CAPITULO 1

* * * * * * * * * * CAPITULO 1 * * * * * * * * * * 

 Estaba aún avergonzada. Él vigilaba cada movimiento que hacía, mientras las personas se retiraban.

-Empieza hablar -Ordenó a su asistente de seguridad a quién había llamado
Sus palabras hicieron que levantará la cabeza.
-No está en nuestra lista de invitados, sin embargo tenía un pase- Dijo aquel chico
-Vine suplantando a la señora Juana, ella esta delicada de salud – Intervine
-Bien, entonces porque arruinaste mi presentación; alguien debió contratarte para que hicieras eso- Anucó teniendo fe en que sus palabras fueran ciertas
Negué la cabeza, no sabía ni como había pensado en eso, solo me había confundido.
-Yo, me equivoque al ingresar en lugar que no debía-Respondí
-Maestro, él florero es de exclusiva producción de la empresa Cervales, creo que dice la verdad -Me apoyó el guardia
-Bueno, suponiendo que lo que dice es cierto; ella debería pagar el costo del florero que no era suyo -
Mi cara se turbo, ¿pagar ese florero yo?; era de producción exclusiva, al menos eso había escuchado, seguro rondaba por los millones.
-No puedo pagarlo-Intervine, me llevaría toda mi vida hacerlo.
-No te lo he preguntado-Siseó sin dudar- Trabajaras para mí, te pagaré lo necesario para que canceles tu deuda en tres meses.
No me gustaba la idea de trabajar para él, pero tenia que escapar de la situación .

-Aún estoy estudiando, no se si podré disponer el tiempo necesario- Informé, aun no conocía ni su nombre; o su reputación.

-Renunciaras a tu anterior trabajo, necesito una asistente; que lleve en cuenta todo lo que gasto y gasta mi familia a diario, para poder sacar mi presupuesto –

-¿Acaso debería sentirme afortunada, ya que me estas contratando?- Siseé

-En primer lugar- Se acerco a mi y puso su mano en mi mentón levantándolo con fuerza- Aun estoy en dudas de quien te contrato para arruinar mi reputación; en segundo lugar, los medios estarán detrás de ti no puedo permitirme que llames mucho la atención, así que hare pasar como mi asistente y te mantendré vigilada –

- ¿Y si resultará ser una espía? - Pregunté desafiándolo- No sería mejor dejarme ir

Él titubeó unos instantes para pensarlo mejor. Yo no necesitaba un empleo nuevo, además la señora Juana se quedaría sola.

-Ya he tomado una decisión, puedes decirle a tu universidad que harás practicas en mi empresa, no se opondrán- Sentenció, y bajo del estrado por las escaleras.

Me quede un rato analizando, no me había dicho a que hora empezaría, ¿Debía ir a su empresa?

Lo primero era regresar a mi departamento esta noche, y mañana avisarle a la señora Juana de lo que me había sucedido.

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Un café caliente, reconfortaba las horas de sueño que me faltaban completar. Ayer me había quedado hasta muy noche y la planta de los pies me dolían.

Me puse un pantalón de vestir, un polo abrigador junto con un saco color caqui. Era época de invierno, y las temperaturas empezaban cada día a descender más.

Hice un pedido de taxi, aunque hubiera preferido ir con el tren, me demoraría mucho hasta la estación. Necesitaba ir también a la universidad.

Toque el timbre del portón, y al instante me abrieron.

-¿A qué se refiere esto?- La voz de Celeste se peco en mi cara, cuando abrí la puerta principal.

Traía en su mano un “diario” y en primera pana estaba yo. Pero mi cabello cubría mi rostro.

-¿Ese era mi vestido?- Preguntó de nuevo -Cuantas veces te he dicho que no cumplas los caprichos de mi madre.

-Fue mi culpa Celeste, realmente lo siento- Me disculpé

-Esto no vas a solucionarlo con unas disculpas, tu estuviste en una fiesta a la que no fuiste invitada; si se enteran que fue alguien de nuestra familia quedaremos mal – Hablo muy furiosa- Estas despedida

Aquello me tomo por sorpresa, pero yo también necesitaba una excusa para renunciar.

-¿Quién la cuidará?- Pregunte por la señora Juana

-Yo lo haré, ya no tienes que preocuparte por nosotros; mi madre jamás debió tratarte como si fuera uno de nosotros.

 Aquellas palabras me dolieron, quería hablar con la señora Juana antes de irme, pero Celeste no me lo permitió.

Tome un taxi afuera de su casa, para ir directo a la universidad. Tin tin …. Empezó a sonar mi celular en mi bolsillo.

-« Necesitamos hacer tu contrato oficial, quiero que estés en mi casa a las nueve y media»-Dicho esto el chico de la línea colgó.

Obviamente era ese joven de la ceremonia. Mire la hora en mi reloj y eran las nueve y veinte. 

 ¡Rayos! _ Exclamé en mi mente. Ahora si que necesitaba ese contrato, ya que me habia quedado sin trabajo

-Puede dar la vuelta, y dejarme a puertas de la casa de la familia Hernández- Le supliqué al conductor.

-Me tomara quince minutos en llegar- Anunció  cambiando de carril

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AGRADECIMEINTO A: