Viaje a las estrellas

❤ CAPÍTULO IX ❤

—¿Estás lista?

Pregunta ella y comienzo a temblar. Ambas acabábamos de doblar la esquina, y la imponente fila de las whievers que alzaban carteles con fotografías de Ivan pegadas se movían incansablemente. Di media vuelta, Caro me tomó de la muñeca y frenó ni huida.

—¿Y si mejor nos vamos? —le pregunté mientras me observaba colocando los brazos a cada lado de su cintura—. Me duele el estómago —continué, ella alzó una ceja—, creo que la comida me ha sentado mal. Además, mira, hay demasiada gente, es probable que…

—Para tu carro —me interrumpe mientras alza las manos y luego aprieta mis mejillas—. Zo… Sky, tenemos los pases que Ivan nos ha enviado —susurra, para evitar que el resto de las fanáticas la escuchen—. Si o si vamos a llegar a verlo.

Después de confirmarle mi asistencia Ivan me había pedido mis datos para poder enviar las invitaciones VIP, lógicamente no le di mi dirección real, Caro se ofreció de receptora de paquetes y al día siguiente. BUM. Un miembro del staff personal de él estaba parado frente a su puerta, Caro tomó el enorme ramo de rosas azules que había traído el sujeto acompañado de una caja bellamente decorada que decía lo siguiente: Whiever fan club con letras doradas en la tapa.

Al llegar a su casa por poco y me desmayo, en un principio ambas habíamos creído que la caja y las flores eran parte de esa invitación, pero la dedicatoria que encontré escondida dentro de estas me indicó que había sido algo preparado por él.

Después de ese evento la semana se fue volando demasiado rápido, Caro me ayudó a “practicar” como ser Sky correctamente para poder sobrellevar todo, y aunque estaba más motivada que nunca por hacer las cosas bien, conforme el gran día se acercaba no podía evitar sentirme mucho más nerviosa.

—¡Ven, vamos adelante!

La festividad del ambiente era algo que te contagiaba, muchas de las chicas estaban allí aguardando pacientemente mientras cantaban la más reciente canción de Ivan. Caro y yo quedamos asombradas por la cantidad de asistentes al evento, tranquilamente podíamos decir que había no menos de cuatro mil personas esperando. En definitiva, la agencia Golden no había escatimado en la promoción del evento y la venta de las entradas.

Carolina caminaba airosa con un porte de modelo de victoria secret, mientras yo a su lado únicamente estaba enfocada en no olvidar como respirar correctamente. Llegó un punto donde ella me tuvo que sujetar del brazo, y ya sintiéndome un poco más confiada avancé fingiendo seguridad, tal y como habíamos practicado toda la semana.

Al llegar a la puerta dos enormes sujetos con trajes de VIP nos observaron de pies a cabezas, uno de ellos colocó una horrenda mueca de desgano y esto solo irritó todavía más a Caro que ya parecía el Joker sonriendo.

—Vayan a la fila —responde finalmente el sujeto de mala gana. Caro vuelve al sonreírle y mientras emitía una risilla burlona extendió las entradas que teníamos.

Como si acabáramos de mostrarle el santo grial el tipo tensó el rostro para luego cambiar por completo su actitud, Caro sonrió de satisfacción, había logrado que el sujeto comenzara a tratarnos con cordialidad.

—¡Bienvenidas! —exclamó él ahora con voz cantarina mientras abría una de las puertas— La sala VIP está en esa dirección, cuando lleguen a la puerta las recibirá un miembro del staff.

—Gracias, que amable es usted —contesta ella con sorna mientras termina de pasar por su lado.

Carolina comenzó a dar pequeños brincos, yo venía un poco más atrás, al poco tiempo giró su cuerpo y volvió a tomarme del brazo para que vayamos a la par.

En cuanto llegamos al pequeño cuarto por poco y nos caemos de espaldas. Había una enorme mesa de catering, las fotografías de la última sesión de Ivan estaban al frente y dejaban ver su perfección en todo su esplendor. Los invitados voltearon en nuestra dirección, había muchas estrellas del medio y todos nos observaban como si fuéramos unos bichos raros, quizás se estaban preguntando de donde rayos habíamos salido.

—Sky, dime que no estamos muertas —me pregunta, seguía tan impactada como yo.

—No, no, veo lo mismo que tú.

Por primera vez Carolina estaba tranquila, demasiado, y por primera vez yo no estaba al borde de un ataque. De alguna extraña manera el disfraz de Sky había generado un escudo protector que me permitía estar más relajada.

—¿Zoey, ese es Victor Miller, el guapo Victor Miller estrella juvenil de la más reciente película de sexys vampiros Escape de Transilvania? —chilla mientras sus mejillas se encienden, Victor, que estaba conversando con una cantante, al darse cuenta de la mirada de Carolina le guiñó un ojo de forma seductora— ¿Me guiñó el ojo? —murmuró entre dientes mientras disimulaba que no le importaba— Zoey, me suda todo, Victor Miller me acaba de guiñar el ojo.

—Shh, nos van a escuchar —no pude evitar sonreír, era la primera vez que la veía tan nerviosa.

Uno de los asistentes que tenía un audífono en el oído y una remera de staff, se acercó a un hombre que estaba usando su teléfono. El tipo era alguien que podría estar bordeando los cuarenta años, vestía un costosísimo traje de diseñador, y desde el corte de cabello hasta el diseño de su barba desprendía elegancia por donde lo miraras. Le dijo algo al oído, el hombre de terno nos observó y tomó la tablilla que el miembro del staff le entregó para luego acercarse a nosotras.

—Bienvenidas —dijo en cuanto se paró al frente—, gracias por asistir. Mi nombre es Benjamin Moore, soy el representante de la agencia Golden, y manager de Ivan White —dice él mientras separa ligeramente la tablilla de anotaciones que tenía cerca de su pecho— ¿Me indican sus nombres, por favor?

—Carolina Herrera y Sky Walker —contesto, y al decir mi “nombre” el sujeto abrió ligeramente los ojos con sorpresa, pero luego de eso sonrió ampliamente.

—¡Así que eres Sky Walker! —dijo lo suficientemente alto como para que su voz hiciera eco en el cuarto, los demás nos observaron fugazmente y luego comenzaron a cuchichear—. Gracias por todo el apoyo que le das a Ivan —añade mientras chasquea los dedos, uno de los asistentes se acerca rápidamente con dos cds que tenían el autógrafo de Ivan—, me dijo que la presidenta de su club de fans vendría, estaba ansioso por conocerte.




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