Y Si, No quiero ser tuya

CAPITULO 13 (Especial Sandro)

* * * * * * * * * * * CAPITULO 13 * * * * * * * * * * * 

 

Levanto un poco la cabeza y entrecierro los ojos, después de escuchar mi nombre en la voz de una chica. Tuerzo mi cuello refrescando el movimiento de mi cabeza. Intento sacar mis manos, pero una de ellas se encuentra abrazando a una chica de cabello marrón, rápidamente me doy cuenta de a quien le pertenece.

Le digo un par de palabras que salen inconscientemente de mis labios y ella se despierta. Le toma un minuto abrirlos ojos.

Ambos nos analizamos.

Un segundo, dos segundos, tres segundos… Me doy cuenta que ya de los detalles en su cuerpo, los besos enrojecidos que tiene por todo el cuello hasta inicio de su camiseta. Lleva puerto el uniforme que utiliza en la cafetería, y se mira muy….

Las preguntas invaden a mi mente, y también la razón por la cual ella está en mi cama. Tomo la decisión de preguntarle que sucedió anoche, pero solo pronuncio algunas frases.

Ella rápidamente niega la cabeza ante la suposición de habernos acostado anoche. La cabeza aun me duele y con mi cuerpo muy agotado miro como ella sale de la habitación con los pequeños pasitos que da.

Cuando ya me recuperó un poco entro al baño y me doy una ducha con agua fría. Imágenes borrosas se reproducen en mi mente, aunque quisiera saber que paso entre nosotros.

Solo recuerdo que después de brindar con los empresarios fui a la cafetería en busca de pastillas para pasar mi mareo.

Salgo de la habitación y pido a mi chofer que conduzca hasta la empresa, necesito ver las cámaras, no puedo vivir con el misterio.

 Ingreso hacia la cafetería, ya que es domingo no muchas personas trabajan en el edificio; así que paso directo hasta la puerta de ingreso a la cocina.

-Marce quiero confiar en ti, antes de revisar las cámaras- Anuncia Karin muy molesta y por el vidrio superior de la puerta puedo ver que ha reunido a todo su personal de este local- Tú eres la única que puede pasar a la sección de almacenamiento, así que dime como puedes explicar esto.

-No fui yo Karin- Argumento ella

-¿Entonces quien fue?- Hizo la pregunta Celeste, quien también estaba ahí a dentro

Nico apareció atrás de mí y abrió la puerta, así que tuve que retroceder unos pasos para ocultarme

-Es mi culpa Karin, yo destruí el almacenamiento, ayer estaba borracho y caí en los productos, te pagaré lo que cueste-

-De igual forma, para comprobar tu versión deberíamos revisar las cámaras- Intervino Celeste

-Ya estoy afirmando mi culpabilidad, al menos que tú dudes porque ayer también estuviste aquí- Anunció Nico

Se sentía la tensión que había entre ambas personas.

-Bien, entonces queda resuelto, vuelvan a trabajar- Dijo Karin

Ella empezó a caminar hacia la puerta y me retiré. Después de firmar unos papeles y acordar un pago de jurisdicción, baje de nuevo.

Entré.

Empecé a buscarla con la vista y no la encontraba, pero, cuando estoy a punto de fruncir el ceño, la oigo canturrear acercándose al pasillo en dirección a la puerta

“Quiero fingir que no te necesito. Pero tu toque es oh-la-la-la. Es oh-la-la-la. Debería escaparme”. Sonrío.

Llega a mi lado todavía tarareando y eso me da unos segundos para poder barrerla con la mirada: el pelo suelto, la camiseta de algodón, uno de esos pantalones apretados arriba, con zapatillas marrones. Me pregunto seriamente si la marca que puso de moda esos vaqueros sabe lo que nos complica las cosas a todos los tíos del universo. Hacen que sea demasiado difícil pensar. Es un puto suplicio.

En mitad de todo eso, cuando mi cuerpo me está llamando gilipollas por no correr hasta ella y besarla contra la pared.

Pasa por mi lado pero frena seco después de unos pasos, volteamos al mismo tiempo a vernos.

—Creía que estarías trabajando —murmura, nerviosa.

Poner a una chica nerviosa... Otra cosa que, antes, jamás pensé que me

despertaría ternura, que me haría sonreír, que me pondría como una condenada moto... Antes, mi vida era infinitamente más sencilla.

Debería dejar de mirarla así, ya he dejado en claro a mi mente que ella no es la clase de chicas con las que salgo, ya que le rompería el corazón.

—Yo creí que hoy no trabajabas—Inquiero.

En unos minutos mi cabeza me da vueltas y recupero la mayoría de recuerdos perdidos. Mis mejillas se enrojecen y sacudo mi cara. Ahora sé, porque no quería que vieran las cámaras.

—¿Estas bien? - Me pregunta tocándome los hombros y actuando normal

Por curiosidad le quito el cabello que tiene tapando su cuello y confirmo la versión de mi cerebro.

Su cara esta hecha un palito rojo y sabe que tiene culpabilidad en el asunto.

La sujeto de los hombro y la apego a mí, antes de que piense en escapar.

—Alessandro suéltame, necesito ir a la biblioteca- Se queja.

—Hay una rueda de la fortuna eléctrica, vamos haya- Informó

La sujeto de la cintura y le llevó hasta mi carro. Él chofer hace caso y vamos rumbo a la rueda.

—Este miércoles es mi primer examen— Se sigue quejando

—Marce solo será un momento—Le explico

Llegamos al lugar y pido rentado la rueda para que nadie más suba

—No es peligroso, solo sube—Le invito.

Ella desconfía un poco, pero accede.

—Sandro—Hago una mueca al escuchar mi nombre recortado—¿Por qué la rueda se detuvo? - Me cuestiona divisando sus alrededores

—¿Acaso tienes miedo a las alturas? — Inquiero

—Ese o es el punto- Saca sus garras hacia la conversación. Yo me acomodo en el asiento

—Siento haberme comportado como un cabrón contigo —Pronuncio en un ronco susurro—. No eres ninguna niñita, hasta siento que eres mas valiente al enfrentar las cosas que yo.

Mi orgullo lo destrozo frente a ella, necesitaba disculparme.




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