Miércoles 25 de octubre.
Después de la noche junto a mi mejor amiga, las horas pasaron volando. La noche de ayer martes creo que fue una de las mejores, el sonido de la oscuridad, algunos grillos cantando, las estrellas acompañándonos mientras resaltan en el vasto territorio del universo... era como detener el tiempo, pero a la vez, verlo pasar muy rápido. En compañía de ella y su charla amena, bromas y pláticas fuera de lugar... pasó rápido y ambas lo disfrutamos, fue una noche de estrellas y mejores amigas.
Estoy en mi habitación el día de hoy miércoles parece ser un día tranquilo, este ombligo de semana es de paz, quizás un poco de tranquilidad antes de la tormenta, pero no estoy segura de catalogarlo de ese modo, pues este fin de semana será muy movido, emociones que estoy segura, recordaré por mucho tiempo, al igual que memorias.
Tengo mis audífonos puestos mientras suena "I Started A Joke", una de las canciones que tengo en mi biblioteca. La reproducción de mi biblioteca es lo más extraño y peculiar que tengo, creo. Y vaya que es decir mucho, pues en sí toda mi existencia y adolescencia es falsa rara.
Es uno de esos momentos de paz y tranquilidad en los que puedes detenerte y reflexionar sobre los últimos días, de esos momentos en los que puedes escuchar tus latidos y pensamientos hablan para ser escuchados. Te hace ver y rememorar lo que has hecho, creo que todas las personas debemos detenernos de vez en cuando, desconectarnos para apreciar sobre donde estamos parados, y lo que hemos vivido.
Mientras revivo el pasado, vienen a mi mente momentos una charla con mi madre, ya saben... de esas pláticas que surgen de la nada, pero se vuelven las perfectas, y mejor aún, durante la noche... sonrió solo de recordar esa charla, quizás viene a mi mente después de vivir algo similar anoche con Thalía.
2014
Son los inicios de año, el invierno aún está en su auge, pero falta poco para que pierda fuerza y de paso a la primavera, ese clima tan agradable... pero aún así, me encanta más otoño e invierno.
Suspiro mientras estoy en mi habitación, con cero luz, solo observando las estrellas, el día de hoy me emociona porque es uno de esos en los que el cielo estrellado se puede apreciar mucho mejor. Yo estoy perdida en la luminosidad de cada una de esas hermosas luminosas del universo. Me encanta, solo mirando y rememorando mis momentos en la escuela... mis mejores amigas Lizeth y Katy con sus bromas y anécdotas graciosas, soy afortunada de tenerlas en mi vida.
Mi madre toca múltiples veces a mi puerta, lentamente y con suavidad. —¿Se puede, hermosa?—pregunta con una voz cariñosa mientras me observa.
Volteó y le regaló una sonrisa. —Claro, mami—contestó cuando veo que camina hacia mí.
—Veo que estás contemplando la noche—expresa cuando se sienta a mi lado sobre el banco que coloque cerca de la ventana. —Creo que eso lo sacaste de mí, aunque algo que me encantaba de tu padre, era que le gustaba mucho ir al parque, a la playa o simplemente alejarnos un poco de la ciudad para poder apreciar mejor la noche, era algo que disfrutábamos ambos—comenta mientras tiene su vista fija sobre el cielo nocturno.
Me hace curvar mis labios cuando escucho la mención de él. —Sí. No se... me gusta mucho venir aquí por las noches, aunque a veces me llena de melancolía. Sobre el futuro, pasado... a veces un pasado muy lejano—rio. —No se... me hace reflexionar al final del día—destacó mientras le veo de reojo.
Ella suspira. —Sí, cuando yo era una adolescente a veces me gustaba colocarme en mi ventana de la habitación. Veía el cielo nocturno, aunque a veces la luna no se podía apreciar muy bien. Otras veces sí... y algunos días ver el cielo estrellado era un plus—sonríe de lado. —Así que al estar aquí mirando a las estrellas junto a ti, me hace ver al pasado y cuando era una adolescente—afirma con un poco de melancolía en sus palabras.
—¿Extrañas esa etapa de tu vida?—le inquiero.
Ella guarda silencio por un par de segundos mientras le veo mirar a las estrellas. —A veces. La adolescencia es hermosa, muchas emociones, un mundo diferente antes de la juventud. Es increíble...—lanza una risa leve. —También muchas veces influye el que en en esa época, estaba viva o vivos personas que hoy no están. Quizás eso es lo que nos ata y miramos con ojos relucientes al pasado, por personas que hoy ya no están, o... por una felicidad que hoy no se tiene. En mi caso, la extraño, pero comprendo mi tiempo y estoy feliz, en especial porque te tengo —sentencia mientras me envuelve con sus brazos.
Le escucho con atención a sus palabras. —A veces cuando estoy aquí, en las noches. Imagino que papá está a mi lado, o mirándome desde las estrellas. Es lindo pensar que así es—destacó mientras tengo mi cabeza sobre su hombro. —El otro día Katy habló sobre el tema de la muerte, y como algunas personas se manifiestan. Aunque ya sé que es un tema de creencias...—expresó con serenidad.
Mamá de inmediato me observa. —Yo igual creo en eso. Que él nos acompaña siempre a donde estemos—me acaricia el costado de mi brazo con su mano. —En este momento quizás está aquí, mirándonos y pensando: Ay, Camila, otra vez desvelándote jaja—intenta hacer su voz.
Mis ojos se cristalizan cuando veo la escena y como intenta animarme. —Estando aquí me pregunto cómo será nuestro futuro, mi futuro. A veces me da miedo mirar al horizonte, siento que cada vez me alejo de ese pasado que me agrada, y casi siempre está papá allí—me limpio una de mis lágrimas.
Ella mueve su cabeza a un costado y la coloca sobre mi cabello. —Él siempre está aquí. He irá contigo a todos lados, siempre—asegura. —Y sabes... cuando yo estaba joven igual pensaba en cómo sería mi futuro, me aterraba a veces—ríe. —Temia que no me fuera a gusta, pero al final pasaron muchas cosas que me encantaron, tu padre... tú. Es una etapa por la que transitamos a medida que crecemos—expresa mientras continuamos observando las estrellas.