Estoy recostada con la luz apagada, y observando la oscuridad de la noche, mientras tengo una llamada con él.
Edén: Pues fuiste a la plaza para distraerte un poco jaja. ¿Hicieron compras?
Andrea: Sí. Algunas compras. La paso bien con las chicas, somos unidas y eso me encanta.
Edén: Son muy locas. Pero me alegra que disfrutaras la salida. El otro día que me prestaste tu iPhone, bueno... cuando lo tome desbloqueado. Noté algo en tu app de notas.
Andrea: ¿Me espiaste mis cosas privadas?
Edén: Que bueno que no te dije esto en persona, te hubieras enojado muchísimo. Pero me gano mi curiosidad... en tu app de notas encontré que tienes bloqueado casi todo. Excepto una... y otra cosilla que mire, pero primera vamos con la primera nota, no te enojes.
Andrea: ¿Cómo no quieres que me enoje? Me espiaste jaja. Pero dime... qué fue lo que miraste.
Edén: Era una nota para una chica de nombre Camila. Como sí le estuvieras hablando a ella, consolándola o algo así. ¿Tienes una amiga con ese nombre? ¿Que fue lo que le sucedió? Parecía algo relacionado a la pérdida de su madre, solo que me confundí. En algunos fragmentos parecía que hablabas de ti, pero recordé que tienes a tu madre... y pues eso es ilógico.
Mi asombro en mi rostro es evidente. Guardo silencio por algunos segundos.
Entre tanta confusión cuando estoy con las chicas, he visto que él toma mi iPhone y me fotografía. Pero no creí que entrara a la app de notas.
Andrea: Es una chica de internet a la cual conocí hace un tiempo. Perdió a su madre, y le preparé un mensaje. Esa es la razón que estuviera en mis notas. Por lo general tengo mis pensamientos allí. Y te agradecería que no interfirieras en ello... por favor.
Edén: La curiosidad me ganó y por eso lo hice. Perdón. Y llego al segundo punto, miré que en unas notas, escribiste algo lindo sobre mí, y estaba una fotografía de nosotros. Fue lindo ver eso. Cuando me percaté de ello no quise decirte nada porque estabas hablando con mi hermana.
Andrea: Sí, conservo mis pensamientos y a veces me gusta agregar fotografías con ello. Me parece lindo hacerlo de ese modo. Si sospechabas que estaba en mis notas y pensamientos, ya tienes tu repuesta para que no te quepa la menor duda.
Edén: Me alegra haber descubierto algo lindo. Lo admito.
Andrea: Y puede qué... en las otras notas encuentres cosas lindas de ti. Pero eso se desbloqueará en el futuro.
Edén: No lo dudo.
Andrea: Nunca dudes.
Escucho por medio de la llamada que su madre le habla, como pidiéndole un favor. Yo asiento a él y nos despedimos, ya casi es media noche y tengo planes, un poco diferentes al resto de noches pasadas.
Envío un mensaje, a un hombre que puede ayudarme. Las cosas están girando un poco extrañas en la vida.
Creo que formaré mi propio plan, es una persona que aunque casi no he visto, confío. Y a estas alturas, no me queda otra opción.
Mi pantalla se ilumina en la oscuridad, una llamada entrante de Alan se hace presente.
La puerta de mi habitación está cerrada, en días anteriores he puesto música y películas en mi iPhone y, en la TV a un volumen moderado, he estado en la habitación de mamá y papá para comprobar sí se alcanza a escuchar, con puerta abierta y cerrada mis pruebas fueron buenas. Así que puedo tener la confianza de que nadie me espía, pero aún así soy precavida.
Andrea: Hola, Alan. Perdón que te moleste y te mande mensaje después de mucho tiempo.
Alan: No te preocupes. Hablé con tu madre hace un tiempo, yo no estoy en Los Ángeles. Pero dime en qué puedo ayudarte.
Andrea: ¿Recuerdas el plan? 31 de octubre. Noche de brujas.
Alan: Sí, es la razón de todo lo que hemos hecho, como olvidarlo.
Andrea: Necesito un favor para ese día. Una salida de escape, no quiero salir junto a mi madre.
Alan: ¿Y qué tienes en mente? Tu madre me dijo que ya hay un plan fijo. Ese día, arrestaran a Emma. Saldrán de ahí por la puerta trasera, subirán a un auto y se retirarán. No es muy difícil, obvio hay detalles técnicos de por medio, pero eso lo general.
Andrea: ¿Puedes conseguirme boletos de avión? Volveré a Ciudad de México cuando esto acabe, allá veré a mi madre. Quiero tener una ruta de escape alterna...
Alan: ¿Sospechas algo? Yo te ayudo. Pero debes hablarme con la verdad.
Suspiro, cierro mis ojos y alzo un poco la cabeza. Me causa inseguridad relevarle algo personal.
Romo aire y valor para hablarlo. Camino a la ventana y estando al borde de la ventana le explico.
Andrea: ¿Supiste del asesinato de Sofía?
Alan: Sí. Lo supe e investigué un poco, pero no hallé nada. Creo que ya sé por dónde quieres ir...
Andrea: No digo que mi madre lo haya hecho. Pero Sofía quería revelarme algo.
Alan: Tú madre no pudo haber sido, ella estaba cenando lejos de donde ocurrió. Sofía tenía muchos enemigos, no sabemos quién fue, pero se llegar al fondo de esto. ¿Aún así desconfías de ella?
Andrea: No es eso. Pero me hace sentir vulnerable... aunque ella me ha cuidado por una década, de pronto vuelve a trabajar en el espionaje. Personas importantes le rodean y vuelve a casa para cumplir con su rol de madre, como sí nada. Se está involucrando de nuevo, me alegro que ella encuentre trabajo. En serio... pero hay algo que temo.