Voy a solicitar el divorcio

Capítulo 7

- Bueno, ¿vamos? - Ninka levantó el vaso y me miró de tal manera que tuve que apretar el mío con los dedos.

El líquido del vaso olía, como era de esperar, a alcohol. Solo que era uno que yo no conocía.

- Vamos, vamos, tú lo necesitas más que yo, - mi amiga empieza a insistir y yo acabo bebiéndome el vaso. Cierro los ojos, hago una mueca y enseguida empiezo a toser con fuerza.

- ¡Dios mío, qué asco! - Miro a Ninka con los ojos llenos de lágrimas.

- Rápido, cómete el limón, - me tiende una rodaja de limón y yo la muerdo con fuerza. Sí, así está un poco mejor, es tequila, por cierto, - dice Ninka como si la hubiera ofendido personalmente. Es que en mi vida no he bebido nada más fuerte que el champán. Y aquí me ha quemado tanto la garganta que casi me ahogo. Y me ha dado un buen golpe en la cabeza.

- Qué asco, - vuelvo a hacer una mueca.

- Escucha, necesitas emborracharte y liberar por fin todas tus emociones. Bueno, es poco probable que tus padres te hubieran servido una copa y bebido contigo.

Me sonrojo inmediatamente.

- ¿Qué estás diciendo? No, claro que no, - si mi padre me viera ahora con una copa en la mano, se pondría loco. No así educó a su niña bonita. No así. Y añadiría que Nínka nunca le gustó. Siempre esperaba alguna travesura de ella. Según mi padre, Nínka me enseñó todo lo peor de la vida. Incluso intentó endosarle a su amiga la culpa de haber conocido a Oleg. Pero no lo consiguió.

- ¡Por eso estamos aquí ahora! - Mi amiga se recuesta en la silla y hace un gesto con las manos indicando su apartamento. Yo intento comprender por qué el cuadro a la derecha de Ninka empieza a moverse. ¿Cuántos grados tiene esta tequila? ¿Por qué me ha subido tan rápido?

- No estoy segura, - digo mientras mi amiga vuelve a servir el líquido transparente en los vasos.

- Vamos, come algo, porque pronto me quedaré sin interlocutor.

- No, no voy a comer nada, - respondo negando con la cabeza. Sigo aguantando y continuando con mi agotadora dieta. Es difícil de explicar con palabras. ¡Pero ayer me pude poner mis vaqueros viejos! Estaba tan feliz que incluso renuncié a mi ración nocturna de kéfir. Mi estómago, por supuesto, no me lo agradeció.

- ¿Sigues con el kéfir? - me pregunta mi amiga, frunciendo el ceño cuando asiento con la cabeza. - Te vas a destrozar el estómago. Y luego tendrás un bajón y engordarás el triple de lo que has adelgazado.

- Gracias, sabía que me apoyarías, - digo, bebiendo de mi vaso y hincando los dientes en un nuevo trozo de lima. Esta vez, el tequila no me ha sentado tan mal.

- Katya, solo quiero lo mejor para ti, - suspira Ninka. - En realidad, lo que quería decir es que hay que comer bien. El ayuno es un efecto temporal. Pero una alimentación correcta...

Miro a Ninka. Ella lleva mucho tiempo siguiendo una dieta equilibrada. Por supuesto, se permite algún capricho de vez en cuando, como pizza o hamburguesas. Pero su figura es simplemente perfecta.

- Mi padre me mataría antes de que pudiera pesar la comida por gramos.

- No hace falta pesar nada. ¿Crees que tengo tiempo para cocinar? Me daría para comer pechuga hervida y trigo. No aguantaría mucho tiempo con una dieta así.

- ¿Y entonces qué? - De repente, me entra un apetito terrible y empiezo a babear por un trozo de salchicha que parece mirarme desde la bandeja.

- Yo pido la comida para toda la semana. Escribes tu peso, tu altura y, si tienes alguna preferencia alimentaria, también la indicas. Hay menús para adelgazar y para mantener el peso. Ellos mismos lo calculan todo y determinan tu ingesta calórica diaria.

Escucho con la boca abierta. Ninka dice que hay mucha variedad en la comida. Y lo más importante es que todo es saludable y así adelgazarás. Incluso se me hace la boca agua cuando imagino que por fin comeré algo más que lo que me he metido en la boca durante estas dos semanas.

- Pero no estoy segura de poder pagarlo... - Por fin digo lo que más me preocupa.

- Yo llevo mucho tiempo haciéndoles pedidos, tienen puntos para invitados. Es decir, te hacen un gran descuento en las primeras raciones.

- Gracias, - le digo con una sonrisa de agradecimiento.

- ¿En el trabajo también es un desastre?

Después de esta pregunta, señalo las copas para que las llene.

- Cuando se enteran de que tengo un niño pequeño y que he estado de baja por maternidad, de repente dejo de interesarles. Nadie quiere ni oír hablar de la guardería. Dicen directamente que voy a pedir permisos. Que llegaré tarde. Que faltaré por enfermedad. En resumen, nadie quiere comprometerse. Pero al final se refieren a que llevo más de tres años sin experiencia laboral. Ya llevo cinco días yendo a estas malditas entrevistas. Y todo para nada.

Ninka frunce el ceño, luego aparece una sonrisa astuta en su rostro.

- Escucha, amiga... Tengo una vacante en mi salón.

- ¿Se va el contable? - Mi humor mejora al instante.

- No, a la contable de allí solo la sacarán con pies de plomo. Lleva toda la vida en el mismo sitio.

- Entonces, ¿qué puesto es? - Frunzo el ceño.

- ¿Sabes de coches?

Ninka trabajaba en un concesionario de coches de lujo. Solo tenían coches extranjeros. Y Ninka ganaba muy bien allí. Pero sabía tanto de coches que siempre la escuchaba con la boca abierta. Yo no puedo presumir de eso. Ni siquiera tengo carné. Oleg siempre decía que era demasiado distraída para conducir.

- No es para tanto...

- ¡Da igual! Aprende lo más importante y luego aprendes el resto en la práctica. Una de nuestras jefas se va a ir y el director quiere poner en su lugar a un conocido suyo. Él odia a las mujeres. Y la mitad del personal son mujeres. Y él intenta meter a un hombre como sea. Pues bien, esta señora se acostaba con el dueño. Sus esposas se enteraron y, en fin...

Ninka vuelve a llenar las copas. Me tomo esta historia demasiado a pecho. Entiendo a mi esposa como nunca antes. Resulta que ella es dueña de la mitad del salón. Quiere divorciarse, pero su marido hace todo lo posible por recuperarla. Porque ella le quitará hasta los calzoncillos.




Reportar suscripción




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.