—Nunca debí dejar que sacrificaras todo por mi —dice Camille, retirándose los lentes.
El sonido de la operadora del aeropuerto anuncia que el próximo vuelvo estaba apunto de partir, ella nos da la espalda, Ivan se acerca cautelosamente mientras sujeta su muñeca.
—Buen viaje, Harper, gracias por haber formado parte de mi vida.
Tras oírlo ella voltea, lo abraza y me observa atenta. Le sonrío, y cuando terminan toma su maleta y camina en dirección a su representante. Caminamos en silencio y al llegar a la sala de espera, él entrelaza sus dedos con los míos, yo me apego para sentir su contacto.
—¿Estás seguro de esto? —pregunto.
—Lo estoy —responde mientras me observa, él sujeta mi rostro mientras me observa con cariño—. No cambiaría nada si sé que al final tú estarás a mi lado.
La escena termina con un beso de Aria y Zac, las luces descienden y cuando Corbin grita ¡Corte!, sabemos que todo por fin ha acabado.
—¡Estupendo! ¡Un gran trabajo!
La celebración dentro del estudio no se hizo esperar, todos nos dirigimos hasta la parte posterior donde nos esperaba un banquete. Corbin agradeció el trabajo que habíamos realizado.
—Espero verlos a todos en la premier —añade y todos elevamos nuestros vasos de refresco en el aire— ¡Disfruten! Merecen esto por su arduo trabajo.
Camille quiso huir pero Ivan se encargó de hacerla quedar, a primera vista se veía como alguien… odiosa, era el típico estereotipo de una estrella, pero conforme ibas conociéndola descubrías a una persona tímida, estricta para lo laboral, pero estar junto a ella era divertido. Desde que Benjamin había desaparecido también se le veía mucho más relajada, hasta ahora no me había puesto a pensar en como la presión mediática también la había afectado, pero al menos por fin todo iba mejor.
***
El gran día había llegado. Después de meses de ensayos, grabaciones y superar obstáculos inimaginables, estaba a solo unas horas de subirme al escenario más grande de mi carrera. Me levanté temprano esa mañana, incapaz de dormir más por la excitación y los nervios. La casa estaba tranquila, pero la energía de la expectativa era palpable en el aire.
Eliot, como siempre, estaba a mi lado, apoyándome. Nos habíamos vuelto inseparables, y la conexión entre nosotros era más fuerte que nunca. En los momentos más difíciles, él había sido mi roca, y hoy no era diferente. Se levantó conmigo y juntos tomamos un desayuno ligero antes de prepararnos para el gran día.
—¿Lista para hacer historia? —me preguntó con una sonrisa mientras me ofrecía una taza de café.
—Más que lista, nerviosa —admití, tomando la taza y sorbiendo un poco para calmar mi estómago revuelto.
—Vas a hacerlo increíble, Zoey. Todos sabemos cuánto has trabajado para esto.
Asentí, intentando calmar mis nervios. La seguridad de Eliot siempre me ayudaba, pero sabía que hoy iba a ser un desafío mayor. Me vestí con la ropa casual que había elegido para el ensayo matutino y salimos de casa, junto a mis padres y Caro, quienes también estaban emocionados y ansiosos por el gran evento. Ivan llegó poco después, la sorpresa para los asistentes sería que él haría de telonero.
El equipo de producción ya estaba en el lugar cuando llegamos al estadio. Las luces, el sonido, el escenario: todo estaba preparado para el espectáculo. Me sentí abrumada por un momento, pero respiré hondo y recordé las palabras de Eliot y mis padres. Podía hacerlo. Lo haría.
El ensayo general fue una mezcla de emociones. Practicamos cada detalle, asegurándonos de que todo saliera perfecto. Mi equipo era increíble, y su apoyo constante me daba la confianza que necesitaba. Cuando terminamos, me tomé un momento para recorrer el estadio vacío, imaginando cómo se vería lleno de fans esa noche.
Nos habían dado el orden de nuestras presentaciones, Ethan iría antes y yo daría el cierre del evento. Era algo demasiado importante y estaba muy ansiosa, pero confiaba en mí y sabía que podría con esto.
La tarde pasó en un abrir y cerrar de ojos. Entre entrevistas, saludos a fans y los últimos ajustes, el tiempo voló. Pronto, llegó el momento de la verdad. Me encontraba en el backstage, escuchando los ruidos de la multitud emocionada que se reunía fuera. La adrenalina comenzaba a bombear, y mis manos temblaban ligeramente.
Cada vez faltaba menos, ver a Ethan brillar encima me generó mucha emoción.
—¿Mis padres ya están en sus asientos? —Ivan asiente luego de oírme.
—Sí, tienen el mejor lugar —responde, orgulloso, ya que él se encargó personalmente de situarlos allí.
—¿Y Caro?
Antes de irme al vestuario la había visto conversar con ellos, pero por la mirada que me proporcionaron supe que no sabían nada de ella desde hace un buen rato. Me preocupé de inmediato, su barriga ya era más visible y las últimas semanas le habían dicho que todo estaba bien con el bebé, pero que llevara rato sin aparecer me generaba una sensación nada grata.
En cuanto entré al baño la vi, estaba dentro de uno de los cubículos temblando. Lucía pálida, demasiado, y al darme cuenta de los papeles llenos de sangre temí lo peor.
—Zoey… —susurra con nerviosismo—, pensé que ya estarías en el escenario…
—¡Ivan, Eliot! —grito y los dos entran corriendo.
Ivan es el primero en entrar y ni bien la ve la toma de la taza y se la lleva corriendo por el pasadizo, trato de seguirla, pero el staff me frena antes de que pudiera llegar a ellos.
—¡Zoey, entras en breve! —anuncia Agustin mientras trata de calmarme.
—¡Debo ir con ella, es mi amiga!
Había comenzado a llorar sin quererlo. No tenía idea de lo mal que ella se pudo haber sentido durante todo el día, y por la expresión de su cara, era obvio que no quería decir nada porque sabía que querría ir a su lado.
—¡Zoey, escúchame! Ivan la llevará al hospital, ella estará bien.
—¡No puedo presentarme!
Comencé a hiperventilarme, mi corazón palpitaba con fuerza, Agustin y los demás tuvieron que correr y de forma disimulada le pidieron a Ethan que hiciera una canción más hasta que lograran estabilizarme.