El sol reflejado sobre el suelo de mi habitación, hoy es un día muy peculiar, diferente al resto que he vivido aquí, aunque creo que todos han sido distintos y cada uno se diferencia del otro. Hoy viernes, saldré con las chicas, no iremos a nuestro bachillerato, saldremos.
La idea en sí es buena, ellas no lo saben, pero será la última vez que saldremos el parque.
Deslizo mis manos sobre la paleta de colores de mis distintos pares de tenis, no me decido por un algunos en específico. Hasta que opto por un color fuerte. Realmente mis tenis Vans en esa tonalidad me encantan, van a combinar perfecto con mi jean claro, los hará resaltar, y blusa amarilla, aunque en parte no se vera quizás la cubriré con mi suéter.
En mi iPhone comienzo a reproducir mi álbum de música variada, realmente tengo a artistas que me gustan, así que de repente las canciones se mezclan unas con otras, más que nada en géneros...
La ducha me brinda el tiempo para meditar, detenerme y pensar por un momento lo que sucede en mi vida, lo que viene después. Hago una pausa y pienso, me detengo en a la mitad del camino de lo que espero que sea una larga vida, algún día quizás recuerde todo esto, y me haga pensar en lo que llegue a haber, con tal de resolver la muerte de mi madre. Aunque... quizás ya estoy más inmersa en esta vida, por el estilo y vivencias que nunca pude tener...
El círculo que me rodea son personas increíbles, con las cuales me hubiese gustado pasar mi adolescencia y juventud, pero creo que ese apego es el que me frena, y que hasta cierto punto... aunque irreal, cruza por mi mente una idea donde el tiempo se detiene. Donde quizás, puedo disfrutar aún más esta vida... pero a la vez, mi mente me recuerda las razones por las cuales llegué hasta aquí.
Termino de enjabonar mi cuerpo y continuó...
Estoy abrochando mis cintas, cuando por el rabillo de mi ojo veo a mi madre observarme desde el pasillo, antes de abrir la puerta e ingresar. Suspira. —¿Te imaginabas en esta situación?—pregunta mientras me observa con un rostro temple.
Alzo mi cabeza y le observo. —¿A qué te refieres?—inquiero.
Ella sonríe. —Estas en un dilema, por le hecho de tener esas vivencias que cualquier persona tiene. Algo tan simple... no lo viviste, y eso te hace sentir triste. Por ende, te confunde y te hace cuestionarte todo...—responde.
Levanto ambas cejas y me pongo de pie. Camino al tocador para desconectar mi iPhone. —Sí—contestó cuando en mi dispositivo me sale en <<recuerdos>> una fotografía que me tomé con las chicas. —Yo no tuve esta vida... y siempre quise tener mi romance adolescente. Mi grupo de amigas... esas noches de pijamada o charlas con ese grupo perfecto... noches de adolescencia o madrugadas en las cuales me desvelaba hablando... caminatas de vuelta de la escuela. Contar secretos y las vivencias de una adolescente. Una vida que no pude tener—volteó. —Sí, eso me trae vuelta loca... pero sigo firme—le regaló una sonría tranquila.
—Se nota como te emociona incluso ir a bachillerato. Charlar con Edén—inquiere.
Asiento. —Es algo que no tenía desde hace mucho... y se siente bien. Sé que lo piensas... es temporal—afirmó cuando me preparo para retirarme.
—Cruzó por mi mente. Pero en fin... mañana es tu... ¡No cumpleaños!—comienza a reír.
Ruedo mis ojos. —Estoy tan feliz por ello—sigo el juego al tiempo que guardo mi dispositivo en mi bolsillo. —Volveré más tarde... iré con las chicas—afirmó.
Ella se aparta de la puerta y camina junto a mí por el pasillo. —Yo prepararé todo para mañana. Aunque creo que tengo todo listo... ¿invitarás más amigas o amigos?—pregunta mientras bajamos las escaleras.
Me detengo antes de abrir la puerta. Realmente pasan por mi mente algunos nombres. —Tal vez alguna que otra persona... no lo sé. Pero en todo caso, no serán muchas—curvo mis labios.
Veo a través del espejo mientras en la radio del Uber hablan de las fiestas de Halloween. Ya está a la vuelta de la esquina, a mi mente llegan momentos años atrás, una década atrás... como cambian las cosas. Aquí sigo, estoy de nuevo, pero miles de cosas han cambiado.
Sonrió mientras escucho mi lista de música. Vaya... ignorando mi realidad e inyectando una dosis de fantasía.
En un inicio, me vería con las chicas en una de las cosas y de allí irnos. Pero elegí irme derecho al parque, allí nos quedamos de ver... como una especie de lugar secreto después de alguna misión.
—Lindo día—exclama el chofer cuando estoy a punto de bajar. Le devuelvo las palabras en forma de amabilidad.
Al bajar, veo a un grupo de chicas charlando. Thalía es la primera en alzar la mano. —¡Andrea!
Me acerco a ellas. Le abrazo. —Veo que todas estamos en el punto de reunión...
Danna me observa. —Me pregunto si se estarán divirtiendo en clases...—inquiere.
Ale ríe. —Estoy segura que sí—
Thalía me envuelve con su brazo. —Y bueno... mañana es tu cumpleaños. Te harán una fiesta a la cual por cierto estamos invitadas...—agudiza su mirada en mí.
Me hace reír. —Obvio... ya lo saben.
Danna gises su dispositivo. —Este fin de semana estará cool... sábado fiesta de nuestra querida Andrea. Domingo de... comer dulces y recalentado de la comida del sábado. Y el lunes... fiesta de Halloween en casa de la bruja Ale—bromea.
Nuestra amiga de cabello oscuro y lacio solo se limita a mirarle. Entre risas afirma con su cabeza. —Una loca idea organizar la fiesta de disfraces en casa. Veremos qué tantas personas van—exclama mientras caminamos.
Thalía gira un poco la cabeza en dirección de Alejandra. —Ay, por favor... en dónde sea que haya dulces, música... baile y comida, será seguro que irán personas... ni modo que le digan que no a lo "gratis"—ríe.