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-por favor subir al avión 216  con destino a New York - se escucha por el pasillo estoy con mi tía y mi familia en el aeropuerto mi mamá me abraza y me dice

- por favor Emma cuídate no sabes cuánto te voy  a extrañar - abrazandola

- yo también Mami te quiero mucho -viendo a  mi papá y mi hermano que están a moco tendido - vamos por favor no lloren porque después la lloradera se me va a pegar -ya tenía lágrimas en los ojos  después de un abrazo fuerte entre familia  - tranquilos miren que vengo para las vacaciones okey - todos asintieron mientras me iba caminando con mi tía en ese momento sale corriendo mi hermano con un papel en la mano y me lo da

-Toma y léelo cuando estés en el avión - tomándolo y dándole un fuerte abrazo lo dejo ir con mis padres

- Adiós moco - le grito

- Adiós tabla - dice mientras corre

A partir de este momento mi vida cambiará y mucho, ya estando en el avión y encontrar los asientos abro el papel que me dió mi hermano y no lo pude evitar me reí a carcajadas las personas y mi tía se me quedaron viendo como si estuviera loca

-Que te pasa Emma estás bien - asintiendo con la cabeza y quitándome una lágrima de felicidad le doy el papel 
Ella leyendo me ve y dice

-En serio, wow el hermano que te toco- riéndome le respondo - no tiene idea

"hermana, mujer hermosa sin teta y sin nalgas chica  con el carácter más duro y molesto de toda Venezuela te informo que  ya que te vas me quedo con todo lo que dejaste y dijiste que no tocará así que más te vale que te hayas llevado tus cosas porque si no, te fregaste Criatura, jaja por cierto te lo confieso fui yo quien se comió el pan de noche haciendo que te regañaran, nos vemos en tus vacaciones.

atte:tú hermano el mejor de todos así que perreo intenso baby, adiós tabla"

mi tía terminando de de narrar la carta me queda viendo un rato hasta que se  parte de la risa conmigo, nos reímos tanto que la azafata apareció de repente y nos callamos y activamos el modo serio  esperamos a que se fuera para volver a reírnos pero sin gritar como dos dementes psicópatas hasta que sin darnos cuenta ya estábamos en el cielo