Verdades A Medias

CAPITULO 05

“Tengo que llegar a la luz, si sigo aquí probablemente moriré… es la única manera de escapar… si saben que estoy viva, volverán para terminar el trabajo… tengo que llegar a la luz es mi única esperanza… tengo que llegar como sea… el brazo izquierdo me duele mucho y apenas puedo ver… está todo tan oscuro, quizás ya estoy muerta… tengo que llegar cuanto antes, por ellos… por mis bebés… no recuerdo sus nombres… que me está pasando dios mío… no puedo recordar sus malditos nombres… el dolor me quema… un coche¡¡¡… gracias a dios la luz es de un coche…”

 

“¿Sr. Payne?”

Mark había estado tan absorto en sus pensamientos, que no había escuchado la voz del médico que le hablaba, levanto la cabeza y se fijó por primera vez en el hombre.

“¿Mark Payne no es así?

“si, doctor, ese es mi nombre, ¿me puede decir cómo está la muchacha?”

El facultativo dejo la carpeta que sostenía dejándola en la mesa y retirando una silla se sentó frente a Mark.

“la chica está estable, dentro de su gravedad, posiblemente su vehículo la golpeó en el costado izquierdo, lo que le causo una fractura de clavícula, humero y radio, pero las lesiones en la cabeza son lo más preocupante… en este momento la hemos inducido en un coma farmacológico, por seguridad...hasta evaluar más en profundo las otras heridas, pero…”

Mark se tensó al escuchar esta última palabra, sabía de antemano lo que venía después y que no eran buenas noticias.

“¿Qué es lo que no me está diciendo” … porque puedo intuir por su tono de voz que no es algo bueno”

El doctor Parker había visto muchos casos a lo largo de su carrera y más aún al estar destinado al servicio de urgencias, pero no había estado preparado para la escena que le toco vivir al ver a esa muchacha, no podía entender la maldad que habitaba en algunos seres humanos, al ensañarse de tal manera con aquella jovencita. Si bien, sus años de experiencia como médico le decían que el hombre sentado frente a él, podría estar implicado en el asalto, la mirada perdida del mismo y la desesperación que noto en él cuando lo vio cargando en brazos a la chica, le confirmó que sólo se trataba de la peor de las coincidencias.

“La joven, llego con múltiples heridas de arma blanca, signos de golpes de puño en rostro y partes del cuerpo, más que nada en abdomen, torso y con signos evidentes de… agresión sexual.”

“ohh dios mío, quien pudo hacer algo así?

“como podrá entender, lo que menos nos preocupa en este momento son las fracturas en el brazo.”

“Le juro que yo no la vi, ni siquiera estoy seguro de haberla golpeado… fui a contestar el teléfono y ella solo apareció de la nada… pensé que había sido un animal… se lo juro”

Mark se encontraba aún aturdido, no supo cómo llegó al servicio de urgencia ni cuando gritó por ayuda en el estacionamiento del mismo, había pasado todo tan rápido, pusieron a la chica en una camilla y la ingresaron, una enfermera lo condujo hasta una sala vacía y le dio un uniforme limpio para que se quitara la ropa que estaba manchada con sangre… se quedó allí esperando hasta que tuviese alguna noticia del estado de la joven… y eso hacía ya más de dos horas.

“Apenas tenga noticias se la haré saber… afuera hay dos oficiales que necesitan hacerle algunas preguntas... pero yo les dije que usted aún se encontraba en estado de shock y que no era recomendable hacerlo en este momento… pero si le soy sincero… creo que es hora que llame a su abogado…” dijo Parker tendiéndole su propio teléfono móvil.

Luego de hablar escuetamente con su hermano Conrad, fue trasladado a la comisaría central, la noticia había corrido como calderilla, por lo que a la entrada del recinto policial ya se habían aglomerado medios de comunicación y curiosos esperando la llegada del empresario y socio mayoritario de inmobiliarias Payne, dando ya por hecho que Mark Payne había sido detenido por asalto y agresión de una joven de la cual aún se desconocía su identidad.

“usted ya debe estar acostumbrado a estar en el ojo público… pero esta vez ni su apellido ni su dinero le ayudarán a salir del lio en el que se metió” le dijo el detective Flores, mirándolo con desprecio.

“¿son necesarias las esposas? No creo que pueda arrancarme y menos con ese show allá afuera…” no respondió a las acusaciones de los oficiales… su hermano le había prohibido hablar sin estar él presente, por lo que se tragó las palabras que pugnaban por salir de sus labios.

“usted en este momento es sospechoso de intento de homicidio, no me haga repetírselo y mejor quédese calladito si no quiere que lo llevemos por la puerta principal” esta vez fue Pardo quien lo amenazó, mientras conducía la patrulla.

El sargento Jhon Smith, había llegado al hospital justo cuando los oficiales sacaban a Mark esposado del centro asistencial, ya que ellos habían dado el aviso del suceso, mientras estaban de guardia en el recinto hospitalario.




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