"Muñeca" ha sido el término por el que me han llamado a lo largo de mi vida con diferentes conceptos y contextos; mi corazón y mi carácter han librado una lucha constante gracias a ello; fui educada como una princesa, obediente, amable, elocuente, atenta, servicial y con cierta altivez para mantener el mentón en alto cuando impongo la inteligencia por encima de la violencia; más mi carácter es aquello que me lanza a luchar por mis sueños, mis caprichos y deseos, es aquel que sale a relucir cuando las palabras son torpes para obtener lo que me propongo.
"Muñeca" por mis ojos, mi mirada coqueta, sonrisa picara y actitud enérgica.
"Muñeca" por ser frágil, por ser tierna, por ser un juguete, no sólo para hombres de malas intenciones, sino también para aquellos que desean subestimarme por tener recato.
"Muñeca de porcelana" por ser hermosa y a la vez tan fría; porque a pesar de ser expresiva, mis sentimientos no son comprendidos.