La vida da giros; giros inesperados...
A veces para bien, a veces para mal.
Nadie sabe lo que le tocará al final.
A ellos nunca se les cruzó por la mente que, después de tanto tiempo volverían a verse y peor aún que al hacerlo ninguno de los dos recordaría al otro.
Tampoco imaginaron que pasarían por muchos momentos riesgosos, pero los pasaron juntos, apoyándose mutuamente para que así no cayeran en la trampa que les estaba por poner el amor, el destino y la vida...