Ella sonríe de oreja a oreja. —Cuando él te haga la pregunta... ¿tú qué responderás?...—
Me quedo observando por algunos a la pantalla, me saca una sonrisa. —Creo qué—de inmediato el altavoz suena alto, me interrumpe.
—¿Crees?—levanta ambas cejas. Ella sabe perfectamente lo que siento.
Ruedo mis ojos. —Le diré que sí—afirmó con seguridad.
Ella de inmediato sonríe por mi comentario. —¡Eso Andrea! Por fin dejas ver tus sentimientos al desnudo—expresa y me aplaude.
Llevo mis manos a mi cabello y lo acomodo. —Era lo que querías que te contestara—le digo, ella se limita a sonreír. —Solo quiero que actúes con tu corazón—responde.
Suspiro cuando me pierdo un poco en el horizonte. —A veces me pregunto...—giró un poco mis ojos para ver la pantalla y a ella. —En un escenario hipotético... sí de pronto pudiera cruzar a una realidad... una fantasía en la cual él y yo pudiéramos estar juntos, solo viviendo una vida; sin tiempo o presente—expresó con una voz suave y cursi.
Ella intenta disimular la risa que le causa el haberme escuchado. —Hablas como si fuese imposible estar con él... escucha, mírame—con su dedo hace una tache en su corazón. —Él te hará la pregunta, y tú solo debes contestar: Sí, mi príncipe. Lo que siempre he querido es estar contigo... casémonos y tengamos muchos hijos—intenta imitar mi voz, lo cual me causa mucha risa.
Levanto mis hombros. —Está bien... dejemos que el mundo gire, y esperemos que llegue el momento—sentenció y tomó mi botella de agua para beber.
Thalía sonríe y parece acomodar algo en su laptop. —Ahorita que te veía tomar agua, me puse a pensar en cuando te conocimos. Paso rápido el tiempo... ¿cómo ha sido para ti estos dos meses?—me pregunta y reposa su cabeza sobre las palmas de sus manos, que hace en forma de puño al mismo momento que me observa.
Sonrió de forma natural. —Fue lo mejor que me pudo haber pasado, Thalía. Lo mejor—reafirmó. —La experiencia del bachillerato es algo que se recuerda para toda la vida, y al menos en mi opinión; es una de las mejores etapas—contestó.
Ella me escucha con atención. —Sí, se te nota que todo el tiempo estás feliz, amiga... aunque de repente te veo un poco bajoneada, por suerte tienes aquí a una de tus mejores amigas, que te apoya—guiña el ojo.
Le miró con gratitud. —Tengo los típicos problemas de chica adolescente. Pero tienes toda la razón... tener tu apoyo me ayuda con ello—contesto con una sonrisa.
Después de una charla en la videollamada, finalizó y me recuesto en cama. Levanto mi iPhone con la mano y observo la fecha "Miércoles 18 de octubre". Apago la pantalla y observo al techo, con la lámpara iluminando desde la esquina de mi habitación... pienso solo en el momento.
Hasta que el motivo de mis pensamientos, me envía un mensaje.
Eden_Vega Luna • Instagram
Eden: Hola... miré que te desconectaste hace poco. ¿Terminaste tu videollamada con loca?
Andrea: Buenas noches jaja. Sí. Terminé hace un ratico... te iba a mandar mensaje pero no te miré en línea.
Edén: Andaba jugando en línea, se supone que ya debía estar durmiendo, pero ya me conoces. Me bañé y ahorita estoy acostado, es igual... debería estar durmiendo, pero prefiero chatear contigo.
Andrea: Que bueno que me enviaste mensaje. Sobre lo de hoy, relacionado a la "loca" como dices tú jaja. Hablamos de eso. ¿Pero hay algo más que quieras agregar? Me preocupa que nuestra relación se fragmente.
Edén: Es solo qué, me desplazaste así muy rápido. Siempre alguien nos interrumpe, siempre hay algo entre nosotros.
Andrea: Lo siento, Thalía es una de mis mejores amigas, yo solo le ayudaba. Pero jamás quise desplazarte. Con mi beso creo que te quedó claro eso.
Edén: Eso no lo niego jaja. Fue delicioso. Pero quizás exagere un poco, aunque ya sé cómo obtener un beso tuyo.
Andrea: Jaja, eres un estratega.
Edén: Lo soy. ¿El viernes tienes planes?
Andrea: Uhm, nop. El domingo sí es seguro que debo estar en casa, mis abuelos ese día vuelven a su país. Pero viernes y sábado los tengo libres.
Edén: Entonces podemos salir el viernes. Aún no sé a dónde... pero lo importante es que salgamos.
Andrea: Estoy dispuesta. 🙌
Andrea: No te pasa que la noche, o en este caso; madrugada. ¿Te hace reflexionar y replantear algunos temas? A mí sí.
Edén: Sí, ya me lo habías dicho creo recordar. De algún modo la noche pega en nuestras memorias y nos vuelve melancólicos, quizás en algunos y no en todos.
Andrea: ¡Sí! Me encanta la noche, pero me vuelve melancólica. Y me hace reflexionar. A veces... no sabemos qué camino tomar y la noche con ayuda de la almohada me ayudan.
Edén: ¿Cómo en qué tema?👀
Andrea: Decisiones personales jaja. Sobre qué camino tomar en... algún proyecto o algo así. Volvamos esta charla nocturna interesante. ¿Por amor renunciarías a un objetivo por el cual has trabajando toda tu vida?
Edén: Depende de qué tanto conozca a la persona. Si fueras tú, sí. Renunciaría por mis sentimientos, y me atendría a las consecuencias sí es que las hubiese.
Andrea: Awww. ¿Crees que por amor vale la pena arriesgarse y jugarse el todo por el todo?