Así fue como me describieron al escuchar la respuesta que di a una interrogativa casual, "¿Cómo tomas las decisiones difíciles?"
>>Afortunada o desafortunadamente mi cabeza puede pensar en las trecientos sesenta alternativas que tiene una situación, de las cuales descarto doscientas posibilidades que son las opciones negativas o dañinas, de las ciento sesenta restantes me quedo con veinte para analizarlos a profundidad y al final escojo tres, según las circunstancias y las personas involucradas es la decisión que tomo. Si tengo la posibilidad de hacer feliz a diez personas con una decisión, esa será la que elija, pero si uno sale dañado se justificará con los nueve <<
Esta manera de pensar referente a mis decisiones personales y administrativas, lo descubrí en la universidad; ingresé a estudiar la licenciatura en Sociología en la Universidad Autónoma de México, sin embargo, mi vida dio varios giros que me imposibilitaron continuar con la carrera.
Más es rescatable lo que logré aprender.