World Fraction

Capitulo 3

“Viaje en Barril”

 

-Cielos, y yo aquí encerrada en estas cuatro paredes...-Habían transcurrido dos días desde la pijamada ilegal que había tenido lugar en la habitación de Leidolf. Y aprovechando que Helena había ido a llevarle sus sabanas recién lavadas, Dyre quiso enseñarle el regalo que había recibido de uno de sus nuevos amigos.

-¡Estoy aterrado!-Exclamo el joven esclavo, quien vale agregar llevaba de pie junto a la puerta desde que había sacado el álbum, atento a cuanto mínimo ruido o indicio de cualquier otra persona pudiera acercarse-Si llegan a descubrir que tengo eso-

-Solo tienes que ocultarlo bien-Atajo Helena cerrando el volumen. Tomándose además un momento para apreciar su cubierta de cuero; era de un elegante tono rojo como el vino, y estaba cocido con hilo dorado lo cual le daba en verdad cierto toque opulento. Pero no pudo pasar por alto que el espacio del frente donde debía ir una etiqueta con el nombre del dueño estaba vacía-Deberías marcarlo...

-No es como que vaya a llevarlo por ahí...-Respondió Dyre tras un pequeño suspiro.

-Pero es tuyo-Sentencio afable la novicia mientras se ponía de pie y caminaba hacia su pequeño amigo-Mira, a nosotras nos enseñan que las pertenencias materiales no valen de nada y que debemos vivir siempre agradeciendo solo la comida y la luz. A ustedes los sirvientes no les dejan tener nada solo porque si, Y la única razón por la cual aceptamos esto es porque los que dicen eso, son los mismos que imponen las leyes. Pero una de esas personas te dio esto-Agrego colocando el álbum en las manos del esclavo-Significa que no solo es tuyo, sino que además te aprecia lo suficiente como para querer ir en contra de sus reglas.

-¿Tú crees?-Inquirió Dyre algo indeciso.

-¿Por qué si no?-Helena tenia cierto don para despejar las dudas de una manera muy socrática-Venga, ese chico podrá ser algo aterrador pero en el fondo es muy amable. Como su habitación, podrá parecer un chiquero pero si miras de cerca...-Pasaron varios segundos-Olvida esa parte, es un cerdo.

Lo siguiente que pudo escucharse fue como la habitación de Dyre se llenaba por las carcajadas y las risas del esclavo y su amiga. La siguiente media hora Helena se dedico a describir, al mejor estilo griego, lo que fue arreglar la habitación de Christopher Leidolf: una autentica tragedia. Comenzando porque solo un tercio de su ropa estaba limpia; las otras dos partes o estaban realmente sucias, o estaban demasiado cerca de la sucia por lo que su hedor se les había cundido. Luego, mientras toda la ropa estaba en la lavandería se había dedicado a barrer y limpiar cada superficie del lugar, cambiar las apestosas sabanas, sacudir y darle vuelta al colchón y abrir las ventanas.

-Ya hice todo lo que estaba dispuesta a hacer, y créeme más de la mitad lo hice solo porque somos amigos. Dios, deberían canonizarme solo por tocar esos calzoncillos...-Agrego mientras fingía un escalofrió-El resto te toca a ti. Hice que llevaran el ropero y los ganchos para que cuelgue su ropa. Por lo demás ni siquiera toque sus libros o papeles.

-Gracias Helena, eso lo arreglare yo.

-Lo sé, soy un amor-La novicia se acerco y le tomo del mentón para besarle la frente-Ahora, guarda eso y vete a dormir.

Y solo por su mero hábito Dyre hizo exactamente lo que se le dijo que hiciera. Guardo su nueva pertenencia en el fondo del hueco bajo la loza suelta del piso, cambio su ropa por un pijama viejo de cuerpo completo y se tumbo sobre su cama. Había tenido un día pesado ayudando en la cocina; uno de los hornos se había dañado y tuvo que ayudar a los hombres encargados a arreglarlo. Además Sven le había ordenado limpiar todo todas las butacas de la capilla, lo cual significo que no pudo ver a sus nuevos amigos dado que no asistió a ninguna de las clases. Claro que no era como si a los demás maestros les importara. No pudo evitar sonreír al imaginar a Oliver obligando a Christ a mantenerse despierto durante algebra, o a Diana insultando a su maestro en italiano por no entender lo que fuera que balbuceara sobre formulas y ecuaciones.

Aun no lograba entender porque eran tan amables con él. Sin embargo era agradable dormir con esa sensación en su pecho.

 

-O-

 

Era miércoles al medio día, lo cual significaba que los varones debían ir a ducharse antes del almuerzo puesto que en la mañana tenían la clase de gimnasia con Richardson. Y vale agregar que algunos intentaban no arrastrarse durante el trayecto a sus habitaciones:

-Diablos, me duelen las piernas-Christopher iba al frente y realmente sentía que las escaleras eran nada más que un instrumento de tortura-Doscientas malditas sentadillas. Richardson bastardo...

-Lenguaje-Espeto Oliver, quien iba a su lado.




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