Vive por mí, por favor

Capítulo: El nuevo hilo

Después del encuentro en el parque, Olivia comenzó a ver a Matteo con frecuencia. La madre del niño, Luciana, era una mujer amable, de voz suave y mirada serena. Trabajaba en una pequeña galería de arte cerca del centro histórico, y al enterarse de la relación entre Olivia y Tom, la recibió con los brazos y el corazón abiertos.

—Él hablaba de ti como si fueras parte de su alma —le dijo una tarde mientras preparaban café en su apartamento lleno de pinturas—. Siempre decía que no importaba cuánto tiempo pasara, tú siempre encontrarías la forma de volver a lo que amabas.

Olivia, sentada junto a Matteo en la mesa del comedor, dibujaba con él personajes de cuentos inventados. Habían creado un pequeño ritual: cada semana, una historia, una carta de Tom y una taza de chocolate.

Pero una tarde, Matteo la sorprendió con algo más.

—Olivia, mamá tiene algo que Tom dejó aquí... pero dijo que era sólo para cuando tú te sintieras lista.

Luciana apareció con una caja de madera clara, más pequeña que la anterior. Tenía talladas estrellas en los bordes y una fecha en la parte superior: "13 de julio – Nuestro último aniversario".

El corazón de Olivia se detuvo por un segundo.

Dentro había un pequeño cuaderno de tapas negras, con la caligrafía inconfundible de Tom en la primera página:

> "Este es el diario de los 'por si acaso'. Por si no llego, por si no puedo, por si me voy antes de tiempo. No quiero que te quedes sin saber."

En cada página, Tom había escrito recuerdos de ellos, confesiones que nunca dijo en voz alta, pensamientos profundos sobre la vida, e incluso... ideas de nombres para los hijos que alguna vez soñaron tener.

Olivia no pudo contener el llanto.

Luciana le puso una mano en el hombro.

—Él sabía que algún día estarías aquí. Y sabía que necesitarías más que recuerdos... necesitabas verdades que sólo él podía darte.

Desde entonces, Olivia empezó a involucrarse más con Luciana y Matteo. Comenzó a colaborar en la galería, organizando pequeñas exposiciones de artistas jóvenes, algo que Tom también apoyaba desde lejos. Se dio cuenta de que estaba, poco a poco, dejando de sobrevivir... y empezando a vivir otra vez.

Un día, Matteo le dijo mientras caminaban hacia casa:

—Yo creo que Tom me cuidó para que yo pudiera cuidarte a ti después.

Y Olivia, sin poder contener las lágrimas, lo abrazó fuerte.

—Creo que sí, pequeño. Creo que fue exactamente eso.




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