CAPITULO 11

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Por una parte Alessandro tenía razón, no podía rendirme.Borre el audio que estaba por enviar y me animé a mi misma. Era cierto que en este lugar no tenía a nadie, pero había conocido a personas en mi camino; necesitaba no depender de nadie para cumplir el trato con el abuelo.

-Marce -Escuche mi nombre cuando me disponía a entrar en la cafetería.-Realmente lo lamento, no pensaba que mi amigo iba a ser todo un estupido contigo, aceptaré cualquier castigo por haberte llevado a ese lugar.-Habló tan rápido que apenas pude entenderlo

-Necesito una buena recomendación para trabajar aquí- Dije indicando la cafetería

-Yo me encargare, preciosa; tu solo ven mañana temprano-Anuncio con paso decidido a la cafetería.

Me encamine a salir de la empresa confiando en Nicolas.

-Dile a Ales que estoy esperando _La mirada de Celeste se dirigía hacia mi lugar asi que decidi mirara a los costados para saber a quien le hablaba-Apurate Marce, seguramente Ales me necesita.

-Ya no trabajo para él-Me explique pasando por su lado

Saliendo tomé un taxi rumbo a la universidad para informarme de mi situación. Los decanos fueron muy amables conmigo, pero necesitaba terminar el francés para sacar mi título, les dije que estudiaría por mi cuenta y asistirá el día del examen. Ahora solo necesitaba encontrar a alguien que hablara francés para que me enseñara a entablar una conversación en ese idioma.

Ya eran las cuatro de la tarde cuando terminé de almorzar, me demoré una hora comprando lo que necesitaba, y tomé un taxi de media hora rumbo a la habitación dentro de la casa.

-Marce ha ocurrido un accidente -Me cogió de los brazos Darlin al ingresar a la casa-El carro del señor Hernandes sufrió un choque con una camioneta llegando a la frontera , al parecer estaba ebrio el conductor.

Me quedé en shock, sabiendo que se trata del mismo señor que vi sonreír esta mañana

-Estoy rumbo al hospital.¿Puedes venir conmigo?, él es como un padre para mi solo quiero saber que está bien pero ya no me contestan las llamadas.

Acepte de inmediato, sentía que ella quería estar con alguien. En el carro había unos sollozos de parte de ella.

Bajamos del hospital y preguntamos por su apellido.

-Jovencitas, ahora mismo está en una cirugía craneal;puede que tarde unas horas en salir-

Esperamos pacientemente hasta las siete, Alessandro apareció en la puerta, pero no se percató de nuestra presencia. El reloj marcaba las nueve y por fin el doctor a cargo salió.

-Dígame doctor, ¿Qué le pasó a mi padre, se encuentra bien?-

-La cirugía era muy riesgosa, tuvimos algunas complicaciones - Empezó hablar

Los ojos de Alessadro estaban rojos, queriendo suprimir su lagrimas.

-Él se encuentra en 'coma' y su estado de salud es peligroso; tratamos de anunciar a los contactos en su teléfono pero pocos contestaron, así que junto a los cirujanos tomamos la decisión de hacerle prontamente un cebroanálisis-

Aquello era un alivio.

-¿Puedo verlo?-Preguntó, el médico asintió pero solo le dejó pasar a él.

Al darse la vuelta Johan después de soltar su mano de los hombros de su amigo se percató de nosotras.

-Ales está devastado, minutos antes de la junta había recibido una llamada de su padre, pero le colgó la llamada, luego de varias insistencias a su teléfono una hora más tarde recién contesto, eran enfermeros anunciandole sobre el accidente.

Sandro apareció por el pasillo, tenía el semblante bajo, caminó despacio hacia nosotros. Me paré y su cabeza se recostó en mi hombro.

Me hizo recordar el día en que mi padre falleció y cuando el abuelo le gritó a mi madre. Mi padre era un albañil, había conocido a mi madre en la construcción de la casa de mi abuelo. Mi madre se enamoró y aun sin la bendición de su padre se fue a vivir lejos de su casa. Unos años después me tuvieron a mi y a mi hermano,luego hubo un accidente en su trabajo y uno de los bloques hizo que él cayera. El abuelo juró que volveríamos con él ya que no podríamos sobrevivir por nuestra cuenta, aun sigo intentando ser fuerte por ella, extraño a mi padre y ojalá hubiera hecho algo ese día para no perderlo.

Junté mis brazos para abrazarlo.

-Soy un tonto, jamas le dije que lo amaba en estos seis últimos años y ahora casi lo pierdo- 

Lo abrace aún más.