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Hola, mi nombre es Sarah, soy Dominicana y actualmente tengo veintitrés años.
Escribo desde los trece, me parece, pero antes me inventaba unos buenos cuentos en la escuela. Comencé con reflexiones para ayudar a los demás a salir de su mal momento y ahora lo hago en las novelas, esperando que puedan identificarse en mis escritos.
Soy de pocas palabras por aquí. Desde el 2019 no cambiaba esta biografía, pero me he animado y eso es algo importante. Recuerda que pase lo que pase, no estás solo. Todos estamos librando una batalla en nuestro diario vivir, pero ten por seguro que si necesitas una palabra de aliento, aún en mi peor momento, te la puedo entregar.
No tengo un carácter muy bueno, suelo ser volátil, la ira es casi casi mi amiga, sin embargo, estamos haciendo la pase con el mundo a diario. Así la moldeo, llevándola a la paz aunque hayan tormentas o turbulencias.
Soy un bombillo intermitente, espero quedarme encendida por mucho tiempo en las manos del electricista correcto y que solo me apague cuando él (el Señor Todopoderoso) venga por mí.
Gracias por leer y llegar hasta aquí, disfruta de todo lo que tengo para mostrarte y recuerda que Dios te ama mucho.
Un abrazo.
Escribo desde los trece, me parece, pero antes me inventaba unos buenos cuentos en la escuela. Comencé con reflexiones para ayudar a los demás a salir de su mal momento y ahora lo hago en las novelas, esperando que puedan identificarse en mis escritos.
Soy de pocas palabras por aquí. Desde el 2019 no cambiaba esta biografía, pero me he animado y eso es algo importante. Recuerda que pase lo que pase, no estás solo. Todos estamos librando una batalla en nuestro diario vivir, pero ten por seguro que si necesitas una palabra de aliento, aún en mi peor momento, te la puedo entregar.
No tengo un carácter muy bueno, suelo ser volátil, la ira es casi casi mi amiga, sin embargo, estamos haciendo la pase con el mundo a diario. Así la moldeo, llevándola a la paz aunque hayan tormentas o turbulencias.
Soy un bombillo intermitente, espero quedarme encendida por mucho tiempo en las manos del electricista correcto y que solo me apague cuando él (el Señor Todopoderoso) venga por mí.
Gracias por leer y llegar hasta aquí, disfruta de todo lo que tengo para mostrarte y recuerda que Dios te ama mucho.
Un abrazo.