Gael: Un mes

Encuentro la verdad en tus ojos, pero no me quiero arriesgar.

Encuentro tu voz en tus labios, pero no te quiero escuchar.

Encuentro lo que te pasa en tus gestos, pero prefiero culparte a comprenderte.

Encuentro la razón en tu expresión, pero prefiero pasar de largo.

Por miedo a que sea demasiado grande como para poder aceptarla.

Por miedo a quedarme sordo para siempre con lo que tienes para decir.

Por terror a no superar nunca todo lo que te hicieron, todo lo que te hiciste.

Por pánico a volverme loco y no medir mis actos para ofrecerte la justicia que te mereces, que siempre mereciste y nadie te entregó, porque estar dormido es mucho más sencillo que encontrarse despierto en un mundo lleno de dolor y sufrimiento.

Convencer a alguien que no cree en las letras como forma de vida, nunca es una acción sencilla. Insistí semanas en hacer ese taller, realmente lo veía necesario, hacerles cambiar la perspectiva a los alumnos sobre el sentido de la literatura para mí era, sin lugar a dudas, una victoria. Por eso desde el instante en el que lo pensé me puse a programar cada clase, cada ejercicio, cada escrito.

Deseé que se hiciera realidad y, de alguna manera, el director del instituto Laín, me concedió la oportunidad de impartirlo. Los sábados por la mañana todo aquel que deseara formarse en ese ámbito me tendría a su disposición. Siempre supe que mi nombramiento como coordinador de literatura nada más entrar en la plantilla de este instituto, guardaba algo a mi favor.

- Le concedo un mes – Joseph tenía la fama que se merecía, era un hombre estricto, serio, determinado y más que cumplidor de su palabra. Era temido por cada alumno del centro y no les faltaba motivo alguno para que así fuera.

- De acuerdo, un mes bastará – mi seguridad era absoluta, conocía lo que podía provocar el escribir en las personas, a mí me cambió la vida en su momento. ¿Por qué no les iba a suceder lo mismo a ellos?

- Ayer me ocupé de conseguirle la sala de actos durante mínimo todo este mes. Espero que lo consiga – su mirada podía atravesar muros enteros de hormigón, podía identificar en él la determinación que probablemente lo había perseguido durante toda su vida.

- Yo también lo espero. Gracias – un leve asentimiento por parte de ambos dio por finalizada la conversación.

Salí de su despacho con una sonrisa en los labios, me recorría un más que notorio hormigueo en ellos, era un hecho que siempre precedía a cada momento de tensión que vivía. A algunos les temblaban las manos o incluso las piernas, a mí se me dormían los labios.

JenGVargas

Un mes para demostrar que algo puede cambiar no solo a una persona, sino a todas las que se lo propongan. 

Un mes puede ser nada para muchos y lo puede ser todo para otros. Todo depende de la intensidad a la que estés dispuesto a jugar. Porque al final todo depende de lo que desees abrirte, de lo que desees dar, de lo vulnerable que te quieras mostrar.

¿Lo conseguirá?

Obra también publicada en la plataforma WattPad.

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Besos para todas las almitas que deseen conocer un mundo lleno de miedos, sueños, amores rotos, perdidos y también encontrados, de ilusiones y esperanza, porque...qué sería de la vida sin Alma...?