Mientras esperaba en la entrada del porche recostada a la varanda, no podia evitar pensar y sentir un gran vacio. Dios, como me sentia tan traicionada. Las varias copas de vino me habian puesto mas sencible de lo normal y solo queria ir a la cama a lllorar luego de haber visto la foto de ellos dos juntos y tan felices como si yo jamas hubiera existido para ellos.
La unica enseñanza buena que me habia dejado mi madre en estos años er que no podia confiar en ningun hombre. Me lo habia advertido, me habia dicho que Stiven no se veia de mucha confianza y me terminaria lastimando. Habia peleado con ella por eso y ahora no queria llamarla para decirle que tenia razón.
Estaba con un vestido corto por arriba de las rodillas de color negro y mi cabellos suelto, tambien quizas con el rimer corrido por haber intentado detener algunas lagrimas.
Senti que alguien se apoyaba en la varanda a mi lado, pense que seria Julieta, pero senti ese aroma a perfume que habian dejado en el baño. Era Luca.
-Vendra una tormenta- murmuro. No conteste solo mire al cielo que estaba sin una solo estrella- Te gusta estar sola?
-Es una de mis cosas favoritas- contesté, su aroma envolvia todo alrededor.Primero en el baño, luego en la mesa y ahora afuera.
¿Acaso solo a mi le daba ese aroma un efecto de mareo y encanto, nadie mas lo sentia?
Seguramente era el efecto del vino. Si eso era.
No sabria si era por el silencio que habia dentro del auto o el silencio de la carretera, pero la musica electronica cada vez se escuchaba mas fuerte. Al llegar a la disciteca se veia en grande en un cartel de neon azúl el nombre Forte, supuse que era italiana. Quedaba a dos kilometros de la casa y era la unica mas cercana.
Al bajarnos nos dirijimos a la puerta donde habia un patobica, no crei que fuera necesario uno hasta que estuvimos dentro. El lugar estaba lleno de personas, humo artificial y luces de neon girando por todo el lugar.
Luca iba delante de nosotros abriendo camino, todos al verlo pasar se abrian haciendole el paso. Nos dirigio a una escalera donde daba para arriba, supuse que una zona vip.
-Nunca antes habia estado en un baile de un pueblo- me susurro Julieta- pero no me lo imaginaba asi.
Ni yo. Conteste en mi mente.
Nos sentamos en una barra en forma de U que daba de vista a la pista de baile. Las personas abajo parecian fuera de si. Por un momento me alegro de escapar un poco de la realidad y no queria pensar en nada, solo divertirme por esta noche.
- Quieres hablar?- me preguntó Wiliam al sentarse a mi lado.
Negue con la cabeza, no queria habalar de nada y de sus extraños comportamiento conmigo.
-Puedes estar tranquilo no dire nada a la tia. No es como si conociera tus secretos de toda la vida.
Sonrio y se puso de pie al ver que Luca lo llamaba con la mano a los asientos de atras donde estaba con tres chicos mas y una chica bien acomodada pegada alado de él.
No entendi muy bien el sentimiento de disgusto que se genero en mi, no lo conocia de nada solo sabia que estaba guapo...muy muy guapo con esa altura enorme, esos ojos claros y ese cabello castaño bien cortado y sus fuertes musculos que sobresalian de su camisa.
A mi lado Julieta bailaba sentada con un vaso en la mano.
-No quieres ir a bailar?- me pregunto agarrandome de el barzo sin dejarme contestar.
Bajamos de prisa por las escaleras hasta la pista, ella con una gran sonrisa se puso a bailar frente de mí. Llevaba una igual que yo el cabello suelto, excepto que su melena era un tono más claro que el mío y sus ondas estaba más definidas.
Nos pusimos a bailar. Quería ser por una sola noche alguien distinta. Bailar, tomar y divertirme sin sentir que tenía el corazón roto.
Depronto sentí que me miraban a la distancias, como si estuviera conectada gire mi cabeza y vi aquellos ojos claros mirándome bailar.
Me sentí un poco vergonzosa, lo hubiera estado más si no estaría tomada.
-Oh mierda- dijo Julieta a mi lado. Tomo su cartera y de adentro saco algo parecido a un colero y se hizo una coleta bien alta dejando dos mechones frente a su cara.
No le di mucha importancia, al girarme devuelta hacia arriba él ya no estaba allí. Fui a decirle a Julieta que iba al baño pero ella tampoco estaba más a mi lado.
Cuando me di la vuelta para irme hacia arriba a volver a beber, choque de frente con un cuerpo grande corpulento. Este me tomó de los hombros sin previo aviso.
‐Te encontré-fue lo último que escuché y todo se volvió negro.
#792 en Joven Adulto
#1297 en Novela contemporánea
vidas cruzadas, drama -romance, mentiras amistad prohibiciones secretos
Editado: 26.07.2025