Venganza de Bachillerato

Capítulo 20 ~ Un sábado amargo.

Sábado 14 de octubre.

Mi amiga Thalía salió por la mañana de mi casa, debía irse... aunque creo que ya eran casi las 12 del mediodía... así que no se podría decir que fue muy temprano que digamos.

Hoy saldré con Edén, así que tengo aún tiempo para darme una ducha, quizás desayune algo ligero, ya que no he comido y son ya las 14:30 horas. Por breves momentos me siento sobre mi cama, observando mi habitación y que debo de reordenar un poco. Pero me congelo un poco en el tiempo... rememorando un poco lo ocurrido en las últimas semanas, ya sé que lo hice; pero me agrada visualizar lo más interesante vivido.

Es curioso, vine aquí solo por el hecho de querer buscar venganza, y terminé enamorándome, no lo miré venir.

Me pierdo de esta realidad por algunos minutos, entre diálogos, charlas... momentos que intento ver desde una tercera persona... imágenes que graban en mi mente, como esa noche que miramos las estrellas... momentos en el salón con mis amigas, o en el café... es una sensación extraña, todo esto es mentira, pero es como si fuese mi vida y siempre lo hubiese sido.

—¡Andrea!—mi madre me grita desde la entrada de mi habitación, aparece repentinamente.

Me hace saltar en mi cama. Llevándome la mano a mi pecho...—Me asustaste...—contestó cuando me pongo de pie y camino para levantar una envoltura de galletas.

Mi madre suelta la carcajada. —Estabas fuera de este mundo... ¿visitaste tu país de las maravillas, Alicia?—inquiere entre risas.

Yo sonrío. —Algo así... pero gracias por traerme de nuevo, me estaba quedando un poco allá... y por poco no volvía porqué la reina de corazones no me liberaba—sigo el juego cuando coloco la envoltura echa bola sobre mi tocador. —En fin... me daré una ducha, pero antes veré que me pondré para salir con Edén—agregó y veo a mi madre.

Ella continúa riendo un poco. —Noche de cita... yo igual saldré con tu padre—destaca.

Eso capta mi atención. —¿En serio?... ¿Y eso?—me olvidó un poco de que mis abuelos están en casa, mi pregunta es muy obvia, como sí realmente me tomara por sorpresa esa frase.

Ella se extraña. —Algo común entre tu padre y yo... no se porque te sorprendes—me lanza una mirada obvia. Camina un poco hacia el interior de la habitación, llegando hasta la ventana. —Iremos a cenar. Tus abuelos se quedarán aquí, aunque a mí no me agradaba dejarles aquí... pues tu padre insistió—agrega observando hacia el exterior.

Sonrió. Realmente me alegra que ellos salgan y la pasen bien. —Me alegro por ustedes. Disfruten... yo saldré con Edén a comer, me llevará a una zona de juegos o algo así, al menos por lo que me dijo—comentó mientras continuó mirando a mamá.

Voltea a verme. —Igual tú, pásala bien. Aunque ignores todos mis comentarios—ríe.

Yo ruedo mis ojos y me volteo para caminar al clóset. Ella continúa en la habitación... dejo mi mano en el agarre de la puerta de mi clóset. —¿A qué te refieres? ¿Que no me relacione con el enemigo?...—inquiero dando media vuelta.

Mi madre camina hacia la puerta, con lentitud. —Sí... pero está bien. Tú eres feliz, aunque sabes que esto es solo será un destello... pues nuestra conclusión se acerca y sabemos cómo ocurre... estás con él, pero tendrás que olvidarle; aunque no quieras—murmura y sonríe cuando finaliza. Después nuevamente eleva el volumen de su voz. —Pero en fin... cada quien sufre a su modo, o como dirían por ahí... cada quien se mata a su manera—sentencia antes de salir de la habitación.

Miro fijamente hacia la puerta, después de ella sale. Tiene razón... es como una droga que dejaré, y la rehabilitación dolerá... pero al menos habré experimentado algo lindo.

Abro mi clóset y comienzo a tomar algunas precauciones prendas.

Quizás la analogía de la droga no es la correcta, si nos vamos por algo más... saludable, estamos viviendo nuestra historia, y se el final... lo sé perfectamente, pero disfrutaré nuestra historia antes de que acabe.

17:30

Salgo de la ducha y de inmediato camino hacia mi habitación, sobre mi cama dejé mi ropa que vestiré la noche de hoy. Reservé mi vestido para mi fiesta de cumpleaños, estoy súper feliz de cumplir 18 años..., de nuevo.

Un jean oscuro, botines del mismo color y una blusa rosa, aunque estaré cubierta por un suéter blanco.

Sobre mi tocador están lo que necesitaré para mi maquillaje, mientras escucho un poco de música. Me aseguro de color seguro a mi puerta y camino para tomar mi ropa interior, mis calcetines rosas me encantan, bueno, son una combinación de blanco y rosa claro, pero son lindos.

Comiendo a cambiarme, naturalmente estoy emocionada por esta cita, por salir con Edén. Mientras me coloco mis prendas y me veo en el espejo, recuerdo el motivo por el cual vine aquí, y ahora estoy en vuelta en una peligrosa misión donde constantemente puedo esperar un ataque en mi contra.

La música de Adele me acompaña en esta tarde noche de sábado... en el mejor mes de todos; octubre. Me estoy maquillando cuando escucho notificaciones seguidas en mi iPhone.

Me saca una sonrisa naturalmente porque ya sé quién es, no soy bruja, pero no puede ser nadie más. Termino de retocar el contorno de mis ojos y después tomo mi dispositivo, es él.

Como era de esperarse me está avisando que pasará por mí a las 19:00 horas. Recalcando que me está dando suficiente tiempo para que me prepare.

Tengo todavía una hora para terminar... ahora se que tengo todavía tiempo.

Mientras me maquillo me percato que mi padre ingresa a mi habitación. Sonríe al verme. —Había olvidado que me dijiste que saldrías con Edén. ¿Te comentó tu madre sobre qué saldremos?—me pregunta con emoción.



#980 en Joven Adulto
#1230 en Thriller
#444 en Suspenso

En el texto hay: romance, venganza, bachillerato

Editado: 19.08.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.