La psicología siempre ha sido mi sueño, desde que aprendí a diferenciar entre una profesión y otra. Recuerdo que me mantuve concentrada en mis estudios, hice el examen de ingreso y logré aprobar.
Pensé que aunque la universidad era pública, el costo de vida en New York sería mi mayor problema, pero me mantuve fuerte, tuve trabajos terribles en donde recibí todo tipo de maltratos y burlas sobre mi apariencia y mi notable sobrepeso. También varias veces cuando las cosas se pusieron difíciles, acepté la ayuda de mi padre. Y entonces fue que surgió una oportunidad única, ser la niñera de los hijos de un reconocido publicista viudo. Y además de poder pagar el costo de la vida en la capital, también podría ayudar a mi padre con el tratamiento de mi madre. Todo resultaría bien.