What if It was her?

1. La vida es muy dura

Poco a poco voy abriendo los ojos, me siento un poco mareado y como desubicado, no sé dónde estoy, ni cómo he llegado aquí.

Veo que me encuentro en una sala cuadrada y con todas las paredes blancas excepto la de enfrente mía qué es una cristalera enorme por la que veo la calle, yo sé que ya he estado aquí por lo que ya sé dónde estoy, estoy en el hospital otra vez…

—¿Qué tal estás cariño? —dice mi madre muy dulcemente.

Giró la cabeza para el lateral y la veo sentada en un sillón con una sonrisa como de esperanza.

—Un poco mareado pero bien ¿Cuánto tiempo llevo inconsciente? 

—Llevas tres días inconsciente —dice mientras se desvanece esa sonrisa que tenía.

—Joder, se nota que voy empeorando —digo con rabia mientras aguanto las ganas de llorar.

—No te preocupes cariño los médicos dicen que no parece que haya pasado nada que parezca que empeoras —dice mi madre dejando escapar una lágrima y secándose rápidamente para que yo no me de cuenta.

—Mamá, a mí no me puedes engañar, ya sabes que sé perfectamente lo que pasa.

—Bueno, ahora cuando venga la enfermera te explica ella lo que me han dicho —dice mientras se levanta del sillón.

No dije nada pero más o menos me imaginaba a qué se refería.

—¿Y dónde está papá? —digo cambiando de tema.

—Papá no ha…

—Hola ¿Qué tal estás Neo? —dice una enfermera abriendo la puerta y cortando a mi madre —ya veo que te has despertado ¿Llevas mucho tiempo despierto?

—Me encuentro bien aunque un poco mareado y llevo como diez minutos despierto.

—Vale pues estamos esperando unos resultados y en unas horas ya te daremos el alta —dice la enfermera dándose la vuelta para salir de la habitación.

—Espere un momento —digo haciendo que se detenga —me puede decir que tal va mi enfermedad si ha empeorado he mejorado o como voy.

—Hijo déjales trabajar y luego ya te dicen lo que sea —dice mi madre llamando toda mi atención y entonces la veo con un pañuelo en las manos con el que se seca las lágrimas que brotaban de sus ojos.

—No, mamá yo quiero saber cuál es mi estado —digo dejando escapar por fin las lágrimas de mis ojos.

—Si quieres cuando me den los resultados que faltan vengo y te comento cómo has ido evolucionando.

—Vale, me quedaré esperando un rato, pero preferiría estar solo, así que mamá si no te importa ¿Podrías salir un rato?

—Si claro cariño, descansa un rato nosotras salimos un rato.

Se marchan todos de la habitación y por fin me quedo solo un rato, lo necesitaba, necesito sopesar todo, por que no es fácil pasar por lo que estoy pasando y menos aún cuando mi padre ni siquiera le preocupa mi estado, me da un ataque de los míos y no es capaz de pasar por el hospital para ver cómo estoy.

Encima es que ni yo sé cómo estoy, solo sé que no me queda más de un año de vida por qué fue lo último que me dijeron.

La vida es muy dura, pero a muchos nos preocupan cosas las cuales no deberían ni preocuparnos porque hay gente que está peor que nosotros siempre, por ejemplo yo de pequeño nunca pude ir a un parque pero claro los niños no valoran ese parque incluso alguno dice “este parque no me gusta” pero al fin y al cabo son niños.

Mi enfermedad tampoco me a dejado disfrutar de muchas otras cosas como jugar al fútbol como hacían mis amigos o a veces incluso no he podido socializar con la gente por miedo a que supieran de mi enfermedad, que en lo que consiste son ataques que me dan y me pongo a temblar muchisimo hasta que me desmayo y claro eso me sucede cuando hago esfuerzos o le doy muchas vueltas a la cabeza. 

Desde que me dijeron que me quedaba un año de vida decidí que iba ha hacer como que no existía esa enfermedad y vivir la vida como quiero pero es muy difícil porque cada vez con los ataques me tiro más tiempo inconsciente de hecho esta vez he estado tres días inconsciente y nunca había llegado a estar tres días pero haré lo posible para poder convivir con la enfermedad lo que me queda de vida después ya podré ser libre.

Llaman a la puerta de mi habitación y en el mismo momento le digo que pase entonces se abre la puerta y veo que entra la enfermera de antes con una carpeta en la mano.

—Hola Neo, ya tengo los resultados de las pruebas ¿Quieres que entre tu madre?

—Si puedes decirla que pase te lo agradecería mucho.

—Vale pues le diré que pase.

Se acerca a la puerta de la habitación se asoma fuera y escucho que le dice a mi madre que si podía pasar y entonces es cuando la veo entrar con cara de confusión.

—Es que quería escuchar los resultados contigo —le explico a mi madre.

Ella asiente con la cabeza, me sonríe y se pone al lado de la cama en la que estoy tumbado.

—Vale pues voy a empezar a daros las noticias —se produce un pequeño silencio mientras abre la carpeta que tenía en la mano —bueno ya le dije a tu madre que tenía pinta de que habías emperado pero queríamos hacerte una electroencefalografía para ver la actividad de tu cerebro y nos hemos dado cuenta de que no has empeorado pero parece que has mejorado y si sigue así alomejor te puede quedar más de un año.




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