Xim "Pausada"

III "No confíes en nadie"


Llegamos a una casa verdaderamente increíble. Ella está callada y sin expresión en su rostro, bajamos del coche el cual nos retiró del aeropuerto.

Tome en mis manos el bolso el cual me pertenecía, comencé a caminar hacia la dirección, en la cual se encontraba la casa.

Es totalmente blanca, tiene un caminito el cual te guía hasta la entrada de la casa, el lugar es tranquilo, tiene vecinos con casas de la misma magnitud que la de ellos. Digamos que todo el vecindario es así.

Este es mi nuevo hogar, o mejor dicho una casa sustituta.

- Niña – La voz de la señora Ivor me sacó de mi nube – No me llame madre ni a mi marido, somos los señores Ivor para ti, a mis hijo llámalos por su nombres, nada de hermanos.

- Si, señora Ivor.

- Si eres obediente nada te pasara.

Me que en silencio ante sus palabras, y seguí caminando a su lado, llegamos a la puerta enorme de madera negra, con detalles minúsculos en la misma, tan delicados y tallados que la hace hermosa.

Ella abrió la puerta, entró primero ella y luego fui la siguiente.

El lugar está en total silencio, demuestra que nadie está en el lugar.

- Ven te guiare a tu habitación, en la cual estarás el mayor tiempo posible, somos muy silenciosos, nada de berrinches o problemas porque tu estadía hasta que seas mayor de edad se complicara mucho.

Solo me faltan seis años y seis meses para ser mayor de edad eso implica que tendré que ser invisible y sumisa ante ellos.

Comenzó a guiarme a una escaleras, amplias, las cuales tienen un camino con una alfombra en color rojo clásico, subimos a la segunda planta.

- Aquí dormimos todos, tu dormirás en el tercer piso el cual solo contiene habitaciones para guardar cosas, huéspedes o en su caso la tuya.

Seguimos por otra escalera, con la misma contextura que la anterior, una vez en el tercer piso, me guio hasta la habitación que se encuentra en el fondo, ella abrió la puerta de la misma y me adentre en el sitio.

Lo primero que captan mis ojos son ventanales, luego miro el lugar, las paredes son totalmente blancas, con muebles que están colocados estratégicamente en sitios donde no molesten, de color negro, lejos de los ventanales que están con cortinas, se encuentra una cama bástate amplia muestra como si fuese de una dos plaza o una plaza y media.

- Utiliza la ropa que se encuentra guardada en los armarios, esa será tu ropa ahora. Dejaré que te acomodes, en una hora o dos vendré a buscarte o uno de mis hijos, mientras tanto no salga de aquí.

- Sí, señora Ivor, muchas gracias.

- No me agradezcas aun niña.

Sus últimas palabras me estremecieron por mi interior.

Quite la ropa que traía de mi bolso, y la coloque en unos de los estantes vacíos.

Deje mis hojas y lápices de dibujo con mis acuarelas, en un escritorio que se encuentra al lado del ventanal.

Me acerqué en el mismo para ver la vista, sorprendentemente el ventanal, de frente de al patio de la casa, y a la diagonal da a una casa de al lado.

- Viendo las maneras de escapar – Una voz un tanto fina se escuchó.

Me sobresalte al escucharla, me gire rápidamente para mirar de donde provenía, la niña se encuentra en la puerta de la habitación, vestida normal se podría decir

- Perdóname te asuste – Ella puso una cara de preocupación.

- Tranquila, estoy bien, no veía formas de escaparme, no sé ni donde estoy. Por cierto soy Xim Ixa

- Si se quién eres, la niña que adoptaron mis padres, me llamo Amy Ivor, soy como tu hermana.

- La señora Ivor me dijo que te llamase por tu nombre, que no te llame hermana.

Ella abrió los ojos grandes y se sonrojo.

- Sí, creo que tiene miedo al apego, solo tiene en un altar a mi hermano Ossian él es el preferido.

- A veces sucede de ser la no deseada, te lo dijo de especería propia, solo tienes que entender que las personas no saben el potencial que tienes.

- Me caes bien Xim, seremos grandes amigas de casa y en la escuela te lo aseguro, y una advertencia no le lleves la contraria, ni a mis padres ni a Ossian, toman en cuenta la resolución de mi hermano, solo suerte y confía solo en mí, te lo dice alguien rota por el sistema de mi casa.

- Gracias Amy.

Ella sonrió y salió de la habitación.

Cada vez más miedo tengo, de no sabes en donde estoy y por qué estoy aquí, solo quiero ver a mis hermanas abrazarlas y estar con ellas como en todo estos años.

Me acomode sobre la colchas de la cama y lentamente deje que mis ojos se serrasen.

***

- XIM despierta niña – La voz de la señora Ivor me despertó de mi sueño.

Me senté rápidamente en la cama, mire hacia la dirección de donde provenía la voz.

- Levantarte te presentare a mi familia.

No me dio tiempo a responder que ya estaba fuera de la habitación sin más salí de la misma rápidamente.

No quería parecer una desagradecida, comencé a bajar las escaleras y acomodar mi ropa al mismo tiempo.

Llegamos al último escalón, casi ruedo por los mismos tanto de seguir el paso de la señora Ivor.

Sí que camina rápido.

- Ella es Xim, va a vivir con nosotros será una más de la familia – La Soñara Ivor hablo mientras me señalaba con una de sus manos y miraba a su esposo el cual debe ser el hombre de trabaje y el niño de a su lado el cual esta simple, tiene una cara angelical como Amy.

El hombre rió sarcásticamente.

- Aaren, por adoptar a una mocosa de un orfanato no pagarás tus pecados, porque no te fue más fácil donar dinero a hogar que adoptar una de ellas.

La señora está enojada se le nota en el rostro y sus gestos.

Ella me miro sonrientemente y hablo.

- Xim, ve a tu habitación que debo tener una charlas de adultos con mis esposo – Miró a su hijo – Tu también ve a algún sitio donde no escuches Ossian.

Me dirigí a la mía rápidamente, no quería hacerla enojar más de lo que estaba.



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En el texto hay: traicion, dolor, pasado oscuro de xim

Editado: 03.12.2020

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