Capítulo: Las páginas que no leí

Olivia regresó a casa con el corazón latiendo distinto. Apenas cerró la puerta, fue directo a la estantería de Tom. Aún guardaba sus libros, ordenados de la forma caótica que siempre lo caracterizó. Filosofía, literatura, ciencia... todo mezclado, como si pensara que el conocimiento se entendía mejor cuando convivía sin etiquetas.

Buscó detrás de los libros de filosofía y ahí estaba: un cuaderno de pasta azul, algo gastada, con un elástico que lo mantenía cerrado. Olivia dudó unos segundos antes de abrirlo, como si sus dedos necesitaran pedir permiso.

Las primeras páginas eran poemas. Algunos conocidos, otros evidentemente suyos. Después venían pensamientos sueltos, confesiones, frases subrayadas, pequeños dibujos que recordaban lugares donde habían estado juntos. Pero lo más impactante fue encontrar una sección completa titulada: "Cosas que nunca dije".

Ahí, escrito en tinta negra, con su caligrafía inconfundible, leyó:

"No le dije que cada vez que se reía, me sentía salvado. Que la primera vez que me tomó la mano, supe que estaba jodido... porque ya no iba a poder soltarla. Que me daba miedo no estar a la altura de su amor. Que me imaginaba nuestra casa, nuestra gata, nuestras mañanas."

Cada página era un tesoro, un universo que Tom había construido para ella en silencio. Olivia los leía con cuidado, como si fueran pétalos que podrían deshacerse si los tocaba con demasiada fuerza.

Y esa noche, en su cama, entre lágrimas dulces y suaves suspiros, escribió otra carta.

Carta #3: Las palabras que no dijiste

Tom, amor mío:

Encontré el cuaderno azul. El de las cosas que no dijiste. Y no sabes cuánto me dolió y me sanó a la vez. Cada palabra tuya me atravesó. Me vi reflejada en cada línea, y por un momento, fue como si estuvieras frente a mí, confesándome todo eso con la voz temblorosa que ponías cuando hablabas desde el corazón.

Gracias por haberlo escrito. Por haberlo guardado. Por pensar en mí incluso sin saber si lo leería. Te sentí cerca. Te sentí real. Vivo.

Y no sabes cuánto necesitaba eso.

Te amo con cada parte de mí, incluso las que todavía están rotas.

-Olivia.