nieta vuelve a ver.
-Si Josh, hoy es el mejor día de todos, quisiera salir a decirle a todos lo feliz que soy porque mi Annie ya puede ver.
-Tranquila abuela ya será tiempo de decirles a todos. Por ahora festejemos nosotros esta buena noticia.
Emilia
No se como voy a agradecer a Christian y a Dios por hacer realidad la posibilidad de que mi bella nieta vuelva a ver. Se que ahora ella podrá hacer su vida mucho mejor y pensar en un futuro lleno de luz. Entra Christian y no puedo más que abrazarlo para darle las gracias, él se sorprende un poco por lo que hago.
-Christian te estaré eternamente agradecida por lo que hiciste por mi Annie. Eres un gran hombre y espero que con mi nieta sean muy felices como lo somos nosotros.
-Abuela no me agradezcas a mi, si no a Dios que hizo el milagro para que Ana pueda ver, yo solo fui un instrumento para poder lograrlo.
-Christian tu mano fue la que hizo esto posible. Ver a mi nieta tan feliz es algo que pensé que nunca llegaría a presenciar. Cómo no vamos a estar agradecidos con vos.
-Me estoy poniendo muy celosa porque están dándole mucho cariño a Christian y no a mi.
-Mi bella novia quiere mimos, creo que no me va a costar nada dárselos en este momento.
Ese día Ana tuvo su milagro al recuperar la vista y por fin conocer el rostro de su gran amor. Ahora está rodeada de mucho cariño y siente que su vida comienza a cambiar. Será todo felicidad para ella?