–¿De qué estábamos hablando? –preguntó Niall, con voz temblorosa.
–De Zoe –dije.
–Y luego de Liam –soltó Louis.
–¡¡Cállate Thomson!! ¡Es la última vez que te lo advierto! –le volvió a gritar Liam.
–¡Ya pues! Perdón mamá –dijo Louis burlándose–. También estábamos hablando de la novia de Harry –agregó.
–¡No es mi novia! No aún –dije–. O no lo sé. Es algo rara.
–¿En dónde la conociste? –preguntó Liam aun con molestia en su voz.
–En la Universidad –solté.
–La invitó. Pero la muy perra no llegó –dijo Louis.
–La mierda contigo –musité.
–¿De verdad la invitaste? –volvió a preguntar Niall.
–Sí. Pero no aseguró que vendría.
–Por perra –repitió Louis. Rodé los ojos.
–¿Por qué no le has pedido que sea tu novia? –preguntó Liam. La molestia se había ido.
–Es algo complicado... –traté de explicar–. O sea, si se lo pedí. Y me dijo que probaría. Si funcionaba, lo divulgaría; y si no, ni lo mencionaría.
–Que tipa tan rara –soltó Niall.
–Algo –coincidió Liam.
–Sea rara o no, ten en cuenta de que Zoe algún va a enterarse. Deberías estar más preocupado por su reacción que por si funciona o no –dijo Louis.
–¡Vaya! Hasta que dices algo con sentido –se burló Liam.
–Y luego no quieres que hable de ti y tu anciana –le respondió Louis.
–Al menos yo no estoy hablando de tu vida sexual –le volvió a responder el otro.
–¡Basta ya! –gritó Niall–. ¿Cómo se llama? –me preguntó.
–Sunshine.
–Bonito nombre –dijo Liam.
–Esperemos que su alma sea igual de bonita que su nombre –bromeó Louis.
–Sera mejor que me vaya –dije cambiando de tema.
–Sí –coincidieron los tres.
–Nos saludas a Zoe –pidió Liam.
–Por cierto, Harry, tienes que hablar con ella de esto. No lo dejes pasar –dijo Louis.
–Lo haré. No te preocupes –dije para calmarlo.
–Graba su reacción. Apuesto a que será épica –dijo Niall.
–¡Niall James! –dijimos Louis, Liam y yo al unísono.
–Fue un consejo. No me reclamen –se defendió éste.
–Jodido duende rubio. A veces tienes mejores ideas que yo –le dijo Louis.
–No le alimentes el ego –pidió Liam.
–De todos modos, las ideas le duran poco –respondió Louis y Niall le dio un zape.
Sólo los vi y recordé cómo es que me había vuelto amigo de estos locos. Antes éramos cinco, pero uno de nosotros; Zayn, decidió irse a estudiar a algún lugar de Latinoamérica quedándonos solo nosotros cuatro. Obviamente, su partida nos dolió, pero Zoe vino a consolarnos, dándonos el lugar de ser cinco otra vez.
Me despedí de mis amigos, salí de la puerta principal y arranqué el carro hacia casa. En el trayecto, mi teléfono sonó y vi en el identificador el nombre de Sunshine. No sé si era o no mi novia, así que no lo mencionaré.
–Hola –contesté.
–Hola Harry –respondió.
–¿Pasa algo?